Murió el excampeón mundial de lucha libre Bill Martínez, el Tigre Colombiano
El máximo ídolo de la lucha libre colombiana de todos los tiempos falleció este fin de semana en Puerto Rico.
El domingo 27 de noviembre, a los 92 años, en el Hospital San Carlos Borromeo del municipio de Moca, al noroeste de Puerto Rico, donde residía, falleció el exluchador Bill Martínez, máximo exponente de la lucha libre colombiana de todos los tiempos, quien dejó en alto el nombre del país en tinglados de más de medio mundo.
Comenzó su carrera deportiva en Bogotá como boxeador y luchador olímpico. Se inició en la práctica del Vale Todo —un antecedente de las actuales artes marciales mixtas— con su principal mentor, el luchador ruso Iván Tarnowski, debutando como luchador profesional el 18 de abril de 1951 en la Plaza de Toros de Santamaría.
El periodista deportivo Carlos Arturo Rueda C. fue quien le dio el nombre de Tigre Colombiano, con el que ganó fama y fortuna durante la época de oro de la lucha libre mundial, desde los años cincuenta hasta mediados de los setenta del siglo pasado.
En 1960, tras acreditar su clase en las principales plazas de Suramérica, Bill Martínez se embarcó hacia Barcelona sin sospechar que meses después disputaría la final de una Copa del Mundo en la ciudad de Múnich, conquistando el título mundial pesado junior ante el yugoslavo Michael Uyovic, dando inicio a un peregrinar por el mundo que lo llevaría a competir en Europa, Estados Unidos, África, Asia, México, Centroamérica y el Caribe.
Además de luchador estrella, el Tigre jugó un papel fundamental como formador de una generación de luchadores colombianos que siguieron sus pasos en el extranjero, deportistas como Memo Díaz, Lucho Melo y, muy especialmente, Jorge Martínez, el hermano menor de Bill, quien lo superaba en tamaño y adoptó el nombre de batalla de Rudo Martin.
Entre 1969 y 1973, Bill Martínez se desempeñó así mismo como promotor de la empresa Catch, con la que organizó temporadas internacionales que, a juicio de los entendidos, fueron el último resplandor antes del ocaso de la lucha libre profesional como espectáculo masivo.
Después de su retiro definitivo como luchador, el Tigre Colombiano se radicó en la isla de Puerto Rico, donde convivió con su última esposa, la bióloga Daysi Vargas. En la ciudad de Mayagüez, en el corazón del barrio El Maní, se convirtió en el entrenador del Caribbean Top Team, el primer equipo de artes marciales mixtas de la isla.
El maestro Bill mantuvo siempre contacto con Colombia gracias a vínculos familiares y profesionales que le permitían venir periódicamente. Visitó Bogotá por última vez a comienzos del presente mes, para asistir a la presentación del libro Entrena como bestia, pelea como salvaje, escrito por su biógrafo, el poeta y cronista John Galán Casanova.
El domingo 27 de noviembre, a los 92 años, en el Hospital San Carlos Borromeo del municipio de Moca, al noroeste de Puerto Rico, donde residía, falleció el exluchador Bill Martínez, máximo exponente de la lucha libre colombiana de todos los tiempos, quien dejó en alto el nombre del país en tinglados de más de medio mundo.
Comenzó su carrera deportiva en Bogotá como boxeador y luchador olímpico. Se inició en la práctica del Vale Todo —un antecedente de las actuales artes marciales mixtas— con su principal mentor, el luchador ruso Iván Tarnowski, debutando como luchador profesional el 18 de abril de 1951 en la Plaza de Toros de Santamaría.
El periodista deportivo Carlos Arturo Rueda C. fue quien le dio el nombre de Tigre Colombiano, con el que ganó fama y fortuna durante la época de oro de la lucha libre mundial, desde los años cincuenta hasta mediados de los setenta del siglo pasado.
En 1960, tras acreditar su clase en las principales plazas de Suramérica, Bill Martínez se embarcó hacia Barcelona sin sospechar que meses después disputaría la final de una Copa del Mundo en la ciudad de Múnich, conquistando el título mundial pesado junior ante el yugoslavo Michael Uyovic, dando inicio a un peregrinar por el mundo que lo llevaría a competir en Europa, Estados Unidos, África, Asia, México, Centroamérica y el Caribe.
Además de luchador estrella, el Tigre jugó un papel fundamental como formador de una generación de luchadores colombianos que siguieron sus pasos en el extranjero, deportistas como Memo Díaz, Lucho Melo y, muy especialmente, Jorge Martínez, el hermano menor de Bill, quien lo superaba en tamaño y adoptó el nombre de batalla de Rudo Martin.
Entre 1969 y 1973, Bill Martínez se desempeñó así mismo como promotor de la empresa Catch, con la que organizó temporadas internacionales que, a juicio de los entendidos, fueron el último resplandor antes del ocaso de la lucha libre profesional como espectáculo masivo.
Después de su retiro definitivo como luchador, el Tigre Colombiano se radicó en la isla de Puerto Rico, donde convivió con su última esposa, la bióloga Daysi Vargas. En la ciudad de Mayagüez, en el corazón del barrio El Maní, se convirtió en el entrenador del Caribbean Top Team, el primer equipo de artes marciales mixtas de la isla.
El maestro Bill mantuvo siempre contacto con Colombia gracias a vínculos familiares y profesionales que le permitían venir periódicamente. Visitó Bogotá por última vez a comienzos del presente mes, para asistir a la presentación del libro Entrena como bestia, pelea como salvaje, escrito por su biógrafo, el poeta y cronista John Galán Casanova.