Muhammad Alí, un rebelde dentro y fuera del cuadrilátero
Además de los fuertes golpes que propinaba a sus adversarios, también fue reconocido por su participación en religión y política.
Felipe Raymond Fajardo
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Clay nació el 17 de enero de 1942 en Louisville, Estados Unidos. A los 12 años inició su trayectoria en el pugilismo cuando le robaron su bicicleta y decidió ir a denunciar lo que pasó al policía Joe Martin. El oficial intentó calmar al joven que solo quería golpear al que había cometido el crimen. Martin le recomendó que, antes de pelear, fuera a unas clases de boxeo para que supiera que era lo que estaba haciendo.
Para 1960 ya era campeón estatal de Kentucky y nacional aficionado en la categoría semipesado. Después de 36 victorias consecutivas fue derrotado por primera vez por Amos Johnson. Ese mismo año fueron los Juegos Olímpicos de Roma y con solo 18 años buscó alcanzar una medalla de oro. Primero intentó clasificar para la categoría de pesos pesados, pero fue eliminado. Logró su objetivo en los semipesados tras derrotar al campeón panamericano Allen Hudson.
En su viaje a tierra de gladiadores alcanzó lo más alto del podio y pensó que había demostrado que era el mejor. En su retorno a su ciudad natal fue a comer algo. Estados Unidos vivía la época de la segregación, en la que personas blancas y negras podían convivir juntos, pero separados. En el restaurante, al que Cassius Clay llegó a almorzar, le dijeron que no podía comer allí, él exigió que le sirvieran por ser campeón olímpico. “Recuerdo que la mesera me dijo: ‘acá no servimos a gente de color’. Yo le dije que igual no me los iba a comer. ¡Solo quería un sándwich!”.
Sus comienzos en el pugilismo profesional fueron brillantes. A pesar de ser fuertemente criticado por no tener un estilo tradicional de pelea, Clay acumuló 19 triunfos consecutivos en tres años, en los que cayó a la lona solo dos veces.
En 1964 se dio la primera gran pelea de Clay contra el campeón de la Asociación Mundial del Boxeo (AMB), la Comisión Atlética de Nueva York (NYSAC) y el Consejo Mundial del Boxeo (CMB): Sonny Liston. A pesar de que los mismos promotores del combate le recomendaron no disputarla, él se presentó y vapuleó a su contrincante. Luego de vencer a Liston, hizo público el cambio de su nombre a Muhammad Alí, que para los musulmanes significa “el amado por Dios”. Fue su forma de expresar su fidelidad al Islam como su nueva religión.
Durante la década de 70, Alí se enfrentó con Joe Frazier en tres ocasiones: 1971, 1974 y 1975, combates que se cuentan entre los mejores de la historia. En el 74, después de vencer a Frazier, derrotó a George Foreman en Zaire para volver a ser campeón mundial de los pesos pesados.
Su inconformidad con los problemas raciales en Estados Unidos, su orgullo por la raza negra —que lo llevó a convertirse al Islam y cambiarse el nombre— y su oposición contra la Guerra de Vietnam, le costaron su licencia para boxear durante parte de su carrera, pero se dio a conocer en el mundo por las causas que apoyó.
Luego de ser derrotado por Trevor Berbick en Bahamas, Muhammad Alí se retiró por segunda vez. Fue la definitiva. Terminó con una marca de 56 triunfos y cinco derrotas. Fue nombrado mejor deportista del siglo XX por la BBC y Sports Ilustrated e ingresó al Salón de la Fama del Boxeo. El 3 de junio de 2016, a sus 74 años y tras luchar contra el párkinson por mucho tiempo, falleció.