“No tengo excusa, era mi día y perdí la medalla”: entrevista con Flor Denis Ruiz
La vallecaucana habló con El Espectador luego de no conseguir la medalla en el lanzamiento de jabalina. ¿Qué pasó?
Fernando Camilo Garzón
“Es la vida del lanzador, qué más les puedo decir”, terminó Flor Denis Ruiz su entrevista con la prensa en el Estadio de Saint-Denis, después de su participación en la final del lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de París 2024. Se esperaba la medalla, para muchos iba a haber podio cantado. Sin embargo, no hubo fiesta, no hubo jolgorio, no sonó el himno y nos fuimos sin el podio más esperado.
Nadie entendió lo que pasó, ni la propia atleta. Mientras lo explicaba, abría los ojos y también los brazos, como el cristo redentor. Incrédula, no sabía qué decir. Su expresión era de sorpresa total. Sin embargo, no evadió la responsabilidad y, al contrario, admitió los errores. ¡Qué poco común es ver eso!
“No tengo ninguna excusa. El día era perfecto, el clima estaba perfecto. Físicamente, estaba en óptimas condiciones, me sentía bien, estaba tranquila. Simplemente, no lo logré. Lanzaba la jabalina con toda mi fuerza, pero no corría. Era mi día y perdí la medalla”, dijo la de Pradera, Valle del Cauca, que tan pronto se apagaron las grabadoras, dejó caer los hombros. Al responder las preguntas se mostró tranquila, pero después, caminando en la despedida, empezó a sentir la dureza del adiós, el peso de la derrota.
“Me da tristeza, claramente, pero si no gané la medalla fue por algo”: Flor Denis Ruiz
Flor Denis Ruiz terminó entre las cinco primeras y aseguró otro diploma olímpico para Colombia. Claramente, por las expectativas, sabe a muy poco.
Su mejor marca, en el segundo lanzamiento, fue de 63 metros cerrados. Fue superada por la campeona, su gran rival, la japonesa Haruka Kitaguchi, que hizo 65.80. La plata se la llevó Jo-Anne van Dyk, de Sudáfrica, que hizo 63.93, y el bronce, la checa Nikola Ogrodnikova, que lanzó 63.68. Por encima también quedó la cuarta, la croata Sara Kolak, que hizo 63,40.
“Al mirar las marcas con las que se ganó, no lo podía creer. Perdí la medalla, hoy era mi día. Me da tristeza, claramente. Si no gané la medalla fue por algo. Soy una mujer berraca y no me voy a derrumbar por una derrota. A Colombia le digo que tenemos que mirar para adelante”, explicó la atleta.
Ante la pregunta de si tal vez las expectativas o el escenario pesaron en el resultado inesperado, Flor Denis Ruiz tampoco tomó esa vía. “No tuvo nada que ver. A mí no me dan nervios. Nunca miro lo que hacen mis competidoras porque siempre estoy concentrada en mi marca. Yo me olvido de todo cuando estoy lanzando, solo pienso en mí. No sé qué pasó. No se dio. Es duro, pero la vida es así. Tenemos que seguir adelante”.
Aunque no lo confirmara, en el Estadio de Saint-Denis, a Flor Denis Ruiz se le vio desencajada. Desde el primer lanzamiento, dio la sensación de que la vallecaucana, que llegaba con la mejor marca del año (66.70 metros, casi uno por encima del lanzamiento que se llevó el oro), no estaba en su tarde.
“Después de cada intento me acerqué a mi entrenador y le dije que estuviera tranquilo, que el lanzamiento iba a salir. Que uno iba a lograr, pero no se dio. ¡Increíble!”, dijo la colombiana.
No es la primera vez que le pasa, confesó. De hecho, es común, reveló. “¿Cómo lo solucionó las otras veces?”, le preguntaron. Y dijo: “¡Simplemente, sale uno!”.
No fue el día, así de simple, como lo explicó ella. La fiesta se quedó preparada, pero no hubo carnaval. En unos Juegos Olímpicos de pocas certezas, la que Colombia creía la mayor de todas, falló. “Así es la vida”, dijo Flor Denis Ruiz antes de irse. Lo repitió, una y otra vez. Un mantra para soportar el dolor del sueño frustrado. La ambición de toda una vida que no fue coronada. Dijo que no parará. Que cree en ella y mantiene la esperanza de su medalla olímpica. Volverá para Los Ángeles, avisó. Para entonces, si cumple su promesa, tendrá 37 años. Tal vez, jamás tenga una oportunidad como la que tuvo este sábado. Era su noche y ella lo sabía. No obstante, mañana de nuevo saldrá el sol.
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“Es la vida del lanzador, qué más les puedo decir”, terminó Flor Denis Ruiz su entrevista con la prensa en el Estadio de Saint-Denis, después de su participación en la final del lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de París 2024. Se esperaba la medalla, para muchos iba a haber podio cantado. Sin embargo, no hubo fiesta, no hubo jolgorio, no sonó el himno y nos fuimos sin el podio más esperado.
Nadie entendió lo que pasó, ni la propia atleta. Mientras lo explicaba, abría los ojos y también los brazos, como el cristo redentor. Incrédula, no sabía qué decir. Su expresión era de sorpresa total. Sin embargo, no evadió la responsabilidad y, al contrario, admitió los errores. ¡Qué poco común es ver eso!
“No tengo ninguna excusa. El día era perfecto, el clima estaba perfecto. Físicamente, estaba en óptimas condiciones, me sentía bien, estaba tranquila. Simplemente, no lo logré. Lanzaba la jabalina con toda mi fuerza, pero no corría. Era mi día y perdí la medalla”, dijo la de Pradera, Valle del Cauca, que tan pronto se apagaron las grabadoras, dejó caer los hombros. Al responder las preguntas se mostró tranquila, pero después, caminando en la despedida, empezó a sentir la dureza del adiós, el peso de la derrota.
“Me da tristeza, claramente, pero si no gané la medalla fue por algo”: Flor Denis Ruiz
Flor Denis Ruiz terminó entre las cinco primeras y aseguró otro diploma olímpico para Colombia. Claramente, por las expectativas, sabe a muy poco.
Su mejor marca, en el segundo lanzamiento, fue de 63 metros cerrados. Fue superada por la campeona, su gran rival, la japonesa Haruka Kitaguchi, que hizo 65.80. La plata se la llevó Jo-Anne van Dyk, de Sudáfrica, que hizo 63.93, y el bronce, la checa Nikola Ogrodnikova, que lanzó 63.68. Por encima también quedó la cuarta, la croata Sara Kolak, que hizo 63,40.
“Al mirar las marcas con las que se ganó, no lo podía creer. Perdí la medalla, hoy era mi día. Me da tristeza, claramente. Si no gané la medalla fue por algo. Soy una mujer berraca y no me voy a derrumbar por una derrota. A Colombia le digo que tenemos que mirar para adelante”, explicó la atleta.
Ante la pregunta de si tal vez las expectativas o el escenario pesaron en el resultado inesperado, Flor Denis Ruiz tampoco tomó esa vía. “No tuvo nada que ver. A mí no me dan nervios. Nunca miro lo que hacen mis competidoras porque siempre estoy concentrada en mi marca. Yo me olvido de todo cuando estoy lanzando, solo pienso en mí. No sé qué pasó. No se dio. Es duro, pero la vida es así. Tenemos que seguir adelante”.
Aunque no lo confirmara, en el Estadio de Saint-Denis, a Flor Denis Ruiz se le vio desencajada. Desde el primer lanzamiento, dio la sensación de que la vallecaucana, que llegaba con la mejor marca del año (66.70 metros, casi uno por encima del lanzamiento que se llevó el oro), no estaba en su tarde.
“Después de cada intento me acerqué a mi entrenador y le dije que estuviera tranquilo, que el lanzamiento iba a salir. Que uno iba a lograr, pero no se dio. ¡Increíble!”, dijo la colombiana.
No es la primera vez que le pasa, confesó. De hecho, es común, reveló. “¿Cómo lo solucionó las otras veces?”, le preguntaron. Y dijo: “¡Simplemente, sale uno!”.
No fue el día, así de simple, como lo explicó ella. La fiesta se quedó preparada, pero no hubo carnaval. En unos Juegos Olímpicos de pocas certezas, la que Colombia creía la mayor de todas, falló. “Así es la vida”, dijo Flor Denis Ruiz antes de irse. Lo repitió, una y otra vez. Un mantra para soportar el dolor del sueño frustrado. La ambición de toda una vida que no fue coronada. Dijo que no parará. Que cree en ella y mantiene la esperanza de su medalla olímpica. Volverá para Los Ángeles, avisó. Para entonces, si cumple su promesa, tendrá 37 años. Tal vez, jamás tenga una oportunidad como la que tuvo este sábado. Era su noche y ella lo sabía. No obstante, mañana de nuevo saldrá el sol.
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