Las Grandes Ligas le rinden homenaje a Jackie Robinson
Desde 2009, cada 15 de abril todos los peloteros llevan el número 42 que el pelotero utilizó cuando era profesional.
Redacción Deportiva
Como se hace cada 15 de abril desde 2009, este viernes el béisbol se rinde a los pies de Jackie Robinson, jugador que rompió la barrera de la segregación racial en el deporte, y le hace un único homenaje donde todos los peloteros, entrenadores y umpires portan el número 42 en su honor.
Se cumplen 69 años de aquella tarde de 1947 cuando ante 26,623 espectadores, en el estadio Ebbets Field de Brooklyn, realizó su debut en la Gran Carpa y se convirtió en el primer jugador de color en pisar un terreno de juego, en aquel entonces reservado solo para los blancos.
No importó mucho que en su primer partido se fuera de 3-0, con una carrera anotada. Su participación en el encuentro marcó un antes y un después para la población afroamericana en Estados Unidos y revolucionó el mundo de las Grandes Ligas, como se conocía para la época.
En su primer año tuvo que soportar la humillación y oposición de compañeros, rivales, fanáticos e incluso de umpires, pero aun así logró superar estas adversidades para finalizar la temporada con un promedio al bate de .297, con 12 cuadrangulares, 48 carreras impulsadas, 127 carreras anotadas y 29 bases robadas, para quedarse con el premio al novato del año.
Dos años más tarde el número 42 impondría sus mejores marcas en promedio al bate (.342), carreras impulsadas (124) y bases robadas (37) para consagrarse como el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga y en 1955 llevó a los Dodgers a ganar la Serie Mundial.
Aunque fue un deportista con una capacidad atlética envidiable, puesto que se destacó en otras disciplinas como baloncesto, atletismo y fútbol americano, nunca logró ganar la pelea contra la diabetes y tras 10 años en las Mayores dijo adiós. En 1962 fue exaltado al Salón de la Fama.
El mítico 42
El número 42 que el pelotero siempre llevó en su espalda fue retirado de todas las novenas de las Grandes Ligas en 1997. La costumbrede llevar por un día el número de este jugador comenzó en 2009, sin embargo, Ken Griffey Jr. en 2007, fue el primero en pedirle al comisionado de las Grandes Ligas (Bud Selig) que le dejara cambiar su dorsal por una tarde.
Ahora, tras 69 años de su debut en la Gran Carpa, jugadores, umpires y managers le rinden un sentido homenaje a un personaje que le abrió las puertas a los jugadores de color en las Ligas Mayores, quienes a mediados de los años 70 se convirtieron en la tercera parte de los peloteros de la MLB.
Como se hace cada 15 de abril desde 2009, este viernes el béisbol se rinde a los pies de Jackie Robinson, jugador que rompió la barrera de la segregación racial en el deporte, y le hace un único homenaje donde todos los peloteros, entrenadores y umpires portan el número 42 en su honor.
Se cumplen 69 años de aquella tarde de 1947 cuando ante 26,623 espectadores, en el estadio Ebbets Field de Brooklyn, realizó su debut en la Gran Carpa y se convirtió en el primer jugador de color en pisar un terreno de juego, en aquel entonces reservado solo para los blancos.
No importó mucho que en su primer partido se fuera de 3-0, con una carrera anotada. Su participación en el encuentro marcó un antes y un después para la población afroamericana en Estados Unidos y revolucionó el mundo de las Grandes Ligas, como se conocía para la época.
En su primer año tuvo que soportar la humillación y oposición de compañeros, rivales, fanáticos e incluso de umpires, pero aun así logró superar estas adversidades para finalizar la temporada con un promedio al bate de .297, con 12 cuadrangulares, 48 carreras impulsadas, 127 carreras anotadas y 29 bases robadas, para quedarse con el premio al novato del año.
Dos años más tarde el número 42 impondría sus mejores marcas en promedio al bate (.342), carreras impulsadas (124) y bases robadas (37) para consagrarse como el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga y en 1955 llevó a los Dodgers a ganar la Serie Mundial.
Aunque fue un deportista con una capacidad atlética envidiable, puesto que se destacó en otras disciplinas como baloncesto, atletismo y fútbol americano, nunca logró ganar la pelea contra la diabetes y tras 10 años en las Mayores dijo adiós. En 1962 fue exaltado al Salón de la Fama.
El mítico 42
El número 42 que el pelotero siempre llevó en su espalda fue retirado de todas las novenas de las Grandes Ligas en 1997. La costumbrede llevar por un día el número de este jugador comenzó en 2009, sin embargo, Ken Griffey Jr. en 2007, fue el primero en pedirle al comisionado de las Grandes Ligas (Bud Selig) que le dejara cambiar su dorsal por una tarde.
Ahora, tras 69 años de su debut en la Gran Carpa, jugadores, umpires y managers le rinden un sentido homenaje a un personaje que le abrió las puertas a los jugadores de color en las Ligas Mayores, quienes a mediados de los años 70 se convirtieron en la tercera parte de los peloteros de la MLB.