María Camila Osorio: “Estoy aprendiendo a utilizar todas mis cualidades”
La tenista cucuteña, reciente campeona de la Copa Colsánitas, habla con El Espectador sobre su ídolo, los consejos que le da Fabiola Zuluaga y las enseñanzas que le ha dejado la pandemia, entre otros temas.
Si tuviera la oportunidad de conversar con cualquier persona de la historia del tenis, ¿con quién lo haría y por qué?
Definitivamente, con Roger Federer. Siempre ha sido mi ídolo desde que comencé a jugar tenis. Así que nos tomaríamos un té y después le diría que nos quedáramos un rato más hablando. Siempre tendría que planear otra cita con él, porque de verdad lo adoro. Me parece lo máximo, tanto afuera como adentro de la cancha. Lo admiro muchísimo. Sería lo máximo tener una charla con él.
(Las burbujas de María Camila Osorio)
¿Qué le preguntaría?
Que cómo hace para ser tan bueno. Le pediría consejos para el tenis, sobre todo para el aspecto mental, porque es impresionante cómo maneja la cabeza cuando está compitiendo. Es de admirar. Con Nadal también sería muy bueno hablar.
¿Qué descripción hace de usted misma como tenista?
Soy una jugadora muy guerrera, muy luchadora. Me gusta mucho competir y siento que siempre doy lo máximo. Soy una jugadora completa, puedo ser agresiva en determinados momentos y, en otros, defender. Varío los ritmos y estoy aprendiendo a utilizar todas mis cualidades.
¿En qué superficie se siente más cómoda?
Me gusta mucho el polvo de ladrillo, por lo que empecé a jugar en esa superficie. También me gusta la cancha rápida, he aprendido a jugar ahí, pero creo que, en el momento, mi favorita es el polvo de ladrillo.
¿Qué análisis hace de los triunfos que ha logrado en esta temporada?
Me encuentro feliz y emocionada, porque el top 100 (en la clasificación mundial de la WTA) está relativamente cerca. Poco a poco he logrado estas metas que me he planteado desde el comienzo de año y desde hace mucho tiempo. Estoy emocionada por arrancar a competir en grandes estadios y contra las mejores del mundo, y agradecida con Dios porque se me han abierto muchísimas puertas después del título en la Copa Colsánitas.
(María Angélica Bernal: sueños sobre ruedas y sin límites)
¿Cuáles son sus máximos sueños?
Ser la número uno del mundo, ganar varios Grand Slam y hacer historia.
¿Qué aspectos cree que debe fortalecer para seguir por el camino correcto hacia esos sueños?
Tengo muchas cosas para mejorar, diría que todas. Me falta mucho por corregir y perfeccionar, eso es lo bonito de esto. Me alegra decir que puedo seguir creciendo en mis golpes, en la parte física, mental y en todos los aspectos. Todavía me falta mucho para poder ser la número uno del mundo.
¿Qué es lo que más le recalca su entrenador, el español Ricardo Sánchez?
Que luche. Él sabe que esto es un camino largo y un proceso bastante complicado, porque lo ha vivido con varias tenistas. Me pide que siempre tenga la mejor actitud en la cancha, porque, al final, todo se remite a eso. Hay días en que no nos sentimos tan bien en la cancha, pero siempre hay que tener la mejor actitud para todo y sacar adelante los partidos.
¿Qué significa Fabiola Zuluaga en su vida?
Fabi ha sido una ayuda muy grande. Primero, porque ella nos abrió el camino, nos hizo creer que podíamos alcanzar las metas. Y, segundo, porque he tenido la oportunidad de compartir en muchas ocasiones con ella y me ha dado diversos consejos que me han servido. Los aprecio mucho, porque es una persona que ya ha estado en el más alto nivel. Me acompañó antes del reciente título y en los entrenamientos, pues ella ganó en varias ocasiones este torneo y sabía cómo había que jugar acá. Ella siempre está pendiente. Es muy bonito sentir que tengo el apoyo de una persona que sabe y que hasta el momento ha sido la mejor de la historia del tenis colombiano.
¿Qué conversación le ha dejado huella?
Siempre que hablo con las personas intento tomar lo mejor de cada una. Entonces, siempre voy recopilando cosas que me ayudan a crecer. Por ejemplo, Fabiola me dijo que tenía que ser más tranquila y paciente. Otras personas me habían hablado de mejorar en cosas del juego, pero no como tal en que debía tener más cabeza fría, y eso me ayudó mucho. Otra entrenadora me dijo que tenía que creer en mí y que si ya estoy donde estoy es por algo. Eso también me ayudó a confiar mucho más en mi tenis. Hay muchas personas que me aconsejan y yo voy tomando lo mejor para aplicarlo en mi vida y en mi tenis.
(María Isabel Urrutia y la mirada gris que conquistó el oro)
¿Cuál es la situación más curiosa que ha experimentado en su carrera?
Me han pasado muchas situaciones que ahora me dan risa, pero en su momento no eran tan divertidas. He perdido vuelos, una vez viajé a un torneo sin raquetas... Estaba en Estados Unidos e iba para Argentina y cuándo iba para el aeropuerto me acordé de que no las tenía, pero no valía la pena devolverse porque iba a perder el vuelo y eso hubiera costado más. Mi papá estaba en Colombia y tenía planeado ir a acompañarme al torneo en Argentina. Entonces él llevó dos raquetas y pude jugar. Ahora estoy más pendiente de llevar todo lo que necesité, pero antes era muy relajada.
¿Cómo ha sido la vida deportiva en medio de la pandemia?
Recién empezó todo, tuve que parar de jugar por unos dos meses. No podía agarrar la raqueta, ni salir, pero me mantuve haciendo físico y eso me sirvió para mejorar en otros aspectos. Antes era muy desordenada y hasta el año pasado me empecé a organizar un poco más en mi vida. Yo era de las que me paraba y ni tendía mi cama, me hacían todo en la casa... yo feliz [risas], pero sentía que debía comenzar a madurar en esas cosas, que parecen bobadas pero desde ahí empieza todo. Es importante mantener orden en la vida, y eso me ayudó también en el tenis. Fue muy raro, porque cuando regresé a jugar no metía una pelota en la cancha. Era incómodo. Estaba muy estresada, el tema del tapabocas... ahorita ya me estoy adaptando más, tengo los entrenamientos con normalidad y lo único es que, obviamente, debemos tener más cuidado en el tema del contacto con las personas.
¿Qué enseñanza le puede dejar la pandemia a la humanidad?
Nos hizo reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante. Muchas veces nos preocupamos por el trabajo u otras cosas, pero dejamos a un lado la salud, estar con la familia y aprovechar el tiempo con los seres queridos. Y, en mi concepto, eso es lo que más ha tomado sentido en medio de esta pandemia. El tener a mis seres queridos vivos y poder compartir con ellos es lo fundamental.
Si tuviera la oportunidad de conversar con cualquier persona de la historia del tenis, ¿con quién lo haría y por qué?
Definitivamente, con Roger Federer. Siempre ha sido mi ídolo desde que comencé a jugar tenis. Así que nos tomaríamos un té y después le diría que nos quedáramos un rato más hablando. Siempre tendría que planear otra cita con él, porque de verdad lo adoro. Me parece lo máximo, tanto afuera como adentro de la cancha. Lo admiro muchísimo. Sería lo máximo tener una charla con él.
(Las burbujas de María Camila Osorio)
¿Qué le preguntaría?
Que cómo hace para ser tan bueno. Le pediría consejos para el tenis, sobre todo para el aspecto mental, porque es impresionante cómo maneja la cabeza cuando está compitiendo. Es de admirar. Con Nadal también sería muy bueno hablar.
¿Qué descripción hace de usted misma como tenista?
Soy una jugadora muy guerrera, muy luchadora. Me gusta mucho competir y siento que siempre doy lo máximo. Soy una jugadora completa, puedo ser agresiva en determinados momentos y, en otros, defender. Varío los ritmos y estoy aprendiendo a utilizar todas mis cualidades.
¿En qué superficie se siente más cómoda?
Me gusta mucho el polvo de ladrillo, por lo que empecé a jugar en esa superficie. También me gusta la cancha rápida, he aprendido a jugar ahí, pero creo que, en el momento, mi favorita es el polvo de ladrillo.
¿Qué análisis hace de los triunfos que ha logrado en esta temporada?
Me encuentro feliz y emocionada, porque el top 100 (en la clasificación mundial de la WTA) está relativamente cerca. Poco a poco he logrado estas metas que me he planteado desde el comienzo de año y desde hace mucho tiempo. Estoy emocionada por arrancar a competir en grandes estadios y contra las mejores del mundo, y agradecida con Dios porque se me han abierto muchísimas puertas después del título en la Copa Colsánitas.
(María Angélica Bernal: sueños sobre ruedas y sin límites)
¿Cuáles son sus máximos sueños?
Ser la número uno del mundo, ganar varios Grand Slam y hacer historia.
¿Qué aspectos cree que debe fortalecer para seguir por el camino correcto hacia esos sueños?
Tengo muchas cosas para mejorar, diría que todas. Me falta mucho por corregir y perfeccionar, eso es lo bonito de esto. Me alegra decir que puedo seguir creciendo en mis golpes, en la parte física, mental y en todos los aspectos. Todavía me falta mucho para poder ser la número uno del mundo.
¿Qué es lo que más le recalca su entrenador, el español Ricardo Sánchez?
Que luche. Él sabe que esto es un camino largo y un proceso bastante complicado, porque lo ha vivido con varias tenistas. Me pide que siempre tenga la mejor actitud en la cancha, porque, al final, todo se remite a eso. Hay días en que no nos sentimos tan bien en la cancha, pero siempre hay que tener la mejor actitud para todo y sacar adelante los partidos.
¿Qué significa Fabiola Zuluaga en su vida?
Fabi ha sido una ayuda muy grande. Primero, porque ella nos abrió el camino, nos hizo creer que podíamos alcanzar las metas. Y, segundo, porque he tenido la oportunidad de compartir en muchas ocasiones con ella y me ha dado diversos consejos que me han servido. Los aprecio mucho, porque es una persona que ya ha estado en el más alto nivel. Me acompañó antes del reciente título y en los entrenamientos, pues ella ganó en varias ocasiones este torneo y sabía cómo había que jugar acá. Ella siempre está pendiente. Es muy bonito sentir que tengo el apoyo de una persona que sabe y que hasta el momento ha sido la mejor de la historia del tenis colombiano.
¿Qué conversación le ha dejado huella?
Siempre que hablo con las personas intento tomar lo mejor de cada una. Entonces, siempre voy recopilando cosas que me ayudan a crecer. Por ejemplo, Fabiola me dijo que tenía que ser más tranquila y paciente. Otras personas me habían hablado de mejorar en cosas del juego, pero no como tal en que debía tener más cabeza fría, y eso me ayudó mucho. Otra entrenadora me dijo que tenía que creer en mí y que si ya estoy donde estoy es por algo. Eso también me ayudó a confiar mucho más en mi tenis. Hay muchas personas que me aconsejan y yo voy tomando lo mejor para aplicarlo en mi vida y en mi tenis.
(María Isabel Urrutia y la mirada gris que conquistó el oro)
¿Cuál es la situación más curiosa que ha experimentado en su carrera?
Me han pasado muchas situaciones que ahora me dan risa, pero en su momento no eran tan divertidas. He perdido vuelos, una vez viajé a un torneo sin raquetas... Estaba en Estados Unidos e iba para Argentina y cuándo iba para el aeropuerto me acordé de que no las tenía, pero no valía la pena devolverse porque iba a perder el vuelo y eso hubiera costado más. Mi papá estaba en Colombia y tenía planeado ir a acompañarme al torneo en Argentina. Entonces él llevó dos raquetas y pude jugar. Ahora estoy más pendiente de llevar todo lo que necesité, pero antes era muy relajada.
¿Cómo ha sido la vida deportiva en medio de la pandemia?
Recién empezó todo, tuve que parar de jugar por unos dos meses. No podía agarrar la raqueta, ni salir, pero me mantuve haciendo físico y eso me sirvió para mejorar en otros aspectos. Antes era muy desordenada y hasta el año pasado me empecé a organizar un poco más en mi vida. Yo era de las que me paraba y ni tendía mi cama, me hacían todo en la casa... yo feliz [risas], pero sentía que debía comenzar a madurar en esas cosas, que parecen bobadas pero desde ahí empieza todo. Es importante mantener orden en la vida, y eso me ayudó también en el tenis. Fue muy raro, porque cuando regresé a jugar no metía una pelota en la cancha. Era incómodo. Estaba muy estresada, el tema del tapabocas... ahorita ya me estoy adaptando más, tengo los entrenamientos con normalidad y lo único es que, obviamente, debemos tener más cuidado en el tema del contacto con las personas.
¿Qué enseñanza le puede dejar la pandemia a la humanidad?
Nos hizo reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante. Muchas veces nos preocupamos por el trabajo u otras cosas, pero dejamos a un lado la salud, estar con la familia y aprovechar el tiempo con los seres queridos. Y, en mi concepto, eso es lo que más ha tomado sentido en medio de esta pandemia. El tener a mis seres queridos vivos y poder compartir con ellos es lo fundamental.