Manuela Gómez: de la vereda La Magdalena a la historia olímpica colombiana
La antioqueña de 25 años obtuvo un cupo en canotaje para las justas de este año en la capital de Francia. Es la primera deportista de nuestro país en clasificar a las justas en esta disciplina. Entrevista de El Espectador.
Valentina Fajardo
La historia de Manuela Gómez con el canotaje es paradójica. Nacida y criada en la vereda La Magdalena, a las afueras del El Peñol, Antioquia, acompañaba a su padre casi todos los días a una finca cercana en la que trabajaba y la única forma para llegar era en una canoa, remando. “Desde niña tuve contacto con el agua, pero no me gustaba”, recuerda. Más de uno asumió que se enamoraría rápidamente del agua, pero no fue así: “Nunca aprendí a nadar. Siempre que quería hacerlo, me ahogaba y tragaba agua”.
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La historia de Manuela Gómez con el canotaje es paradójica. Nacida y criada en la vereda La Magdalena, a las afueras del El Peñol, Antioquia, acompañaba a su padre casi todos los días a una finca cercana en la que trabajaba y la única forma para llegar era en una canoa, remando. “Desde niña tuve contacto con el agua, pero no me gustaba”, recuerda. Más de uno asumió que se enamoraría rápidamente del agua, pero no fue así: “Nunca aprendí a nadar. Siempre que quería hacerlo, me ahogaba y tragaba agua”.
El amor por el agua llegó con el tiempo. Y fue el mismo miedo el que la impulsó a seguir adelante: “Poco a poco, empecé a acostumbrarme y fue precisamente ese miedo el que me ayudó a llegar hasta donde estoy”.
Solo hasta cuando llegó a la institución COREDI decidió montarse en ese viaje. En 2014 conoció a una profesora que en ese entonces era la esposa del actual entrenador de la selección de canotaje de Antioquia. Ella invitó a los estudiantes a un entrenamiento y, aunque no era un deporte muy común y sabía muy poco sobre este, Manuela decidió lanzarse.
Desde esa primera práctica se enamoró del canotaje, tanto así que entre 2014 y 2019 formó parte de la Liga de Antioquia. Tras estar cinco años con ese departamento, pasó a representar al Valle del Cauca. Con ellos, de hecho, ganó la medalla dorada en la categoría C1 de 200 metros en los pasados Juegos Nacionales del Eje Cafetero.
Una de las principales razones por las que se ha mantenido ahí es por la facilidad de los lugares en los que se puede practicar el canotaje. Al ser un deporte poco conocido, la mayoría de las preparaciones para las competiciones son en el embalse de Guatapé y El Esterito (Valle), tanto por el clima como por la altura y la tranquilidad de la zona.
La vida sin remos
Manuela, al igual que muchos deportistas que practican disciplinas poco populares, sabe que su vida va más allá de la competencia. Es por eso que decidió estudiar y actualmente está cursando tercer semestre de psicología. Sus estudios le han ayudado a ver lo complejo que es encontrar un equilibrio entre la estabilidad, la fuerza y la resistencia.
Y, como bien lo reconoce, esto solo se puede adquirir con el tiempo, tanto por las victorias como por las derrotas por las que ha pasado desde que inició su ciclo olímpico. Comenzó en los Juegos Panamericanos Júnior de Cali con una medalla de bronce, y, desde entonces, siempre ha logrado subir al podio en los eventos importantes durante el camino a París; ganó oro y bronce en los Bolivarianos de Valledupar 2022, dos platas en los Sudamericanos de Asunción 2022 y una medalla de bronce en los Panamericanos de Santiago 2023.
Todo lo hizo con el apoyo de sus familiares y una que otra cosa que ha aprendido durante sus clases de psicología.”Me gustaría más adelante aportar desde la experiencia, ya que no todos los psicólogos pueden entender a los deportistas. Es muy difícil saber lo que se siente antes de cada competencia, y con estos años de experiencia pienso que podría ayudar a los que van a venir después”, dice pensando en un futuro a largo plazo.
Un cupo histórico
El tiquete que Manuela Gómez alcanzó para meterse en los Juegos Olímpicos de París 2024 lo obtuvo después de ocupar el segundo lugar en la prueba C1 de 200 metros en el Panamericano de Sarasota, en Estados Unidos. En lo que respecta a Colombia, la antioqueña se consolidó como la primera representación del deporte nacional en el canotaje de unas justas.
“No sabía si en verdad había llegado segunda. Estaba en la espera a saber qué había pasado”, cuenta Manuela Gómez ya con menos ansiedad que en ese momento. “Esperé cinco minutos, que para mí fueron tres horas, para saber el resultado del photofinish y, cuando dieron la noticia, fue toda una locura”.
La paisa resalta que la disciplina y la constancia son dos elementos claves para prosperar. Durante 10 años ha logrado dar lo mejor de sí para seguir creciendo no solo como deportista, sino también como persona.
“Ha sido un proceso muy lindo y lo he disfrutado. Como en todo ha habido altas y bajas, los resultados no son siempre los que uno quiere o espera, pero uno se va formando. Sé que he sabido asumir cada reto con altura”.
Manuela Gómez prepara su camino a París 2024, tanto psicológica como físicamente. Sueña con lograr la idílica medalla de oro en los Juegos Olímpicos, la que sería la cima de su aspiración deportiva.
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