NBA Playoffs: Mike Brown y la consagración de sus Sacramento Kings
El entrenador, que fue escogido de forma unánime como el mejor entrenador de la temporada, tiene el reto de eliminar a su antigua casa, los campeones vigentes: Golden State Warriors. La serie va 2-2.
Fernando Camilo Garzón
Sacramento Kings llegó a las finales siendo la sensación de la NBA. Es el equipo del que todos hablan. Unos días antes del inicio de los playoffs, Mike Brown, su entrenador estrella, se llevó el premio al mejor estratega de la campaña. Un galardón votado por sus propios colegas, que decidieron de forma unánime, algo inédito, darle el reconocimiento al técnico oriundo de Ohio.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Sacramento Kings llegó a las finales siendo la sensación de la NBA. Es el equipo del que todos hablan. Unos días antes del inicio de los playoffs, Mike Brown, su entrenador estrella, se llevó el premio al mejor estratega de la campaña. Un galardón votado por sus propios colegas, que decidieron de forma unánime, algo inédito, darle el reconocimiento al técnico oriundo de Ohio.
¿Por qué Brown se llevó el 100% de los votos? ¿Qué tienen sus Kings de diferente a los demás equipos de la liga? ¿Podrán dar el golpe y eliminar a los vigentes campeones, los Warriors de San Francisco?
Mire: La sonrisa del Joker, el MVP de la NBA
Empecemos por la última pregunta. Este miércoles, desde las nueve de la noche (hora de Colombia), Sacramento recibirá de nuevo la serie con los Warriors. La llave va empatada 2-2, pero cuando había dejado la capital del estado de California iba 2-0 en favor de los locales. Ahora, los Kings tendrán que desequilibrar la balanza a su favor en casa porque, con una derrota, los Warriors podrían cerrar la contienda en San Francisco para el sexto juego.
La presión, un privilegio que se han ganado, la tienen los Kings. Además, tienen armas para aspirar a dar el golpe y dejar por fuera a una de las dinastías reinantes en la liga durante los tiempos recientes.
Más: Leeds sobrevivió al duelo por el descenso con gol de Sinisterra en la Premier
Mike Brown, uno de los entrenadores más ganadores de la NBA, aunque apenas hasta ahora logra el reconocimiento por su trabajo, es un hombre de largo recorrido, pero cocinado en el seno de Golden State, cuando estuvo varios años bajo la tutoría de Steve Kerr mientras los Warriors conquistaban anillo tras anillo.
Y aunque a los Warriors llegó en 2016 como asistente, Brown ya había tenido bajo su batuta, como entrenador principal, a jugadores como LeBron James, durante su primera etapa en los Cavaliers de Cleveland, o Kobe Bryant, cuando asumió el cargo de entrenador de los Lakers tras la salida de Phill Jackson.
Tal vez ese recorrido, con varios fracasos, pero con más triunfos que derrotas, terminaron de formar en Brown el estratega revolucionario que es ahora. De ese bagaje pudo construir el equipo sensación de esta temporada y su proyecto, elimine o no a los Warriors esta semana, se ve prometedor.
No se pierda: Stephen Curry, el triplero que cambió la NBA para siempre
De Mike Brown siempre se reconocieron sus capacidades, su forma meticulosa de preparar los equipos y su obsesión con el análisis de los partidos. De hecho, y lo confesó en una entrevista reciente con “The Athletic”, antes le costaba reconocer esos límites. Sus plantillas se desgastaban y su pasión en la dirección técnica terminó, muchas veces, en conflictos con sus dirigidos.
Por eso, cuenta el estratega, su paso por los Warriors fue clave. Porque cuando llegó a la Bahía, el tono de uno de los equipos más ganadores de la historia era más tranquilo. Steve Kerr no era un obsesivo, dejaba a sus jugadores ser. Golden State revolucionó, sin lugar a dudas, el baloncesto, Mike Brown lo vivió desde adentro. Pero sin locuras. Fue una revelación: “Para mí, todo se trataba del negocio, la táctica y jugar duro. A la mierda todo eso: a veces, los mejores equipos son los que saben tener una vida real y coexistir”, explica en esa entrevista. Brown entendió que cada plantilla crea su propio ecosistema, no es algo que pueda forzarse. Esa es la clave de su éxito reciente.
Le puede interesar: Michael Jordan y el imperio efímero de las leyendas
Todo ese aprendizaje lo llevó a Sacramento, una de las franquicias más golpeadas de las últimas décadas, que no entraba a playoffs desde hace 16 años. Sin embargo, Brown logró lo que parecía imposible. Los Kings, en boca de todos ante el asombro de la mayoría, se volvieron un equipo dinámico, vistoso en ofensiva y comprometido en defensiva.
Se ha visto en la serie contra los Warriors. En especial, en los dos primeros partidos, que Brown leyó a la perfección, anulando el juego que él mismo cimentó junto a Kerr. Las claves estuvieron en los bloqueos de los espacios para los tiradores. Sacramento marcó hombre a hombre. Y, además, le puso guardaespaldas a Stephen Curry. Un ambiente hostil en el que, incluso, si el Chef lograba sacarse la marca, tenía un nuevo hombre encima. Y como en los Kings todos defienden al más alto nivel, cualquiera podía cerrarle la puerta a la leyenda de la Bahía.
El duelo es interesante, los Kings, con su idea de juego y estrategía han sabido igualar las cargas. Y los Warriors de Kerr, que se reinventan en medio de las adversidades, han sabido darle la vuelta a los planes de Brown.
De hecho, se hizo viral un video en el que el entrenador de Golden State le dice a su exasistente, en tono de broma, que tienen nuevas jugadas que no estaban en los videos. “Ya no conoces ninguna, a ver cómo las paras”, le espeta.
Por su capacidad, su volumen de juego y versatilidad, los Kings son un equipo distinto. Por eso Brown fue escogido entrenador del año.
Su objetivo era construir todo un proceso, que seguramente no culmina en esta campaña, apenas empieza. “Es la primera oportunidad que tengo de dirigir y hacer lo que sienta necesario para que el equipo vaya en la dirección correcta. No podía tener demasiada resistencia, porque justamente estaban buscando alguien que los guíe. Eso es lo que yo quería”, explicó sobre su llegada.
Los de Sacramento han forjado sus propias chances de aspirar a derribar a los favoritos. Esa es su consagración. Un equipo en el que brilla De’Aaron Fox, Somantas Sabonis o Harrison Barnes, una plantilla sin grandes nombres, pero que aspira a los mayores escaparates. ¿Llegará? Por ahora, no importa. No es el destino, es el camino. Es más relevante el cómo se llega hasta allá. Ese era el sueño de su entrenador: “No me importa lo que dicen de mí. No me importa lo que dicen de mi equipo. Los voy a dirigir como sienta que debo hacerlo.”
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador