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La carrera de Tris Speaker abarca a los Medias Rojas de Boston, los Indios de Cleveland, los Senadores de Washington y los Atléticos, para ese entonces, jugando en Filadelfia. El jardinero central, mejor conocido como el Águila Gris es el máximo productor de dobletes en las Grandes Ligas.
Con dos anillos de Series Mundiales con los Pati-Rojos de Boston y un registro de 617 triunfos, frente a 520 derrotas, dirigiendo a los Indios al tiempo que se desempeñaba en el campo de juego, Speaker es considerado por la historia uno de los peloteros que se emancipó de la Liga Nacional apenas despuntaba la Liga Americana, en 1901, para crear el primer gran conflicto en el béisbol de las Grandes Ligas.
Con sus 792 tablazos de dos esquinas de por vida en la Gran Carpa, Speaker tiene en su poder esa marca que parece inalcanzable. Y los pocos que se han mostrado interesados en superarla han quedado rezagados en las compilaciones de la ilustre carrera de este inolvidable y sempiterno pelotero de las Grandes Ligas.
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Su habilidad para custodiar el bosque central y su manera peculiar en sus desplazamientos para engarzar los batazos, lo erigieron como uno de los más cotizados peloteros de la época cuando se iniciaba la rivalidad entre la Liga Nacional y la Liga Americana, ganando títulos de Series Mundiales con los Medias Rojas en los años 1912 y 1915. Además, dejó para la posteridad el registro ofensivo de 345 como promedio de por vida, cuya estadística destaca claramente la calidad de jugador que fue con el uso del bate, además de los 3.514 indiscutibles en su larga trayectoria de 21 años en las Grandes Ligas.
Cercanos y lejanos
Siempre se ha dicho en el beisbol que el triple es el batazo más complicado de alcanzar porque tiene características especiales y porque se combinan la situación del imparable, la posición del o los guardabosques que van en camino a recoger la pelota y la velocidad en el desplazamiento sobre las bases del bateador de turno. Todo tiene que ser con una dosis bien combinada de los esos elementos para que el batazo pueda permitirle al corredor alcanzar las tres almohadillas.
El cuadrangular, por el contrario, aún cuando aparentemente es bien difícil, dentro de la estrategia ofensiva del pelotero se proyecta como el tablazo que da de lleno en la cara a la pelota, enviándola con su poder hacia terrenos de nadie, y para entonces, ya no necesitará desplazarse raudo sobre las almohadillas y, tampoco, estar pendiente de que la defensiva pueda cortar el camino victorioso de la pelota que se va para la calle.
Pero, en el caso del batazo de dos bases, todo cambia debido a que el desplazamiento debe hacerse teniendo en consideración el sitio a donde cayó la pelota y la forma en que el defensor en el jardín tiene para intentar disminuir la carrera del corredor hacia la intermedia. Desde ese punto de vista, es lógico pensar que el doblete es regularmente la puesta en escena de una actitud agresiva del bateador-corredor que, en muchas ocasiones, arriesgando bastante, supera el primer cojín para abalanzarse hacia la segunda base.
Y al citar a Speaker como el hombre imbatible hasta hoy en esa clase de batazos, el de dos bases, con sus 792 dobletes, la historia precisa que en las estadísticas de la Gran Carpa apenas hay, hasta el momento, otros tres jugadores con 700 o más dobletes conectados, encabezados por Pete Rose con 746 batazos de dos almohadillas; el siempre recordado ídolo e inmortal de los Cardenales de San Luis, Stan Musial, con 725 dobles, y el controvertido y afamado Melocotón de Georgia, Ty Cobb, con 724. Y pare de contar.
Solo cuatro latinos
En la franja con 600 o más dobletes conectados, en más de un centenario de actividades del béisbol de las Grandes Ligas, hay menos de 20 peloteros, o para ser más exactos, apenas están inscritos 14 jugadores con ese guarismo o un poco superior.
La quinta casilla es para un dominicano que lo ha hecho todo en su brillante carrera en el mejor béisbol del mundo, como lo es Albert Pujols, quien a sus 42 años, sigue vigente en la Gran Carpa.
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Pujols, el hombre que tiene más de 600 cuadrangulares, más de 3.000 indiscutibles y más de 2.000 carreras remolcadas, acumula 674 dobletes, hasta la fecha del 30 de mayo de este año, por lo que fácilmente se puede presumir que puede superar con pocas dificultades los 680 batazos de dos esquinas.
Considerado uno de los bateadores de la época moderna con mayor consistencia y durabilidad con su forma de batear —utilizando bates de 32 onzas frente a lanzadores derechos y de 33 contra los serpentineros zurdos —, Pujols está en su último año de vigencia en las Grandes Ligas —jugando con los uniformes de los Cardenales de San Luis, los Angelinos de California y los Dodgers de Los Ángeles— y todo lo que consiga de aquí en adelante, es parte del patrimonio histórico que dejará como legado de lo que puede ser su inmortal carrera, faltándole únicamente que sea elegido para integrar el Salón de la Fama.
Después de Pujols está el sensacional Craig Biggio, la luminaria de los Astros de Houston, dueño de un nicho en Cooperstown, con 668 dobletes; siguiéndolo el ídolo de los Reales Kansas City, George Brett, con 665 batazos de dos esquinas y, finalmente con más de 650, Nap ‘’El Francés’' Lajoie, exaltado como el mejor segunda base de todos los tiempos de los Indios de Cleveland, y al cierre de su carrera, con los Filis de Filadelfia, con 657 dobles.
Por encima de 600
El formidable Carl Yastrzemski, el siempre recordado Pati-Rojo de Boston, un pelotero que nunca se dio por vencido en su época de insignia para su novena, es el primero en la tabla por encima de los 600 dobletes, al compilar en su destacada carrera 646 batazos de dos esquinas. Sin embargo, no conquistó ningún anillo de Serie Mundial, dada la sequía que durante más de ocho décadas sufrió la divisa de los Medias Rojas.
Con 643 en las estadísticas está una de las estrellas de todos los tiempos con los Piratas de Pittsburgh, Honus Wagner, el torpedero que dejó grata impresión entre los aficionados y los técnicos de comienzos del pasado siglo.
Y ahora, otros dos latinos, ambos dominicanos, de la época moderna del béisbol de la Gran Carpa, como lo son Adrián Beltré, con 636 dobletes conectados en su historial, luciendo los uniformes de los Dodgers de Los Ángeles, los Marineros de Seattle, los Medias Rojas de Boston y los Vigilantes de Texas; y el inmortal David ‘Big Papi’ Ortiz, defendiendo a los Mellizos de Minnesota y a los Medias Rojas de Boston, con 632 batazos de dos esquinas en su destacada carrera.
En ese grupo de grandes entre los grandes, el ‘Martillo’ Hank Aaron, el siempre recordado hombre de los 755 ‘’bambinazos’' y quien pulverizó el registro de 714 jonrones de Babe Ruth, e ídolo de Alabama, aparece con 624 imparables de dos bases.
Pero va por más
El venezolano Miguel Cabrera acaba de superar el registro de todos los tiempos de Barry Bonds, al sumar 603 dobletes contra 601 del controvertido jonronero de todos los tiempos.
Pero Cabrera está pensando en ir por más, porque tiene todavía muchos turnos más al bate en lo que hace falta de esta temporada en el mejor béisbol del mundo, la cual, al decir de él mismo, será la última.
Con los 603 batazos de dos bases, Cabrera iguala en las estadísticas de por vida con el inmortal de los Orioles de Baltimore, Carl Ripken Jr., y está a dos de empatar con Paul Molitor, el digno representante de los Cerveceros de Milwaukee, los Azulejos de Toronto y los Mellizos de Minnesota; y de Paul Waner, el ‘gran veneno’ de los Piratas de Pittsburgh; y desde luego, a 3 de superarlos a los dos.
¿Tendrá la suficiente gasolina Cabrera para llegar a los 624 que tiene Hank Aaron o de sobrepasarlo con 23 dobletes más este año? Difícil, muy difícil, pero no imposible.
Dentro de las posibilidades para algún otro pelotero latino, en esa destacada tabla de bateadores con más dobletes conectados, tendríamos que señalar que el dominicano Robinson Canó, en medio del escándalo por la violación de los principios elementales de no utilizar sustancias extra-deportivas, está encaminado en poder llegar a los 600 batazos de dos esquinas.
Canó está con 571 y tiene por delante el resto de la campaña del presente año, de tal manera que sus posibilidades están intactas. En lo que va de este año, jugando por los Mets de Nueva York y los Padres de San Diego, hasta el momento de escribir estas líneas, Robinson no ha despachado el primer doblete.
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Con cuatro meses de actividades con el uniforme de los ‘Frailes’, Canó puede pensar seriamente en alcanzar la cifra mágica de los 600 dobletes despachados en la Gran Carpa. Por ahora, sin incluir jugadores norteamericanos, Robinson tiene en la mira a cuatro peloteros latinos que están en su camino, empezando por el receptor Iván Rodríguez, el inmortal boricua que suma 572; el venezolano Bobby Abreu, con 574; el cubano Rafael Palmeiro, con 585 y, finalmente, Luis González, el latino nacido en tierras estadounidenses, con 596 dobletes conectados.
Tris Speaker seguirá reinando como el imbatible en dobles conectados en las Grandes Ligas, y con cada día que pasa, más difícil será que puedan superar la marca de 792 tablazos de dos bases despachados en la crema y nata del béisbol del mundo.
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