Martina Weil, la hija de Ximena Restrepo, brilló en la noche gris de Anthony Zambrano

Martina Weil, una de las grandes figura de los Juegos Panamericanos

Foto: EFE - Esteban Garay

Hace frío en Santiago de Chile. Sorprende a los de acá, pues dicen que están en tiempos de primavera. Sin embargo, el frío es aterrador; congela los dedos, deja tiesas las piernas y hace doler las puntas de los pies. Se siente calor, no obstante, cuando en la pista, la cancha o el escenario, entra un chileno. En cualquier competencia, el público pierde la noción de los decibeles y todos los estadios parecen venirse abajo. Chile es una furia al apoyar a sus atletas.

Sin embargo, ningún escenario había rugido tan fuerte como el Estadio Nacional este miércoles, cuando Martina Weil logró el oro panamericano en los 400 metros de la rama femenina.

Fue un título histórico de la chilena, de madre colombiana y deportista histórica, Ximena Restrepo, medallista de bronce en la misma prueba de su hija, los 400 metros, en Barcelona 1992.

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Su papá también es deportista, el lanzador de bala chileno Gert Weil, y es bicampeón de los Juegos Panamericanos, una vez en Indianápolis 1987 y la otra en La Habana 1991.

Con esos antecedentes familiares llegaba la Weil a la pista de Santiago, pero superó todas las expectativas. Campeona sudamericana, se esperaba que estos fueran los Juegos de la esperanza chilena. Es una de las grandes imágenes de la delegación, la cara que decora carteles en el metro de la capital que es sede de las justas.

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Este miércoles estuvo espléndida, dominando la prueba de principio a fin e imponiéndose de principio a fin en un estadio que se caía a sus pies. Lloró al ganar la prueba, lanzar un beso al público y buscar a sus padres en la tribuna. Ahí estaba Ximena Restrepo, que además es dirigente de la competencia.

Detrás de Weil llegó Nicole Caicedo, de Ecuador, y Evelis Aguilar, de Colombia. Un bronce especial para delegación nacional en una noche gris.

Anthony Zambrano sigue buscando el brillo de otros tiempos

Había esperanza. Finalmente, estábamos hablando de Anthony Zambrano, medalla de plata en los 400 metros de Tokio 2020.

El colombiano venía arrastrando muchas lesiones en los últimos tiempos. No tuvo su mejor carrera en las rondas de clasificación. Ni en la de 400 metros ni en la de 4x400 de relevos mixto, prueba en la que de hecho hasta se le vio trotando.

Zambrano no competía en el alto nivel desde hacía mucho y la última vez, en el Mundial de Budapest, fue descalificado por invadir el carril de un rival. Eso mismo le pasó este miércoles en el Estadio Nacional, cuando le invalidaron el tercer lugar que había conseguido en la prueba.

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Ya ese bronce estaba por debajo de las expectativas de un atleta que llegaba a Santiago a revalidar su título de Lima 2019. Sin embargo, se entendía que la falta de continuidad podía cobrar factura. Lo difícil de entender es que cometió el mismo error de hace unos meses y, una vez más, se quedó por fuera de un podio que muchos le exigían.

Estos Panamericanos eran una prueba de oro para Zambrano, que todavía no ha llegado a la marca mínima para los Olímpicos y empieza a ser duda para París 2024.

Seguro llegará. Como se lo dijo a El Espectador después de la competencia, la marca no le preocupa. Lo que sí lo tiene alerta es recuperarse y volver a su nivel, el que no se vio en la fría noche y de leve lluvia de Santiago. Las puertas del Estadio, que casi se cae con el triunfo de Weil, se cerraron con la derrota de Zambrano. Un resultado que prende las alarmas para Colombia pensando en los Olímpicos de París.

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