Ons Jabeur: la tenista árabe que está dispuesta a hacer historia

Nacida en la ciudad costera de Ksar Hellal, Ons Jabeur comenzó a jugar al tenis desde los tres años. Con seis, ya sabía cuál era el agarre perfecto para una buena derecha. A los diez años, hizo su primera aparición nacional y varios entrenadores fijaron en ella. Recibió ofertas de centros deportivos de Bélgica y Francia, pero orgullosa de sus orígenes, optó por formarse en Túnez. Tenía el esfuerzo y dedicación que se requieren para jugar el tenis, lo único que le faltaba eran los medios.

Dos años después, Jabeur viajó 150 kilómetros hacia el norte hasta Túnez, la capital de la nación. Una vez ahí entró al centro de entrenamiento Lycée Sportif El’Menzah, una escuela deportiva subsidia por el gobierno para formar a los atletas prometedores del país. Demostró ser una deportista talentosa, decidida a sobresalir frente a sus compañeros . En agosto de 2007, en la semana de su cumpleaños número 13, entró al Circuito Juvenil de la Federación Internacional de Tenis (ITF) por primera vez.

Mire: Máximos ganadores del Grand Slam: así quedó el palmarés tras final de Wimbledon

Hizo su debut en un Grand Slam junior en el US Open de 2009, perdiendo su primer partido ante Laura Robson. Poco a poco se fue adentrando en el mundo del tenis y en octubre de ese año disputó su primera final. Al año siguiente, Jabeur comenzó a producir buenos resultados en los Grand Slam Junior.

Todas las horas de agotadoras entrenamiento dieron resultado en Roland Garros Junior del 2011. El Abierto Francés fue único título de esta categoría para convertirse en la primera mujer norteafricana en ganarlo. También, fue la primera árabe en ganar un título individual de Grand Slam Junior desde que el egipcio Ismail El Shafei en Wimbledon en 1964.

Tras más de diez años en la ITF, Jabeur había acumulado 11 títulos, incluyendo el de Túnez en tres ocasiones. Su última victoria fue el ITF de Manchester y sabía que estaba lista para dar el siguiente paso. Así que en junio del 2018, la tunecina de 24 años, se lanzó a la Asociación de Tenis Femenino (WTA)

En sus primeros años pasó casi desapercibida: el mundo del tenis tenía sus ojos puestos en Simona Halep y una joven Naomi Osaka. Su verdadero punto de inflexión, fue en el Abierto de Australia del 2020. Jabeur logró llegar a cuartos de final de un Grand Slam, un punto al ningún tenista árabe había llegado.

La pandemia del covid, frenó al mundo entero, incluyendo los eventos deportivos. Sin embargo, esto no fue problema y llegó más preparada que nunca. En los dos torneos restantes del año, el US Open y Roland Garros, llegó a la tercera vuelta y cuartos de final respectivamente. Jabeur terminó el 2020 como la numero 31 de la clasificacion de la WTA.

Pero fue en junio del 2021, después de derrotar a la rusa Daria Kasatkina en el Birmingham Classic que Jabeur hizo historia. La tenista de Túnez se convierte la primera mujer árabe en ganar un título importante de la WTA. El 16 de agosto del 2021, llegó a estar en el top 20 del escalafón, algo que una africana jamás había logrado. Dos meses después, se convierte en única árabe que ha llegado a estar entre las diez mejores del mundo, ocupando la octava casilla.

También: Djokovic se cita con Kyrgios en la final de Wimbledon 2022

La experiencia ganada en el 2021, llevó a Jabeur a un nivel más alto. En mayo del 2022, la tunecina volvió a hacer historia: se convirtió en el primer jugador de origen árabe en ganar un Masters 1000. A pesar de que era solo le segundo título de su carrera, el Abierto de Madrid tiene una categoría más alta. Ons Jabeur alcanzó el ranking más alto de su carrera en el puesto número dos el 20 de junio. A la fecha es el jugador árabe mejor clasificado de la historia, incluyendo los de la ATP y la WTA.

Parecía que en Túnez el tenis se había vuelto tan popular como el fútbol. La admiración de los fanáticos del deporte hacia Ons Jabeur había llegado al nivel a la que tiene por futbolista Wahbi Khazri. También, empezaron a llegar mensajes de admiración por parte de todo el mundo árabe. Incluso el presidente tunecino, Kaïs Saied, la llamó para elogiarla.

Sin embargo, el encuentro más importante y significativo fue con la ex tenista Billie Jean King. Ons Jabeur está viviendo el sueño que BJK y las ‘Original 9′ tenían cuando fundaron la WTA en 1973. Con jugadoras como la tunecina, se demuestra que cualquier tenista en el mundo es lo suficientemente buena para competir.

“Creo que necesitamos usar nuestro deporte como una plataforma para hacer el bien y creo que ella lo es, y eso me encanta. Me encanta el hecho de que esté tan orgullosa de ser árabe y esté representando a los árabes dentro y fuera de la cancha. Ella también quiere marcar la diferencia para el tenis femenino.”

Más allá de agregar títulos en su palmarés, Ons Jabeur quiere trascender y convertirse en una referencia del deporte africano. Su lucha principal es contra la indivisibilidad histórica de la mujer árabe en cualquier tipo de disciplina. Incentivar a las autoridades deportivas de la región brindar una accesibilidad para que el tenis esté disponible para todos, no solo para las personas con medios económicos.

“Ya no juego para mí. Juego por mi país, mi continente, mi región. El tenis para mí no es solo un deporte. Quiero mandarte un mensaje: si yo he podido, otros pueden. No solo me miro a mí, sino que trato de inspirar a otras generaciones que vienen de atrás”.

🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

Nacida en la ciudad costera de Ksar Hellal, Ons Jabeur comenzó a jugar al tenis desde los tres años. Con seis, ya sabía cuál era el agarre perfecto para una buena derecha. A los diez años, hizo su primera aparición nacional y varios entrenadores fijaron en ella. Recibió ofertas de centros deportivos de Bélgica y Francia, pero orgullosa de sus orígenes, optó por formarse en Túnez. Tenía el esfuerzo y dedicación que se requieren para jugar el tenis, lo único que le faltaba eran los medios.

Dos años después, Jabeur viajó 150 kilómetros hacia el norte hasta Túnez, la capital de la nación. Una vez ahí entró al centro de entrenamiento Lycée Sportif El’Menzah, una escuela deportiva subsidia por el gobierno para formar a los atletas prometedores del país. Demostró ser una deportista talentosa, decidida a sobresalir frente a sus compañeros . En agosto de 2007, en la semana de su cumpleaños número 13, entró al Circuito Juvenil de la Federación Internacional de Tenis (ITF) por primera vez.

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Hizo su debut en un Grand Slam junior en el US Open de 2009, perdiendo su primer partido ante Laura Robson. Poco a poco se fue adentrando en el mundo del tenis y en octubre de ese año disputó su primera final. Al año siguiente, Jabeur comenzó a producir buenos resultados en los Grand Slam Junior.

Todas las horas de agotadoras entrenamiento dieron resultado en Roland Garros Junior del 2011. El Abierto Francés fue único título de esta categoría para convertirse en la primera mujer norteafricana en ganarlo. También, fue la primera árabe en ganar un título individual de Grand Slam Junior desde que el egipcio Ismail El Shafei en Wimbledon en 1964.

Tras más de diez años en la ITF, Jabeur había acumulado 11 títulos, incluyendo el de Túnez en tres ocasiones. Su última victoria fue el ITF de Manchester y sabía que estaba lista para dar el siguiente paso. Así que en junio del 2018, la tunecina de 24 años, se lanzó a la Asociación de Tenis Femenino (WTA)

En sus primeros años pasó casi desapercibida: el mundo del tenis tenía sus ojos puestos en Simona Halep y una joven Naomi Osaka. Su verdadero punto de inflexión, fue en el Abierto de Australia del 2020. Jabeur logró llegar a cuartos de final de un Grand Slam, un punto al ningún tenista árabe había llegado.

La pandemia del covid, frenó al mundo entero, incluyendo los eventos deportivos. Sin embargo, esto no fue problema y llegó más preparada que nunca. En los dos torneos restantes del año, el US Open y Roland Garros, llegó a la tercera vuelta y cuartos de final respectivamente. Jabeur terminó el 2020 como la numero 31 de la clasificacion de la WTA.

Pero fue en junio del 2021, después de derrotar a la rusa Daria Kasatkina en el Birmingham Classic que Jabeur hizo historia. La tenista de Túnez se convierte la primera mujer árabe en ganar un título importante de la WTA. El 16 de agosto del 2021, llegó a estar en el top 20 del escalafón, algo que una africana jamás había logrado. Dos meses después, se convierte en única árabe que ha llegado a estar entre las diez mejores del mundo, ocupando la octava casilla.

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La experiencia ganada en el 2021, llevó a Jabeur a un nivel más alto. En mayo del 2022, la tunecina volvió a hacer historia: se convirtió en el primer jugador de origen árabe en ganar un Masters 1000. A pesar de que era solo le segundo título de su carrera, el Abierto de Madrid tiene una categoría más alta. Ons Jabeur alcanzó el ranking más alto de su carrera en el puesto número dos el 20 de junio. A la fecha es el jugador árabe mejor clasificado de la historia, incluyendo los de la ATP y la WTA.

Parecía que en Túnez el tenis se había vuelto tan popular como el fútbol. La admiración de los fanáticos del deporte hacia Ons Jabeur había llegado al nivel a la que tiene por futbolista Wahbi Khazri. También, empezaron a llegar mensajes de admiración por parte de todo el mundo árabe. Incluso el presidente tunecino, Kaïs Saied, la llamó para elogiarla.

Sin embargo, el encuentro más importante y significativo fue con la ex tenista Billie Jean King. Ons Jabeur está viviendo el sueño que BJK y las ‘Original 9′ tenían cuando fundaron la WTA en 1973. Con jugadoras como la tunecina, se demuestra que cualquier tenista en el mundo es lo suficientemente buena para competir.

“Creo que necesitamos usar nuestro deporte como una plataforma para hacer el bien y creo que ella lo es, y eso me encanta. Me encanta el hecho de que esté tan orgullosa de ser árabe y esté representando a los árabes dentro y fuera de la cancha. Ella también quiere marcar la diferencia para el tenis femenino.”

Más allá de agregar títulos en su palmarés, Ons Jabeur quiere trascender y convertirse en una referencia del deporte africano. Su lucha principal es contra la indivisibilidad histórica de la mujer árabe en cualquier tipo de disciplina. Incentivar a las autoridades deportivas de la región brindar una accesibilidad para que el tenis esté disponible para todos, no solo para las personas con medios económicos.

“Ya no juego para mí. Juego por mi país, mi continente, mi región. El tenis para mí no es solo un deporte. Quiero mandarte un mensaje: si yo he podido, otros pueden. No solo me miro a mí, sino que trato de inspirar a otras generaciones que vienen de atrás”.

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