Los Astros, ¡la ‘comidilla’ del día y del año!
Para muchos, las sanciones para la novena en el robo de señas, deben extenderse a varios de sus peloteros; y para otros, deben aplicarse normas más severas y fuertes para el caso de la trampa de los Astros de Houston.
ANTONIO ANDRAUS BURGOS
¡Qué nadie se llame a engaño!
El dime y direte sobre el caso de los Astros de Houston y el robo de las señas, en el béisbol de las Grandes Ligas, no se detendrá por muchos años. Eso pasará a la historia, no para bien, sino para confirmar que las trampas en el juego han sido evidentes.Obvio es pensar que todos se sienten engañados por lo que hicieron los Astros en sus últimas temporadas en la Gran Carpa, pensando, como es cierto, que nadie, por el momento, sabe cuándo comenzó ni cuándo terminó esa actitud dolosa del robo de las señas.
Será comidilla de todos los días, y si bien ya han hablado varios de los implicados en el asunto, también es cierto que los contradictores, especialmente quienes lucharon a brazo partido para llegar a la Serie Mundial y no pudieron alcanzarla, se sientan ‘’seriamente molestos’’ por la forma en que se desempeñaron los Astros en las cuatro o cinco últimas campañas de la crema y nata del béisbol profesional, haciendo recordar, por tiros y troyanos, a los Medias Blancas que se convirtieron en los ‘’Medias Negras’’ de 1919 y su amañada actuación en la Cita de Otoño de ese año.
Ni qué decir de los contratiempos de Pete Rose y sus apuestas en el mundo del béisbol; o la presencia de las hormonas de crecimiento humano, la testosterona y de esteroides, en varias decenas de peloteros que están signados por ese asterisco que los marcará de por vida, como peloteros que hicieron trampa dentro del juego, algo que no puede destruir la fe que hay dentro del béisbol como un deporte honesto y trasparente, por los aficionados, por sus dirigentes, por sus técnicos, y por encima de todo, por los propietarios de las franquicias.
Serios contrapunteos
Las puertas de los campos de entrenamientos se acaban de abrir de par en par, y ya la temporada está ‘’caldeada’’ por la forma en que los Astros han encarado la situación, en momentos en que la oscura nube que se posa sobre la Gran Carpa, tiene que empezar a disiparse, antes de que sea demasiado tarde.Para Aaron Boone, por ejemplo, el estratega de los Yanquis de Nueva York, las palabras expresadas por su nuevo integrante en la nómina, el cotizado lanzador derecho Gerrit Cole, quien llega a la divisa del Bronx procedente de los Astros, son válidas mientras no se demuestre lo contrario.
‘’Simplemente les daré una respuesta honesta: qué es la de que yo no tenía idea de nada de lo que ocurrió ni vi nada de eso. Así que no pienso realmente qué tenga mucho de qué disculparme’’.
Pero para Cody Bellinger, uno de los más sobresalientes peloteros de los Dodgers de Los Ángeles, la novena que perdió la Serie Mundial de 2017 frente a los Astros, en cuya final, se dice, los de Houston utilizaron el robo de señas, la cosa es a otro precio.
Y exclamó: ‘'Esos tipos estuvieron haciendo trampa y engañando a todos por tres años, y creo que la gente no se da cuenta, pero José Altuve le robó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana a Aaron Judge en 2017, y a nosotros nos robaron el anillo de Serie Mundial. Pero ya no hay nada más que hacer’’.
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Pero para Carlos Correa, el torpedero boricua de los Astros, en sus públicas confesiones declara que su compañero de equipo, el pequeño venezolano José Altuve, está exento de cualquier cosa, ‘’porque nunca hizo uso de esa trampa’’.
‘’Altuve fue el único hombre que no usó el bote de basura, para consumir sus turnos al bate y las pocas veces que se golpeó el bote de basura, fue sin su consentimiento. Cody, refiriéndose a Cody Bellinger, no conoce los hechos. Él (Altuve) jugó limpio’'.
Y finalmente aclaró el por qué Altuve no se dejó despojar de su camiseta de juego, después de conectarle el cuadrangular al relevista de los Yanquis, Aroldis Champan, en el juego decisivo por el título de campeonato de la Liga Americana de 2019. ‘’Es porque tiene un tatuaje que no está terminado sobre la clavícula que honestamente se veía terrible. Era un mal tatuaje y no quería que la gente lo viera’’.
Otras versiones
Mientras tanto, para el pelotero cubano Yuli Gurriel, de hace parte de la nómina de los Astros de 2017, cuando superaron a los Dodgers en la final de la Cita de Otoño, y la de la 2019, cuando el club de Houston perdió la Serie Mundial frente a los Nacionales de Washington, fue más concluyente en su apreciación sobre el caso de los robos de señas.Terciando en la controversia, el taponero de los Yanquis de Nueva York, el cubano Aroldis Chapman, a quien el venezolano José Altuve, le conectó el cuadrangular que decidió el título de la Liga Americana en el 2019, las cosas son a otro precio.
‘’No estoy de acuerdo con él (Jim Crane propietario de los Astros); yo creo que sí, el robo de señas hace al equipo rival mucho más fuerte y con ventaja frente a su contrincante de turno’’, sostuvo Chapman.
‘’Con esa ventaja de conocer los lanzamientos por anticipado, los hace mucho mejor. Para mí, en lo personal, el robo de señas influyó mucho para que ganaran la Serie Mundial de 2017 y nuestra derrota por el título de la Liga Americana en el 2019’’, sostuvo Chapman, sin agregar una palabra más, sobre el batazo que recibió de José Altuve para despachar un cuadrangular que decidió el compromiso frente a su equipo, los Yanquis de Nueva York.
Sin tratar de desvirtuar lo que sostiene el pelotero boricua Carlos Correa sobre el caso del venezolano José Altuve y su comprobada forma de evitar que sus compañeros le quitaran la camiseta de juego, después de conectar el tablazo de cuatro esquinas frente a Aroldis Chapman y darle la corona de la Liga Americana a los Astros, el receptor de los Mulos de Bronx, el dominicano Gary Sánchez, dijo no sentirse bien ‘’por todo lo que ha ocurrido y que hasta ahora, empieza a conocerse’’.
Gary cree que ‘’es difícil aceptar todo lo que ocurrió después de conocer buena parte de la investigación y el robo de las señas por parte de los Astros’’.
‘’Tal vez ciertamente no escuché algunos golpes en el bote de la basura, sonido que venían del banco de juego de los Astros, pero jamás pensé que se trataba del robo de las señas entre yo como receptor y los lanzadores que estaban en la lomita’’, agregó Sánchez.
Y remató diciendo, al intentar desvirtuar las palabras de Carlos Correa sobre la actitud de José Altuve y el evitar que sus compañeros de equipo le quitarán la camiseta de juego, después de batear el cuadrangular frente a Chapman, para dejar con las manillas puestas en el terreno de juego a los Yanquis:
‘’Puedo decirles con toda sinceridad, que si yo bateo un jonrón y llevo a mi equipo a la Serie Mundial, pueden arrancarme no solamente la camiseta sino hasta los pantalones’’.
Pero cerremos esta nota diciendo que el nuevo estratega de los Astros de Houston, el reconocido capataz afroamericano, Dusty Baker, está pidiendo a la organización de las Grandes Ligas, que se busquen los mecanismos necesarios para evitar represalias de las otras novenas para sus jugadores en la temporada que está por empezar a disputarse.
A Dusty le preocupa que en esta campaña ‘’puedan haber represalias premeditadas en contra de los peloteros de los Astros, por todo este tema del robo de señas. Y lo que le pido al Comisionado de las Grandes Ligas es que se le ponga un alto a la situación’’.
Finalmente, Dusty Baker, pidió públicamente, por el bien del béisbol ‘’que olvidemos eso y perdonemos a quienes cometieron los errores. El béisbol es mucho más grande que todo lo que ha ocurrido’’.
Desde nuestro punto de personal, y esperamos no estar equivocados, lo del robo de señas, ya comprobado por parte de los Astros de Houston frente a sus rivales, será la comidilla del día, del año, y de muchos años más dentro de la historia del béisbol, y nunca se sabrá cuándo va a detenerse los comentarios sobre este nuevo modelo de trampa que hizo el club texano para tomar ventaja de manera indelicada, por decir lo menos, para conquistar triunfos que de otra manera, serían muy discutibles.
Y lo peor de todo, es que hay consenso, casi unánime, que las sanciones para el club fueron débiles, poco representativas y se dejaron a un lado las que debieron ser impuestas a los peloteros que participaron en los bochornosos actos de la trampa.
¡Qué nadie se llame a engaño!
El dime y direte sobre el caso de los Astros de Houston y el robo de las señas, en el béisbol de las Grandes Ligas, no se detendrá por muchos años. Eso pasará a la historia, no para bien, sino para confirmar que las trampas en el juego han sido evidentes.Obvio es pensar que todos se sienten engañados por lo que hicieron los Astros en sus últimas temporadas en la Gran Carpa, pensando, como es cierto, que nadie, por el momento, sabe cuándo comenzó ni cuándo terminó esa actitud dolosa del robo de las señas.
Será comidilla de todos los días, y si bien ya han hablado varios de los implicados en el asunto, también es cierto que los contradictores, especialmente quienes lucharon a brazo partido para llegar a la Serie Mundial y no pudieron alcanzarla, se sientan ‘’seriamente molestos’’ por la forma en que se desempeñaron los Astros en las cuatro o cinco últimas campañas de la crema y nata del béisbol profesional, haciendo recordar, por tiros y troyanos, a los Medias Blancas que se convirtieron en los ‘’Medias Negras’’ de 1919 y su amañada actuación en la Cita de Otoño de ese año.
Ni qué decir de los contratiempos de Pete Rose y sus apuestas en el mundo del béisbol; o la presencia de las hormonas de crecimiento humano, la testosterona y de esteroides, en varias decenas de peloteros que están signados por ese asterisco que los marcará de por vida, como peloteros que hicieron trampa dentro del juego, algo que no puede destruir la fe que hay dentro del béisbol como un deporte honesto y trasparente, por los aficionados, por sus dirigentes, por sus técnicos, y por encima de todo, por los propietarios de las franquicias.
Serios contrapunteos
Las puertas de los campos de entrenamientos se acaban de abrir de par en par, y ya la temporada está ‘’caldeada’’ por la forma en que los Astros han encarado la situación, en momentos en que la oscura nube que se posa sobre la Gran Carpa, tiene que empezar a disiparse, antes de que sea demasiado tarde.Para Aaron Boone, por ejemplo, el estratega de los Yanquis de Nueva York, las palabras expresadas por su nuevo integrante en la nómina, el cotizado lanzador derecho Gerrit Cole, quien llega a la divisa del Bronx procedente de los Astros, son válidas mientras no se demuestre lo contrario.
‘’Simplemente les daré una respuesta honesta: qué es la de que yo no tenía idea de nada de lo que ocurrió ni vi nada de eso. Así que no pienso realmente qué tenga mucho de qué disculparme’’.
Pero para Cody Bellinger, uno de los más sobresalientes peloteros de los Dodgers de Los Ángeles, la novena que perdió la Serie Mundial de 2017 frente a los Astros, en cuya final, se dice, los de Houston utilizaron el robo de señas, la cosa es a otro precio.
Y exclamó: ‘'Esos tipos estuvieron haciendo trampa y engañando a todos por tres años, y creo que la gente no se da cuenta, pero José Altuve le robó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana a Aaron Judge en 2017, y a nosotros nos robaron el anillo de Serie Mundial. Pero ya no hay nada más que hacer’’.
Le puede interesar: Mike Forero Nougués: ¡Adiós al jefe, al maestro, al amigo y al colega!
Pero para Carlos Correa, el torpedero boricua de los Astros, en sus públicas confesiones declara que su compañero de equipo, el pequeño venezolano José Altuve, está exento de cualquier cosa, ‘’porque nunca hizo uso de esa trampa’’.
‘’Altuve fue el único hombre que no usó el bote de basura, para consumir sus turnos al bate y las pocas veces que se golpeó el bote de basura, fue sin su consentimiento. Cody, refiriéndose a Cody Bellinger, no conoce los hechos. Él (Altuve) jugó limpio’'.
Y finalmente aclaró el por qué Altuve no se dejó despojar de su camiseta de juego, después de conectarle el cuadrangular al relevista de los Yanquis, Aroldis Champan, en el juego decisivo por el título de campeonato de la Liga Americana de 2019. ‘’Es porque tiene un tatuaje que no está terminado sobre la clavícula que honestamente se veía terrible. Era un mal tatuaje y no quería que la gente lo viera’’.
Otras versiones
Mientras tanto, para el pelotero cubano Yuli Gurriel, de hace parte de la nómina de los Astros de 2017, cuando superaron a los Dodgers en la final de la Cita de Otoño, y la de la 2019, cuando el club de Houston perdió la Serie Mundial frente a los Nacionales de Washington, fue más concluyente en su apreciación sobre el caso de los robos de señas.Terciando en la controversia, el taponero de los Yanquis de Nueva York, el cubano Aroldis Chapman, a quien el venezolano José Altuve, le conectó el cuadrangular que decidió el título de la Liga Americana en el 2019, las cosas son a otro precio.
‘’No estoy de acuerdo con él (Jim Crane propietario de los Astros); yo creo que sí, el robo de señas hace al equipo rival mucho más fuerte y con ventaja frente a su contrincante de turno’’, sostuvo Chapman.
‘’Con esa ventaja de conocer los lanzamientos por anticipado, los hace mucho mejor. Para mí, en lo personal, el robo de señas influyó mucho para que ganaran la Serie Mundial de 2017 y nuestra derrota por el título de la Liga Americana en el 2019’’, sostuvo Chapman, sin agregar una palabra más, sobre el batazo que recibió de José Altuve para despachar un cuadrangular que decidió el compromiso frente a su equipo, los Yanquis de Nueva York.
Sin tratar de desvirtuar lo que sostiene el pelotero boricua Carlos Correa sobre el caso del venezolano José Altuve y su comprobada forma de evitar que sus compañeros le quitaran la camiseta de juego, después de conectar el tablazo de cuatro esquinas frente a Aroldis Chapman y darle la corona de la Liga Americana a los Astros, el receptor de los Mulos de Bronx, el dominicano Gary Sánchez, dijo no sentirse bien ‘’por todo lo que ha ocurrido y que hasta ahora, empieza a conocerse’’.
Gary cree que ‘’es difícil aceptar todo lo que ocurrió después de conocer buena parte de la investigación y el robo de las señas por parte de los Astros’’.
‘’Tal vez ciertamente no escuché algunos golpes en el bote de la basura, sonido que venían del banco de juego de los Astros, pero jamás pensé que se trataba del robo de las señas entre yo como receptor y los lanzadores que estaban en la lomita’’, agregó Sánchez.
Y remató diciendo, al intentar desvirtuar las palabras de Carlos Correa sobre la actitud de José Altuve y el evitar que sus compañeros de equipo le quitarán la camiseta de juego, después de batear el cuadrangular frente a Chapman, para dejar con las manillas puestas en el terreno de juego a los Yanquis:
‘’Puedo decirles con toda sinceridad, que si yo bateo un jonrón y llevo a mi equipo a la Serie Mundial, pueden arrancarme no solamente la camiseta sino hasta los pantalones’’.
Pero cerremos esta nota diciendo que el nuevo estratega de los Astros de Houston, el reconocido capataz afroamericano, Dusty Baker, está pidiendo a la organización de las Grandes Ligas, que se busquen los mecanismos necesarios para evitar represalias de las otras novenas para sus jugadores en la temporada que está por empezar a disputarse.
A Dusty le preocupa que en esta campaña ‘’puedan haber represalias premeditadas en contra de los peloteros de los Astros, por todo este tema del robo de señas. Y lo que le pido al Comisionado de las Grandes Ligas es que se le ponga un alto a la situación’’.
Finalmente, Dusty Baker, pidió públicamente, por el bien del béisbol ‘’que olvidemos eso y perdonemos a quienes cometieron los errores. El béisbol es mucho más grande que todo lo que ha ocurrido’’.
Desde nuestro punto de personal, y esperamos no estar equivocados, lo del robo de señas, ya comprobado por parte de los Astros de Houston frente a sus rivales, será la comidilla del día, del año, y de muchos años más dentro de la historia del béisbol, y nunca se sabrá cuándo va a detenerse los comentarios sobre este nuevo modelo de trampa que hizo el club texano para tomar ventaja de manera indelicada, por decir lo menos, para conquistar triunfos que de otra manera, serían muy discutibles.
Y lo peor de todo, es que hay consenso, casi unánime, que las sanciones para el club fueron débiles, poco representativas y se dejaron a un lado las que debieron ser impuestas a los peloteros que participaron en los bochornosos actos de la trampa.