Los secretos de la medalla de Ángel Barajas y lo que viene para su futuro
Tras hacer la plata en la barra fija de la gimnasia artística en los Juegos Olímpicos, el cucuteño habló con El Espectador sobre su hazaña.
Fernando Camilo Garzón
Ángel Barajas sintió ayer, luego de conseguida su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, el peso de la gloria olímpica. Tras su histórico podio en la gimnasia artística, con una delegación en sequía luego de más de 11 días de competencia sin preseas, el júbilo se sintió en pleno centro de la Casa Colombia. Hasta allá, lejos del centro de París, donde en el Bercy Arena horas antes el colombiano quedó segundo de su prueba, llegaron decenas de periodistas y aficionados que agobiaron a la nueva figura pidiéndole fotos hasta que se le gastó la sonrisa y haciéndole preguntas hasta que le resecaron la garganta.
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Ángel Barajas sintió ayer, luego de conseguida su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, el peso de la gloria olímpica. Tras su histórico podio en la gimnasia artística, con una delegación en sequía luego de más de 11 días de competencia sin preseas, el júbilo se sintió en pleno centro de la Casa Colombia. Hasta allá, lejos del centro de París, donde en el Bercy Arena horas antes el colombiano quedó segundo de su prueba, llegaron decenas de periodistas y aficionados que agobiaron a la nueva figura pidiéndole fotos hasta que se le gastó la sonrisa y haciéndole preguntas hasta que le resecaron la garganta.
Después de casi dos horas de atención a los medios, el nuevo medallista tuvo que salir escoltado y corriendo, pues la multitud empezó a enfurecerse porque el cucuteño no podía atenderlos a todos y, después de estar compitiendo desde muy temprano en la mañana, el cuerpo no le daba más. Se lo confesó a su hermano, Youri, que le preguntó cómo estaba después de una entrevista y le respondió: “La verdad, siento que estoy a punto de desmayarme”.
Unas horas antes de esa vorágine, en el estadio en el que consagró su gesta, el de Norte de Santander habló con El Espectador. Con solo 17 años y próximo a cumplir 18 en los próximos días, el gimnasta, que tan joven ya alcanzó el máximo logro de la gimnasia colombiana en la historia, habló de su futuro, la importancia de su logro y las claves que lo llevaron a su impresionante resultado, que estuvo a nada de darle el título.
Cuando ganó la medalla, ¿qué sintió, qué se le pasó por la cabeza?
Todavía no sé ni qué decir. Cuando gané la medalla no sabía si reír o llorar. Si tenía que saltar o tenía que correr. No soy consciente de nada, ni entiendo lo que está sucediendo. Solo estoy feliz de haber cumplido mi sueño. En ese momento solo me sentía seguro de que hice lo que tenía que hacer y por eso el resultado se dio.
Pero lo vimos celebrar apenas terminó su rutina, ¿se sentía medallista?
Celebré porque cumplí el plan, que era terminar bien la rutina y sin fallas graves. En la gimnasia nunca se sabe. Tocaba esperar hasta el final, porque quedaban cinco deportistas y ahí comenzó el sufrimiento. No voy a decir mentiras, sufrí mucho. Sabía que había hecho un buen trabajo y me quité un peso de encima, pero me dio ansiedad. Todavía quedaban gimnastas de mucho nivel y, aunque me vieron feliz, por dentro sabía que no podía cantar victoria.
¿Esa ansiedad lo acompañó antes de la competencia o estaba tranquilo?
Sí, en realidad, estaba muy ansioso por competir. No sabía si era bueno o era malo porque la ansiedad, a veces, lo hace a uno fallar. También, a la vez, me sentía muy tranquilo porque sabía que lo iba a hacer bien. Solo estando entre los ocho primeros ya había hecho mucho y no tenía nada que perder. Lo que viniera era ganancia.
¿Cómo trabajó eso, cómo se preparó mentalmente?
Realmente no tenía mucha presión, tenía en la cabeza venir a París a disfrutar, a aprender, dar lo mejor de mí y que la gente viera el potencial que hay en Colombia. Antes de venir estaba enfocado en hacer lo mejor posible; las rutinas completas. Sin embargo, ya metido en la final, uno sueña, claro, pero no sentía obligación.
¿Cuál fue la clave para haber ganado la plata?
Pues la medalla no se ganó hoy, se ganó durante todos los años de entrenamiento y sacrificios. Hoy veo que valieron la pena. Arriesgué en la final, la verdad, porque no tenía nada que perder. Ya había hecho lo más difícil, que era meterme entre los ocho. Así que ganamos porque nos la jugamos, lo apostamos todo.
¿Se anticipó la medalla, porque el objetivo era lograrla en Los Ángeles 2028?
No, no, no… uno siempre sueña ganar de una vez. Se proyecta, se planea. Trabajamos muy duro. Estuvimos en España durante tres meses, pero antes estuvimos también en todo el mundo. Primero, el objetivo era clasificar a los Juegos Olímpicos y luego hacer historia acá. Para alejarme de las distracciones la mejor idea fue irme. Ahora, después de haber ganado esto, vi que puedo soñar en grande. De hecho, hubo un par de errores y me faltó un ejercicio que me habría dado el oro. Queda aprender mucho, seguiré dando lo mejor por Colombia y vamos a trabajar más fuerte para que a Los Ángeles no vaya solo, sino todo el equipo.
Es la primera medalla de la gimnasia para Colombia, algo muy grande para su deporte…
Eso me pone muy feliz. Ojalá, de ahora en adelante, haya más apoyo. No tanto para mí, porque tengo apoyo, sino para otros deportistas que apenas están comenzando.
¿Qué viene ahora?
Descansar un poquito y disfrutar. Después seguir trabajando para darle más alegrías a Colombia en los eventos internacionales. Dejé el estudio por dedicarme de lleno a esto, me falta terminar el grado once, así sea virtual, eso está pendiente, y toca hacerlo. Este triunfo me hace pensar que debo seguir trabajando más. Llegar a la cima es fácil, pero dicen los que saben que mantenerse es lo que sí es complicado. Quiero mantenerme ahí y me esforzaré al máximo.
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