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Hay jugadores a los que la adversidad los engrandece. Novak Djokovic es uno de esos. La sensación es que todos están en su contra. No es la personalidad más querida. Algunas de sus actuaciones y sus declaraciones no han sentado bien. Y vuelve una vez más el debate sobre separar o no a la persona de su obra.
El serbio venía con aire de grandeza y de revancha. El año pasado no pudo participar en el Abierto de Australia luego de haber sido expulsado por no haber cumplido con las normas de sanidad por la pandemia del Covid-19 en ese país. Fue una baja importante para el primer Grand Slam del año y para un torneo que ha visto ya en varias ocasiones en lo más alto a Djokovic.
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Anoche dejó en el camino a Tommy Paul, a quien venció por parciales de 7-5, 6-1, 6-2. “Ganar Grand Slams y ser número uno del mundo, probablemente son las mayores cumbres que puedes alcanzar siendo un tenista profesional. Así que a ver qué pasa”, aseguró Djokovic tras finalizar el partido que le dio el pase a la final del Abierto de Australia.
Ganó en tres sets. A simple vista se vio fácil, pero en el primer set se vio a un Djokovic incómodo por el ambiente que lo rodeaba. Además de la animadversión que despierta en muchos, se sumó la polémica que provocó su padre por aparecer en fotos con aficionados prorrusos. Sobre esto, el serbio comentó que: “Mi padre pasaba por allí, con muchas banderas serbias alrededor. Eso es lo que pensó, pensó que se estaba tomando una fotografía con alguien de Serbia” y que “Ha sido desafortunado que la mala interpretación de lo que ocurrió haya escalado a tal nivel (...) Pero espero que la gente entienda que no había absolutamente ninguna intención de apoyar ningún tipo de guerra”.
Las cifras que persigue Novak Djokovic
Lo cierto es que Australia parece ser una segunda casa para el serbio. Juega como en el patio de su casa. Y salvo algunos pasajes de errores que son apenas normales en un ser humano, generalmente Djokovic sale triunfante. Desde 2018, ‘Nole’ no pierde en Melbourne, y aunque hay que tener en cuenta su ausencia en 2022 -torneo que ganó Rafael Nadal-, ya acumula 27 victorias consecutivas, superando el récord que tenía Andre Agassi.
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Haber llegado a la final amplió la ventaja que le tomó a Roger Federer en número de veces en llegar a disputar un título de Grand Slam. El suizo se quedó con 31 finales, mientras que el serbio ya alcanzó con esta 33, igualando a Serena Williams y Chris Evert.
De vencer a Stéfanos Tsitsipas el domingo, Novak Djokovic haría moñona. No solo lograría su décimo título en el Abierto de Australia -quedaría a uno de Margaret Court, la máxima ganadora de este torneo-, sino también alcanzaría a Rafael Nadal con 22 títulos de Grand Slam.
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Sobre esta final contra el griego, que recuerda la de Roland Garros en 2021, Djokovic declaró que: “Fue la primera vez que remonté un 2-0 en una final de Grand Slam, era también su primera final. Es uno de los chicos más interesantes del circuito, con su melena… Dejemos que gane el mejor jugador”.
Novak Djokovic y su historial en el Abierto de Australia
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