“Llegar a la NBA no es imposible, pero el camino cuesta muchísimo”: Jaime Echenique
En entrevista con El Espectador, el barranquillero habló de su actualidad, su paso por Estados Unidos, sus hazañas y el momento del baloncesto colombiano. La selección, que perdió en su debut contra Venezuela en las eliminatorias de la Americup, jugará este domingo la revancha en Medellín.
Fernando Camilo Garzón
Jaime Echenique sabe lo que significó su llegada a la NBA. Fue el primer colombiano que jugó en la liga más importante del mundo, el olimpo del básquet, un paso enorme. Sin embargo, y es normal, la pregunta por el significado de su gesta puede llegar a ser exasperante por lo repetitiva. ¿Todos le preguntamos siempre lo mismo? Después, y para siempre, ¿tendrá que responder la misma pregunta toda su vida?
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Jaime Echenique sabe lo que significó su llegada a la NBA. Fue el primer colombiano que jugó en la liga más importante del mundo, el olimpo del básquet, un paso enorme. Sin embargo, y es normal, la pregunta por el significado de su gesta puede llegar a ser exasperante por lo repetitiva. ¿Todos le preguntamos siempre lo mismo? Después, y para siempre, ¿tendrá que responder la misma pregunta toda su vida?
Antes del barranquillero hubo otros dos colombianos que se quedaron a punto de llegar a esa cumbre: Álvaro Teherán y Braian Angola. Solo lo logró Echenique, y por eso hizo historia. No obstante, dice que no le interesa. Lo explica: no es porque no reconozca la gesta, ni lo que implica para el básquet en Colombia. Más bien es porque es joven, tiene 26 años, y su objetivo no es que ese sea su único hito. Apunta a más, ambiciona seguir derrumbando barreras y tiene claro que su debut con los Washington Wizards en la NBA no fue el fin de su historia.
Mire: Jaime Echenique: caer y levantarse para hacer historia
“Nunca despegué los pies del piso. Fue emocionante porque mi historia para llegar hasta allá ha sido dura. Pero el día después de haberlo logrado sabía que tenía que seguir trabajando para que no fuera algo efímero. Jugar en la NBA marcó un antes y un después en mi vida. Mi mentalidad no cambió nunca, pero entendí que tenía que cambiar mi ética de trabajo y ser todavía más exigente conmigo mismo. La gente no puede ni siquiera imaginar lo que significa llegar allá”, dice el atlanticense.
En la NBA, en la liga profesional, el barranquillero jugó tres minutos. Parece mínimo, pero es un mundo. Jaime Echenique saca la calculadora y hace cuentas: “Te voy a dar números, para que comprendas el panorama completo. Digamos que en Estados Unidos hay 350 universidades. Cada una tiene un equipo de 14 jugadores; 350 multiplicado por 14 da 4.900 jugadores, solo hablando de la división uno. A eso súmale 2.000 jugadores, de esa misma división, que están por fuera de Estados Unidos. Vamos casi en 7.000. Y a eso agrega 8.000 jugadores de divisiones menores. Cada año, entre los mejores de ese contexto, alrededor de 3.500 se presentan al NBA draft. ¡Y solo eligen a 60! En la NBA son 30 equipos y la plantilla de cada uno tiene 16 jugadores, más los tres de la reserva. O sea, hay 570 puestos. Y cada año se retiran menos de 10. Unos 3.500 se presentan y solo hay 560 trabajos. Jugar en la NBA no es imposible, pero el camino cuesta muchísimo”.
No se pierda: El Mundial de 1982, la promesa incumplida al baloncesto colombiano
En ese costo, por supuesto, están implícitos los sacrificios. Su mamá, Lidis Salinas, cuenta que desde que era un niño, cuando abandonó el béisbol y la Escuela de Édgar Rentería para jugar al básquet, Echenique se obsesionó con “llegar lejos”. A los 15 años dejó Barranquilla para jugar en Medellín y de ahí su camino fue expreso; de Antioquia a Bogotá, y de la capital a Estados Unidos. Solo —con sus padres pendientes, pero lejos de casa—, Jaime Echenique forjó un sueño que por tramos lucía imposible. “Mi objetivo es llegar a la NBA, no hay plan B”, decía en las entrevistas antes de estrenarse en la cancha.
¿Cómo no derrumbarse, entonces, cuando se esfumó el sueño? Echenique rompió los paradigmas, debutó oficialmente y se convirtió en el primer colombiano en la NBA. Pero la ilusión sí fue efímera, el temor del día después. El pívot luchó para firmar un contrato a largo término en la mejor liga del mundo, codo contra codo como debajo del tablero, en la pintura. No obstante, a pesar de que pasó un par de temporadas en la G-League (la división de reservas), la oportunidad de afianzarse jamás llegó. Emigró a Europa, pero no descorazonado, como podría intuirse. Según él, marchó con la conciencia de que habrá momento para volver.
“Giannis Antetokounmpo dijo en una entrevista: ‘Acordarse de lo que hiciste ayer es egocentrismo, pero acordarte de lo que hiciste hoy es motivación’. La gente que tengo a mi lado jamás me dejó volar. Ellos me mantienen en el piso. Esa fortaleza la aprendí de mis papás: ver las cosas con perspectiva. No existe el fracaso, solo se debe ser paciente”, responde.
Las luces de la NBA todavía deslumbran a Jaime Echenique
Le gusta hablar del griego Antetokounmpo, pero también del serbio Nikola Jokic o del camerunés Joel Embiid. Son los mejores basquetbolistas del mundo y juegan en su posición. La globalización cambió el baloncesto y hoy los grandes postes de antaño se han reinventado, dominan el básquet mundial y, por supuesto, el de la NBA. “Jugadores como Jokic, Embiid, Luka Doncic o Antetoukumpo están abriendo puertas a todo el mundo. El básquet que viene de afuera de Estados Unidos hoy se analiza con muchísimo más valor gracias a ellos. A Jokic, principalmente, lo admiro profundamente porque juega en mi posición. Es un verdadero referente. Está cambiando paradigmas porque hoy no se busca un pívot estático, tradicional. Hoy se requiere que el poste corra, que salte, que anote. Él está trascendiendo en el baloncesto”.
No se pierda: La sonrisa del Joker, el MVP de la NBA
La NBA no deja de deslumbrarlo. Es consciente de los otros mundos del baloncesto, pero la puerta, en tanto que esté abierta, nunca dejará de atraerlo. “Es la plaza que mayor marketing tiene, la ves en todos lados. A todos nos ilusiona llegar ahí, es lo más alto que podemos alcanzar. Por fuera de Estados Unidos, sin embargo, hay muchísima vida. Está la Euroliga, la BCL o la Eurocup. Cuando decidí volver a Europa, lo hice motivado por el ambiente, por las hinchadas, por los estadios y por la manera en la que allá se siente el básquet. La gente solo ve la NBA, pero afuera hay un mundo de emociones indescriptibles”.
Jaime Echenique está actualmente consolidado en el Promitheas Patras B.C. de Grecia, una de las ligas europeas más importantes. Junto a otros, como Braian Angola que está en Israel, es parte de esa generación que está abriendo puertas en Europa. Los referentes de la selección de Colombia, que actualmente busca repetir la histórica clasificación a la Americup. “Empezamos un nuevo ciclo y creo que vale resaltar el esfuerzo que la gran mayoría de jugadores ha hecho por venir. Queremos dejar a Colombia en lo más alto. El proceso es largo, pero estamos encantados de volver a empezar. Hemos aprendido gracias a nuestras experiencias en el mundo y queremos expandir el conocimiento del básquet en Colombia con las cosas que hemos vivido”.
No se pierda: Braian Angola: la vida más allá de los Llanos
Todavía, explica una vez más Jaime Echenique, no es momento de hacer balances. Ni tampoco de obsesionarse con el mañana. Importa más lo que hacemos hoy, el valor que reconocemos en nosotros mismos. “En cierto momento de mi vida habrá momento para sentarse y ver lo que hice. Nunca he tomado los títulos a pecho. Se me olvidan, incluso, las cosas que he logrado y son las personas que me quieren las que me lo recuerdan. Eso es importante en un mundo que nos ataca constantemente. Importa que la gente que quieres te recuerde lo que has luchado. Tenemos que querernos más a nosotros mismos. Somos, muchas veces, nuestro peor enemigo, no apreciamos lo que hacemos. No deberíamos angustiarnos tanto por lo que no hemos hecho y sí deberíamos disfrutar más de lo que hacemos ahora”.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador