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Esta semana comenzó con una de esas noticias que nunca quisiéramos ver, leer o escuchar por los medios de comunicación tradicionales o redes sociales en estos tiempos, la muerte en un accidente automovilístico de Víctor Rodríguez Torres.
Por su nombre muy pocos lo conocían, pero cuando se menciona al “Carita”, de inmediato la gran familia del béisbol recuerda a ese gran amigo, todo un personaje con estilo propio, único y original. El “Carita” es el “Carita”.
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“Carita” comienza su largo trasegar por el béisbol en las gloriosas épocas del campo de La Salle, la fábrica natural de los peloteros cartageneros, con los inolvidables Pedro Ortiz Lastra y Daniel Ortiz Sánchez llevando la tula de los implementos en compañía de Julio “Marrara” Brochero.
Los dos personajes se ganaron el cariño y respeto de los managers, jugadores y periodistas de ese entonces. El gran narrador Napoleón Castro en sus transmisiones decía: “¿Y Marrara dónde está?”. Y respondía la voz comercial: “Bañándose con Sanikat”.
“Marrara” se dedicó a su trabajo en la Universidad de Cartagena y dejó al “Carita” con la responsabilidad de las tulas, el cuidado de los implementos, llegar temprano a los entrenamientos y juegos, en una labor importante que muchos desconocen.
Memoria prodigiosa…
Con el paso de los años “Carita” trabajó con varios equipos en diferentes categorías, siempre con un alto grade de responsabilidad que le permitió, más adelante ganarse una pensión digna en la Universidad de Cartagena.
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“Carita” tenía una memoria prodigiosa para recordar los nombres de los peloteros y sus cualidades o defectos. En una ocasión me invitó a un café en San Andrés en un Campeonato Nacional Juvenil. Me contó cada detalle de los jugadores, si bateaban o no, “si macaneaban” era el término que él utilizaba, si eran nerviosos o serenos. En el caso de los lanzadores si les caminaba la recta o la curva desarrollaba lo suficiente.
Desde ese momento cada vez que lo llamaban a trabajar con un equipo aficionado o profesional, me reunía con él para conocer detalles de los jugadores y de esa manera armar un perfil para las transmisiones radiales, siempre respetando y no divulgando la fuente.
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Con Carlos Villareal armó un dúo dinámico en los equipos de béisbol profesional de Cartagena (Indios, Torices o Tigres), no faltaban las discusiones y los contrastes entre el carácter apacible y sosegado del “Villa” y el ímpetu y espíritu volcánico del “Carita”.
En ese trabajo que comenzaba mucho antes del juego y concluía cuando los peloteros, managers, directivos y periodistas estaban descansando, ellos eran los últimos en acostarse, dejando todo listo y ordenado para el siguiente juego.
Hombre de béisbol…
“Carita” vivía en función del béisbol las 24 horas del día. En las mañanas en Cartagena en su pequeño radio escuchaba el programa “Buenos Días Deportes” de Eugenio Baena y cuando el radio le fallaba, subía a los estudios para recibir en vivo y directo las noticias de su deporte favorito.
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Recientemente se metió en la era moderna y en su celular escuchaba “Deportivisímo”, con Freddy Jinete Daza en Colmundo Radio y “Deportes en Acción” de Walberto Ahumedo, siempre atento a las informaciones del béisbol.
En muchas ocasiones, cuando por diversas circunstancias no viajaba con los equipos de Cartagena y selecciones de Bolívar, se pegaba a la radio para escuchar las transmisiones sin importar perder el sueño, era un hombre del béisbol.
Víctor Ibarra, su compañero de trabajo en la Universidad de Cartagena, me recordó que le sirvió de fiador en varias ocasiones para la compra de neveras, estufas y muebles para su señora madre, el “Carita” nunca dejó de cumplir con sus obligaciones recibiendo las felicitaciones de las empresas como un extraordinario cliente.
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Jairo Piña cuenta que al “Carita”, además del béisbol, le gustaba el boxeo. Asistía a las carteleras que se organizaban en Cartagena, discutía sobre la calidad de los peleadores y se molestaba cuando le decían: “Marrara es tu jefe”.
La figura…
Eugenio Baena recuerda que en varias de las presentaciones de los equipos en las inauguraciones o finales no lo mencionaba por que no se lo relacionaban en la lista, pero cuando lo anunciaba era el más aplaudido. Cuando pasaba cerca le decía: “ya viste…la figura soy yo”…
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En la integración de los “Amigos de Infancia”, la organización liderada por Javier Puello Bonfante, en el Rodeo, fue la última vez que hablé y compartí con el gran amigo, en el desayuno con Neder Horta me dijo: “Viene gente nueva para la Liga de Béisbol de Bolívar”.
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Era común ver en todos los estadios, campos y escenarios del béisbol y el sóftbol al “Carita” servicial como siempre, acompañando a los peloteros, pendiente de los torneos, siempre luchando por Cartagena y Bolívar.
En el estadio celestial seguramente será recibido por William Lujan, Holbert Cabrera, Daniel Espitia, Arnulfo Taharón, Pedro Ortiz, Daniel Ortiz, Rafael Pereira, Tomas Moreno, Humberto Bayuelo, Abel Leal, Carlos Velásquez, Napoleón Perea, Melanio Porto Ariza, Campo Elías Teherán y Capitolino Morillo, entre otros grandes e inmortales del béisbol.
La sonrisa del “Carita” seguirá brillando en el estadio celestial, el béisbol de Colombia vivirá eternamente agradecido por todo lo que le brindó.