Miami, la ciudad que tuvo a LeBron James y que ahora tiene a Lionel Messi
La historia deportiva de la Miami moderna. El baloncesto fue el “boom” del nuevo milenio, justo cuando se empezó a consagrar la leyenda de King James. Allí se jugará este viernes el cuarto juego de la final de la NBA entre Miami Heat y Denver Nuggets desde las 7:30 p.m.
Fernando Camilo Garzón
En Miami hay un mural icónico con las caras del legendario equipo de los Heat que, entre 2012 y 2013, fue el mejor del planeta. Y aunque en la Florida dominaron la NBA y el baloncesto del mundo gracias a un LeBron James pletórico y en sus mejores años, es la cara del Rey, precisamente, la única que no se ve en las paredes de Miami. En cambio, su rostro es continuamente rayado y ocultado entre capas de pintura por los hinchas del equipo.
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En Miami hay un mural icónico con las caras del legendario equipo de los Heat que, entre 2012 y 2013, fue el mejor del planeta. Y aunque en la Florida dominaron la NBA y el baloncesto del mundo gracias a un LeBron James pletórico y en sus mejores años, es la cara del Rey, precisamente, la única que no se ve en las paredes de Miami. En cambio, su rostro es continuamente rayado y ocultado entre capas de pintura por los hinchas del equipo.
¿Qué pasó? Que, después de aquellos años maravillosos, James volvió a casa. Prefirió Cleveland y el calor del hogar, al que le prometió sacarlo campeón como finalmente lo hizo, por encima del lugar en el que dominó el mundo. Y eso para los fanáticos del Heat, a pesar del enorme legado, fue imperdonable.
En Miami el deporte, más que epicentro o identidad, representa la vida en las calles. No es una ciudad de grandes equipos o de legendarias estrellas. El deporte está en los barrios y es parte del atractivo turístico. Son otros territorios de la Florida los de los grandes reflectores. O eran, antes de la llegada del rey a la tierra de la “Pequeña Habana”.
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En la segunda mitad del siglo XX, estallada la revolución en Cuba, la migración de cubanos a la Florida, y de latinoamericanos venidos de muchas partes, logró que en la ciudad emergiera una afición precoz por el béisbol.
Fue a finales de la década de los 50 cuando nacieron, como una filial de otras franquicias más asentadas, los Marlins de Miami. El equipo no superó la década de los 60, cuando se mudó a Puerto Rico. Y la fiebre, que en un principio congregaba a casi 300,000 aficionados por temporada, terminó apaciguándose, con menos de 100.000 asistentes de promedio. No sería hasta 1993 que el equipó volvería a su tierra de origen.
Sin el béisbol, Miami estuvo lejos de los grandes reflectores deportivos hasta la década de los 70, cuando el fútbol americano empezó a mandar la parada.
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Los encargados de revolucionar la liga nacional desde la Florida fueron los Miami Dolphins, campeones en 1972 y 1972. Fueron dos títulos sin precedentes para la ciudad, que, además, hoy en día siguen siendo históricos a nivel nacional en Estados Unidos, pues en el 72 los Delfines de Miami terminaron la temporada con un récord de 17-0, siendo el único equipo en completar una temporada invicta y ganar el título de la NFL.
Las grandes glorias de ese siglo en Miami, con equipos récord en los 70, fueron el último coletazo competitivo de una ciudad que, tras los años dorados de Miami Dolphins, tendría que esperar más de tres décadas para volver a ganar en el deporte estadounidense.
Pero no serían el fútbol americano ni el béisbol los responsables, pues en 1988 se fundó Miami Heat, una nueva franquicia de la NBA que, entrados al siglo XXI, se convertiría en uno de los equipos más importantes y respetados de toda la liga.
Todo cambió desde el 95 con la llegada de un entrenador histórico como Pat Riley, que además empezó a ejercer de presidente. Él cambió el rumbo deportivo de la ciudad para siempre. La revolución de Miami empezó, primero, en 2003, cuando en el Draft el Heat escogió a un joven Dwyane Wade, ídolo con el paso de los años. Después, el surgimiento de Miami Heat se completaría con la llegada del mítico Shaquille O’Neal, clave en el primer campeonato de 2006, formando con Wade una de las mejores sociedades en la historia de la NBA.
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Y aunque ese campeonato supuso un revolcón para Miami, que empezó a figurar en las primeras planas del básquetbol nacional, la llegada de LeBron James en 2010 partió en dos la historia deportiva de la región. Acompañando a Wade, con un joven Erick Spoelstra al mando del banquillo, el Heat formó un quinteto inolvidable, liderado por James y con Chris Bosh como otro de sus protagonistas.
Ese equipo, que perdió en 2011 contra los Dallas Mavericks del histórico alemán Dirk Nowitzki, logró los dos títulos icónicos en 2012, contra el Oklahoma City Thunder de Kevin Durant, Rusell Westbrook y James Harden, y en 2013, contra San Antonio Spurs, que un año después le quitarían el tricampeonato.
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Pero, cuando en Miami se abría la posibilidad de formar una dinastía, LeBron James eligió a los Cavaliers y dejó Miami, con el corazón roto de miles de aficionados y una huella que hasta hoy sigue marcando la ciudad.
La esperanza renació en Miami Heat cuando llegó Jimmy Butler en 2019, el tejano prometido que le quiere devolver la grandeza a la Florida. Ya en 2020, la temporada de su arribo, Butler estuvo a punto de ganar el cuarto anillo para Miami, pero fue LeBron James, otrora héroe, el que con Los Ángeles Lakers se ganó el anillo.
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Ahora, Butler llevó a Miami, junto a otros estandartes como Bam Adebayo, nuevamente a la final de la NBA, en la que Denver Nuggets gana por 2-1 antes del cuarto juego que será este viernes en la Florida.
En el anterior juego, que también fue en Miami, justo ese día el mundo del deporte se revolucionó con la llegada de un nuevo rey a la ciudad: Lionel Messi, que jugará con Inter de Miami en la liga estadounidense del fútbol.
Una nueva promesa para el deporte en Miami que, con el argentino en sus tierras, volverá a ser uno de los epicentros del deporte en el mundo, como en los tiempos del reinado de LeBron James.
La ciudad de South Beach, la pequeña Habana, de hecho, vive una revolución deportiva sin precedentes. Hace apenas un año, la Fórmula 1 también aterrizo en sus playas, en uno de los nuevos circuitos más icónicos del campeonato mundial. Es más, hace apenas unos días fue el vigente bicampeón Max Verstappen quien impuso en las calles de Florida.
Sin embargo, la llegada de Messi, y un nuevo campeonato de la NBA, no tendrá parangón como fenómeno deportivo para Miami, una ciudad sin rey deportivo desde la partida de LeBron, pero que ya está lista para la nueva revolución que llegará en los próximos meses.
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