¿Quién es Scottie Scheffler? El golfista que quiere subir al “Valhalla”
El número uno del mundo viene de ganar el Masters y buscará esta semana ser el primer hombre en casi 10 años en ganar dos majors de forma consecutiva.
Álvaro Hernández García
En un deporte como el golf, en el que son virales los videos extravagantes o lujosos, sus riendas hoy son conducidas por un chico cuya palabra más afín es humildad. Y es que, a pesar de ser el mejor golfista del mundo en este momento, el número uno del ranking mundial, el ganador del Masters de Augusta y el hombre a vencer en cada major; su cara, nombre y talento no son tan conocidos como deberían, ni resuenan a millón como cuando ese trono lo tenían Rory McIlroy, Tiger Woods o Phil Mickelson.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
En un deporte como el golf, en el que son virales los videos extravagantes o lujosos, sus riendas hoy son conducidas por un chico cuya palabra más afín es humildad. Y es que, a pesar de ser el mejor golfista del mundo en este momento, el número uno del ranking mundial, el ganador del Masters de Augusta y el hombre a vencer en cada major; su cara, nombre y talento no son tan conocidos como deberían, ni resuenan a millón como cuando ese trono lo tenían Rory McIlroy, Tiger Woods o Phil Mickelson.
Scottie Scheffler tiene 27 años, aunque su cuerpo robusto y su barba marcada demuestran muchos más, y así como su imagen, su nombre busca ser sinónimo de bajo perfil, y lo sería del todo si no fuera por dos cosas: su peculiar swing que rompe con muchas de las cosas que los instructores profesan, y que es quien manda la parada en el mundo del golf.
Hablemos de lo primero, porque realmente es maravillo verlo jugar. Scheffler suele acabar sus golpes en desbalance, finalizar con el palo en las rodillas, pensar que se va a romper la cadera en cada movimiento y, al final, mirar golpes maravillosos que desafían la lógica de los entrenadores de golf. Unas peculiaridades que hablan gratamente de su talento y de lo que puede brindarle a este deporte.
Con su victoria hace unas semanas en Hilton Head (Carolina del Sur, Estados Unidos) logró las 10 en el PGA Tour en 51 intentos, mientras que Tiger Woods hizo lo propio hace más de dos décadas en 59, unos números que desde ya está mostrando el talento que posee Scheffler.
Ha ganado este año el Arnold Palmer, The Players, el Masters y la mencionada victoria en Hilton Head, siendo por mucho el hombre a vencer en los torneos que disputa, y centrando los ojos del mundo golfístico en la próxima prueba que enfrentará: el PGA Championship en Valhalla.
A un año que ha sido de ganancias en la cancha, también se le suman las logradas fuera de ella. Tras su última victoria fue padre, se tomó el merecido tiempo para acompañar a su esposa y a su hijo en esta nueva etapa de su vida.
Famoso por sus declaraciones, Scheffler hace un tiempo pronunció que “ganar torneos de golf no [(e) hace ganar puntos en casa, así que intenta hacerlo lo mejor posible”. En una entrevista después de su título en The Players dejó ver su honestidad en sus acciones, pues era consciente de que el mundo en el que estaba dificultaba eso. “Al final, todo se reduce al apoyo familiar: tengo una esposa estupenda y, si yo empezara a agarrar mis trofeos y a pasearme por toda la casa a lo grande, Meredith [su esposa] me daría una bofetada.”
Ese es el hombre que llega esta semana a un campo que, al igual que él, en sus pocos años ya tiene mucha historia. El Valhalla Golf Club fue diseñado para albergar torneos mayores y desde el primero ha dado grandes momentos y emociones.
Fue el lugar en el que Woods selló su legendario 2000 con el triunfo en playoff sobre Bob May y donde Rory McIlroy ganó su último major bajo la oscuridad en 2014. De cinco campeonatos mayores que ha albergado, tres han acabado en playoff y los otros dos se han decidido solamente por un golpe, un récord de entretención difícil de igualar.
Y es que un campo que lleva el nombre de uno de los lugares más importantes de la mitología nórdica debía tener esas connotaciones místicas, y así como Woods y Mcllroy lograron elevarse a leyendas en los últimos PGA Championships. Todo apunta que ahora es el turno de Scottie Scheffler.
Aunque toda parece indicar que es algo fácil, lo cierto es que ganar dos majors de forma consecutiva es algo complejo, tanto que es algo que no pasa desde 2015, cuando el estadounidense Jordan Spieth ganó el Masters y el US Open.
Scottie Scheffler tiene en estos momentos todo para lograrlo: el juego, la confianza, la experiencia, la estabilidad de su vida fuera de la cancha y no sorprendería que lo hiciera. Ha contado varias veces que admira a Woods y que le gustaría igualar lo que hizo, algo que se ve lejos, pero que en Valhalla puede acercar un poco más.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador