Polémica por la piscina olímpica de Santa Marta: denuncian mal cuidado y residuos
Algunos deportistas que compitieron el fin de semana pasado en el Torneo Internacional de Natación Máster en la capital del Magdalena sufren de gastroenteritis, conjutivitis y faringitis. La alcaldía y la Federación de esa disciplina se defienden.
Jesús Miguel De La Hoz
Desde este año la natación categoría máster en Colombia tiene un evento internacional. Delegaciones de Estados Unidos, República Dominicana, Australia, Chile y Argentina, además de la local, se dieron cita en Santa Marta, el pasado fin de semana. Las cosas no salieron como se esperaba. El Complejo Acuático, que se inauguró para los Juegos Bolivarianos que se realizaron en noviembre del año pasado, estuvo en el ojo del huracán. El color verdoso del agua y la suciedad en el fondo de la pileta caldeó los ánimos de algunos deportistas, que se negaron a competir.
“Es deprimente no poder contar con las condiciones mínimas para poder demostrar lo que uno ha entrenado”, le dijó a El Espectador Diana Duque Correa, líder de la natación máster en el país. No obstante, la polémica no solo se quedó en el color verdoso que, según la alcaldía de Santa Marta, es porque la pileta se llenó con agua de la tubería la cual tiene unos minerales que al mezclarse con el cloro le dan esa tonalidad, sino porque también hubo personas que se reportaron enfermas tras haber nadado en la piscina. “Estoy triste porque de mi equipo, que fuimos 40 personas, 14 no se sienten bien”, agregó Duque Correa.
Diarrea, vómito, debilidad, dolor de cabeza, gastroenteritis, otitis, conjuntivitis y faringitis, han sido algunas de las enfermedades que los deportistas han presentado. “Me siento culpable de no haberles dicho a nuestros deportistas que no nadaran, no era una cosa solamente de critica sino de salud. Por haber permitido que la competencia siguiera adelante, ya hay un par de personas que están hospitalizadas, es muy malo”, precisó la nadadora que ha sido top 10 del mundo en diferentes pruebas categoría máster. “Puedo darme por bien servida de que las personas que están enfermas no son las de mayor edad que tengo en el equipo, porque con ellas no puedes correr el riesgo de una infección intestinal fuerte porque pueden terminar muertas”, añadió.
Por el color que tenía la piscina y la suciedad de la pileta mucha gente tomó la decisión de no participar. Sin embargo, fueron pocos los que se manifestaron en contra. Varios clubes y nadadores simplemente no volvieron al complejo acuático. Y los deportistas que sí participaron, lo hicieron por obligación, afirmó Diana Duque Correa: “Era gente que lo hacía porque había una cantidad importante de dinero invertido, y tal vez sea la única oportunidad de volver a estar en una competencia en la que sus tiempos sean oficiales. Para ellos es difícil tomar la decisión de no nadar porque tienen la necesidad de cumplir, pero era muy triste saber que lo estaban haciendo con un sentimiento de impotencia”.
Todas las miradas recaen en los dirigentes de la Federación Colombiana de Natación (Fecna). Ellos eran los garantes del evento y si no encontraban las respuestas requeridas por parte del Instituto de Deportes de Santa Marta tuvieron que haber tomado la decisión de cancelarlo o hacerlo en otra piscina. “Ellos son los responsables de lo que pasó. Hace 20 días estuve en la Fecna sentada con Camilo Becerra, gerente de la federación, y le dije que existía un riesgo porque la piscina estaba vacía y llenarla no era fácil, debido a que hay que nivelar químicamente el agua. En ese momento era una crónica de una muerte anunciada”, resaltó la nadadora.
Duque Correa le explicó a este diario que Pedro Pérez, quien es el director logístico y de temas operativos de la federación, le dijo que se iba para Santa Marta para organizar el evento. Sin embargo, empezó el aplazamiento de la entrega de la piscina, que solo funcionaba la de clavados. “La piscina olímpica tenía la mitad del agua, faltaban dos días para el inicio de las competencias y fue cuando le dije al presidente de la Liga de Bogotá, quien también era el organizador, que eso estaba grave. Me dijo que con la de calentamiento, de 25 metros, iban a llenar lo que faltaba y que todo iba a estar bien. Sin embargo, esa también se necesitaba para soltarse antes y después de las competencias. Al final, eso se terminó llenando con agua del acueducto y el jueves estaba verde”, declaró Diana Duque Correa.
Con el pasar de la competencia, las cosas se fueron complicando. Aparecieron los residuos, según la nadadora el olor “era inmundo”, el campeonato se completó por obligación, pero la imagen de un Complejo Acuático que se inauguró hace menos de seis meses quedó resquebrajada y los deportistas de la natación máster en Colombia quedaron con una espinita con la Fecna, porque como lo explican una y otra vez, no invirtió lo necesario para una competencia que muchos soñaban con que iba a ser la más emblemática a nivel suramericano.
“Se probó que el agua era potable y no afectaba la salud”: Fecna
Jorge Soto, presidente de la Federación Colombiana de Natación, precisó que llegaron a Santa Marta el lunes y el martes se hizo entrega de la piscina. “Ese día tenía una coloración azul, hacía falta un tema de aspirar y un tema de aseo, el cual la secretaría de deportes se comprometió a hacer. Lamentablemente el jueves, cuando iba a comenzar el torneo, la piscina cambió de color. Le pedimos a la municipalidad que se hicieran las pruebas correspondientes para corroborar que el agua fuera potable y no iba afectar la salud”, le afirmó Soto a este diario. “Los resultados salieron buenos. Como federación fuimos conscientes de que el escenario no tenía las condiciones óptimas para la competencia, pero lo más importante era que el agua no estuviera contaminada”, agregó.
El presidente de la Fecna aseguró que hizo parte del evento. Estuvo en el equipo de waterpolo, por lo que compitió en esa piscina todo el fin de semana y precisa que no sufre enfermedad alguna. “Soy consciente de todo lo que pasó, muchas personas dijeron que la piscina no estaba en óptimas condiciones, lo cual es verdad. Pero hubo muchos deportistas que a pesar de las dificultades participaron y rompieron 27 récords nacionales”, resaltó. “El evento no fue malo, la piscina, aunque no tenía las condiciones ideales se pudo competir, lo mismo pasó en Río de Janeiro en los Juegos Olímpicos y la gente participó, simplemente lo único que nos daba temor era poner en riesgo la integridad de la gente”.
“El contratista que todavía está operando la obra”
Sobre la obra, el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, indicó que aún no ha sido recibida a la fecha. Aunque estuvo en funcionamiento en los Juegos Bolivarianos, en ese momento solo existió una habilitación para que los competidores pudieran nadar. “No hemos recibido porque hago un contrato para que me entreguen a mí con todo el tema de detalles, acabados, permisos eléctricos. Eso se contrató 100 % y aunque los escenarios han estado habilitados no hemos recibido la obra completa, sin embargo, el Instituto de Deportes ha programado desde enero a la fecha dos eventos en la piscina y se han sacado sin problema”, aseguró el mandatario samario.
El inconveniente con el color del agua es debido a los minerales que tiene el agua de los pozos de la capital del Magdalena. “La ciudad tiene dificultades de abastecimiento, existe un déficit de 1.200 litros por segundo y cuando el verano es fuerte, parte de la ciudad la cubrimos con agua de pozos. Esta zona de la ciudad, donde está el complejo, se abastece de estas aguas. Resulta que días antes de las competencias llenaron las piscinas con la tubería del acueducto, que al ser mezclada con cloro adquieren ese color verdoso”, afirmó Martínez, quien continuó explicando que el evento no se aplazó porque la secretaría de salud certificó, con pruebas de laboratorio, que esas aguas son aptas para el consumo humano. “La suciedad se dio días previos al campeonato. Sin embargo, la federación tenía la opción de no realizar el campeonato y nosotros hubiéramos podido tomar los correctivos, pero con las certificaciones de la secretaría de salud, el campeonato se realizó”, añadió.
Por este inconveniente el alcalde abrió investigaciones para saber en dónde surgieron las responsabilidades. Sin embargo, le quedó como experiencia que, para evitar ese color en la piscina en una próxima, deben llenar la pileta con carros bombas de la planta.
jdelahoz@elespectador.com
Desde este año la natación categoría máster en Colombia tiene un evento internacional. Delegaciones de Estados Unidos, República Dominicana, Australia, Chile y Argentina, además de la local, se dieron cita en Santa Marta, el pasado fin de semana. Las cosas no salieron como se esperaba. El Complejo Acuático, que se inauguró para los Juegos Bolivarianos que se realizaron en noviembre del año pasado, estuvo en el ojo del huracán. El color verdoso del agua y la suciedad en el fondo de la pileta caldeó los ánimos de algunos deportistas, que se negaron a competir.
“Es deprimente no poder contar con las condiciones mínimas para poder demostrar lo que uno ha entrenado”, le dijó a El Espectador Diana Duque Correa, líder de la natación máster en el país. No obstante, la polémica no solo se quedó en el color verdoso que, según la alcaldía de Santa Marta, es porque la pileta se llenó con agua de la tubería la cual tiene unos minerales que al mezclarse con el cloro le dan esa tonalidad, sino porque también hubo personas que se reportaron enfermas tras haber nadado en la piscina. “Estoy triste porque de mi equipo, que fuimos 40 personas, 14 no se sienten bien”, agregó Duque Correa.
Diarrea, vómito, debilidad, dolor de cabeza, gastroenteritis, otitis, conjuntivitis y faringitis, han sido algunas de las enfermedades que los deportistas han presentado. “Me siento culpable de no haberles dicho a nuestros deportistas que no nadaran, no era una cosa solamente de critica sino de salud. Por haber permitido que la competencia siguiera adelante, ya hay un par de personas que están hospitalizadas, es muy malo”, precisó la nadadora que ha sido top 10 del mundo en diferentes pruebas categoría máster. “Puedo darme por bien servida de que las personas que están enfermas no son las de mayor edad que tengo en el equipo, porque con ellas no puedes correr el riesgo de una infección intestinal fuerte porque pueden terminar muertas”, añadió.
Por el color que tenía la piscina y la suciedad de la pileta mucha gente tomó la decisión de no participar. Sin embargo, fueron pocos los que se manifestaron en contra. Varios clubes y nadadores simplemente no volvieron al complejo acuático. Y los deportistas que sí participaron, lo hicieron por obligación, afirmó Diana Duque Correa: “Era gente que lo hacía porque había una cantidad importante de dinero invertido, y tal vez sea la única oportunidad de volver a estar en una competencia en la que sus tiempos sean oficiales. Para ellos es difícil tomar la decisión de no nadar porque tienen la necesidad de cumplir, pero era muy triste saber que lo estaban haciendo con un sentimiento de impotencia”.
Todas las miradas recaen en los dirigentes de la Federación Colombiana de Natación (Fecna). Ellos eran los garantes del evento y si no encontraban las respuestas requeridas por parte del Instituto de Deportes de Santa Marta tuvieron que haber tomado la decisión de cancelarlo o hacerlo en otra piscina. “Ellos son los responsables de lo que pasó. Hace 20 días estuve en la Fecna sentada con Camilo Becerra, gerente de la federación, y le dije que existía un riesgo porque la piscina estaba vacía y llenarla no era fácil, debido a que hay que nivelar químicamente el agua. En ese momento era una crónica de una muerte anunciada”, resaltó la nadadora.
Duque Correa le explicó a este diario que Pedro Pérez, quien es el director logístico y de temas operativos de la federación, le dijo que se iba para Santa Marta para organizar el evento. Sin embargo, empezó el aplazamiento de la entrega de la piscina, que solo funcionaba la de clavados. “La piscina olímpica tenía la mitad del agua, faltaban dos días para el inicio de las competencias y fue cuando le dije al presidente de la Liga de Bogotá, quien también era el organizador, que eso estaba grave. Me dijo que con la de calentamiento, de 25 metros, iban a llenar lo que faltaba y que todo iba a estar bien. Sin embargo, esa también se necesitaba para soltarse antes y después de las competencias. Al final, eso se terminó llenando con agua del acueducto y el jueves estaba verde”, declaró Diana Duque Correa.
Con el pasar de la competencia, las cosas se fueron complicando. Aparecieron los residuos, según la nadadora el olor “era inmundo”, el campeonato se completó por obligación, pero la imagen de un Complejo Acuático que se inauguró hace menos de seis meses quedó resquebrajada y los deportistas de la natación máster en Colombia quedaron con una espinita con la Fecna, porque como lo explican una y otra vez, no invirtió lo necesario para una competencia que muchos soñaban con que iba a ser la más emblemática a nivel suramericano.
“Se probó que el agua era potable y no afectaba la salud”: Fecna
Jorge Soto, presidente de la Federación Colombiana de Natación, precisó que llegaron a Santa Marta el lunes y el martes se hizo entrega de la piscina. “Ese día tenía una coloración azul, hacía falta un tema de aspirar y un tema de aseo, el cual la secretaría de deportes se comprometió a hacer. Lamentablemente el jueves, cuando iba a comenzar el torneo, la piscina cambió de color. Le pedimos a la municipalidad que se hicieran las pruebas correspondientes para corroborar que el agua fuera potable y no iba afectar la salud”, le afirmó Soto a este diario. “Los resultados salieron buenos. Como federación fuimos conscientes de que el escenario no tenía las condiciones óptimas para la competencia, pero lo más importante era que el agua no estuviera contaminada”, agregó.
El presidente de la Fecna aseguró que hizo parte del evento. Estuvo en el equipo de waterpolo, por lo que compitió en esa piscina todo el fin de semana y precisa que no sufre enfermedad alguna. “Soy consciente de todo lo que pasó, muchas personas dijeron que la piscina no estaba en óptimas condiciones, lo cual es verdad. Pero hubo muchos deportistas que a pesar de las dificultades participaron y rompieron 27 récords nacionales”, resaltó. “El evento no fue malo, la piscina, aunque no tenía las condiciones ideales se pudo competir, lo mismo pasó en Río de Janeiro en los Juegos Olímpicos y la gente participó, simplemente lo único que nos daba temor era poner en riesgo la integridad de la gente”.
“El contratista que todavía está operando la obra”
Sobre la obra, el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, indicó que aún no ha sido recibida a la fecha. Aunque estuvo en funcionamiento en los Juegos Bolivarianos, en ese momento solo existió una habilitación para que los competidores pudieran nadar. “No hemos recibido porque hago un contrato para que me entreguen a mí con todo el tema de detalles, acabados, permisos eléctricos. Eso se contrató 100 % y aunque los escenarios han estado habilitados no hemos recibido la obra completa, sin embargo, el Instituto de Deportes ha programado desde enero a la fecha dos eventos en la piscina y se han sacado sin problema”, aseguró el mandatario samario.
El inconveniente con el color del agua es debido a los minerales que tiene el agua de los pozos de la capital del Magdalena. “La ciudad tiene dificultades de abastecimiento, existe un déficit de 1.200 litros por segundo y cuando el verano es fuerte, parte de la ciudad la cubrimos con agua de pozos. Esta zona de la ciudad, donde está el complejo, se abastece de estas aguas. Resulta que días antes de las competencias llenaron las piscinas con la tubería del acueducto, que al ser mezclada con cloro adquieren ese color verdoso”, afirmó Martínez, quien continuó explicando que el evento no se aplazó porque la secretaría de salud certificó, con pruebas de laboratorio, que esas aguas son aptas para el consumo humano. “La suciedad se dio días previos al campeonato. Sin embargo, la federación tenía la opción de no realizar el campeonato y nosotros hubiéramos podido tomar los correctivos, pero con las certificaciones de la secretaría de salud, el campeonato se realizó”, añadió.
Por este inconveniente el alcalde abrió investigaciones para saber en dónde surgieron las responsabilidades. Sin embargo, le quedó como experiencia que, para evitar ese color en la piscina en una próxima, deben llenar la pileta con carros bombas de la planta.
jdelahoz@elespectador.com