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Ricardo Sánchez: “Queremos que no solo haya un tenista figura. Si hay 20, mejor”

Colombia enfrenta hoy y mañana a Turquía por el grupo mundial I de la Copa Davis, el torneo de naciones más importante del tenis en el mundo. Esto opina el director del equipo Colsanitas del momento del deporte blanco en nuestro país.

Hugo Santiago Caro
17 de septiembre de 2022 - 02:00 a. m.

Colombia enfrenta a Turquía por el grupo mundial I de la Copa Davis y un equipo de profesionales estuvo concentrado en Bogotá preparando los partidos que disputarán Daniel Galán, Nicolás Mejía, Nicolás Barrientos, Juan Sebastián Cabal y Robert Farah. Estos dos últimos, semifinalistas del último US Open en dobles y un Galán que viene de jugar el mejor partido de su carrera derrotando en el mismo torneo al entonces quinto del mundo Stéfanos Tsitsipás.

La batuta la lleva Alejandro Falla, el capitán. Sin embargo, en las prácticas también se han visto caras conocidas del tenis colombiano como Fabiola Zuluaga y Ricardo Sánchez, que hasta el último Wimbledon fue el entrenador de Camila Osorio. Español de nacimiento, dirigió el equipo Colsanitas entre 2002 y 2008 una de las mejores generaciones que tuvo el tenis colombiano con Santiago Giraldo y el mismo Falla como grandes figuras. Esta es la visión que tiene sobre el presente del tenis colombiano y, por supuesto, del equipo que hoy encara la Copa Davis.

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¿Después de más de 20 años cerca al tenis colombiano, ¿con qué se encontró regresando?

No se han seguido los pasos que seguimos los seis años que yo estuve aquí (2002 – 2008). De ahí salió la mejor camada de jugadores: Alejandro Falla, Santiago Giraldo, Carlos Salamanca, Fabiola Zuluaga, Mariana Duque, Catalina Castaño, bueno, sacamos muchos jugadores. Decidieron hacer más patrocinio que equipo. Nos hemos dado cuenta de que eso funciona para Robert Farah, para (Sebastián) Cabal, para (Daniel) Galán, para Camila (Osorio), para los que están ya metidos.

Para los jugadores pequeños es más complicado, porque es muy difícil encontrar gente para entrenar juntos. Para llegar arriba da igual del país que seas. Puedes ser colombiano, africano, chino o japonés, pero lo más importante es primero plata, segundo, un buen grupo de entrenamiento y tercero, un buen entrenador.

¿Qué planes tiene?

Lo que nosotros queremos es volver a crear es el equipo que tuvimos. Posiblemente no viviendo en el mismo sitio, pero tratando de que todos los jugadores estén cerca de su entrenador y tengan un buen sistema de trabajo. Ojalá cada dos o tres meses concentrarlos a todos juntos para mantener un seguimiento y bueno, he estado mirando aquí bastantes chicos que ha concentrado Fabiola Zuluaga, de la Federación.

Queremos hacer otra concentración con Felipe Berón y Alejandro Pedraza para ver definitivamente qué jugadores van a entrar en el equipo para el 2023. Los niños que he visto aquí tienen bastante talento, lo que pasa que tampoco están al nivel de tenis de cuando por ejemplo estaba Giraldo, Farah y todos estos, están un poquito por debajo.

También es debido a que no han estado concentrados en un mismo sitio, ni han tenido los recursos económicos y a lo mejor, entrenadores. No puedo hablar, porque no los he visto y sería una falta de ética hablar de un entrenador que no conozco, pero bueno, todas esas son las cosas. La meta es llegar a solucionar y creo que vamos a tener en tres años buenos jugadores, otra vez en Colombia, quitando lo que tenemos ahora, porque Galán y Camila ya son de Grandes Ligas.

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¿Exactamente cuál es el rol que tiene en el tenis colombiano?

El propósito es que salgan muchos jugadores, que el nivel otra vez suene y posiblemente la idea es que Galán este año acabe entre los 50 primeros del mundo, porque tiene un potencial muy grande, ya lo ha demostrado, sorprende. Ha conseguido, como digo yo, superar las barreras mentales, los problemas de raqueta. Ahora está muy contento y está con ganas de seguir adelante.

Yo estoy como director del Equipo Colsanitas, como trabajador del equipo para dirigir a estos profesionales. Les voy a dedicar tiempo a todos, ahora voy a empezar también con Nicolás Mejía y con Emiliana Arango, porque lo que nos interesa no es solo que haya una figura en Colombia, sino siete. Si podemos tener 20, pues mejor.

¿Cómo fue estar acompañando a Galán durante el US Open, desde adentro?

Fue todo muy especial porque entrenamos una semana aquí en Bogotá y no sabíamos si preparar solo el Abierto, que era pista rápida, o preparar el Challenger Santo Domingo, que es de tierra batida y con su padre (Santos) y su hermano (Xando), sus entrenadores, decidimos que Santo Domingo era bueno jugarlo. Si ganaba el torneo estaba 70 del mundo y si perdía, pues tenía un par de días más de oportunidades para jugar en Estados Unidos, porque si no hubiesen jugado, se hubiese tirado casi seis semanas sin jugar por la Copa Davis, entonces hubiese jugado solo el Abierto.

Creo que nos ha salido bien, perdió en semis en el Challenger, llegamos allí y ha jugado 11 partidos en dos semanas, no lo ha hecho nunca en su carrera deportiva. Suerte o no, me ha tocado estar ahí en el US Open, eso quiere decir que soy a lo mejor un poco talismán.

Yo tenía mis dudas en el partido contra Tsitsipás porque no es lo mismo jugar en una pista central contra un jugador que ya ha ganado Masters, que ha jugado finales de Grand Slam, que ha ganado a los grandes. Ahora, de la manera que se dio de 6-0 y 5-1 de arranque, eso es muy difícil. No lo hace ni Nadal. Claro, ¿cuál es la diferencia del ranking de los jugadores? La regularidad. Hay que conseguir esa regularidad de poder jugar muchos partidos durante el tiempo que dure ese nivel de juego.

¿Qué le faltaba a Daniel para dar ese salto de calidad?

Ha jugado mucho Challenger, ha jugado mucho en tierra y ahora está jugando más agresivo, está sacando con más fuerza las bolas cortas, entra a volear, está atacando mucho con su resto por la parte de los segundos que se mete para tomar las iniciativas. Es como cuando una rueda se pincha, hay que ponerle un parche, hay que ir arreglándolos. Pero claro, no te lo voy a decir porque jugamos hoy y mañana contra Turquía y no quiero que sepan lo que tenemos que mejorar.

Con la aparición de una figura masculina en sencillos, ¿se queda atrás la dependencia por los doblistas (Cabal y Farah)?

Acá en Colombia los doblistas están muy bien organizados, muy bien armados, en el US Open yo los fui a ver. Pero no los vamos a dejar, sabes. Nicolás (Mejía) trabajando bien tiene mucho potencial y Emiliana tiene mucho talento. Cuando yo regresé a Colombia vi que ella jugaba mejor que Camila, De hecho, creo que le ha ganado siempre. Lo que pasa que ha tenido muchas lesiones. Claro, nunca hay que quitarle mérito a Camila. Es una guerrera, es una jugadora en pista que deja el máximo.

El único problema es que a lo mejor su cuerpo no estaba preparado para la competición. Porque ella de jugar en regional pasó en dos semanas a jugar las Grandes Ligas y eso necesita un periodo de adaptación. Pero Camila es un ejemplo para muchos chicos y chicas de este país, ha demostrado que se puede y luchando, con espíritu de no dejar perder una pelota se puede ganar.

Le faltan cosas también porque no tiene el cuerpo de una rusa, pero lo que hicimos con ella es aplicar la historia de David y Goliat. No hubiese podido ganar solo a pegar palos, tuvimos que trabajar los ángulos, las dejadas, lo que yo le llamo reducir la velocidad y ensuciar el juego.

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Ha estado acompañando en la concentración al equipo que enfrenta a Turquía en la Copa, ¿cómo los ha visto?

Falla es de mi escuela, lleva el proceso mío y vio un cambio muy grande en el juego de Daniel, él fue el único que comentó que le que iba a ganar el partido contra Tsitsipás. Ahora, yo soy una persona de bajo perfil, lo que me gusta es trabajar. Mi filosofía es que te haces millonario o te retiras del tenis. Estoy aquí de invitado. Ayudo al equipo, ayudo a los niños, pero al final quien se tiene que poner la medalla aquí es la Federación, Colsanitas y Alejandro Falla.

Yo estoy aquí para aportar mi grano de arena. De hecho, les pregunté que si querían que no entrara a la pista y a los camerinos, pero Alejandro deposita confianza en mí y quiere que les ayude y eso es lo que quiero. Nosotros (Colombia) somos favoritos, pero en altura todo puede pasar y los partidos hay que jugarlos. Cuando tú juegas con equipos o jugadores que no tienen nada que perder, te pueden sorprender como le sorprendió el Alcoyano al Real Madrid en la Copa del Rey.

Con usted subió de nivel Fabiola, Camila y ahora Galán, ¿Cuál es su toque para ponerlos arriba?

El tenis es un trabajo bien pagado que para mí no es un trabajo, es un hobby. A mí me gusta el tenis, podéis apreciar que llevo en el Carmel toda la semana. Llego a las 7:00 a.m. y me voy a las 7:00 p.m., estoy casi 8 horas en pista.

El tenis no se puede hacer por plata, el tenis se hace por pasión. Aunque está feo que hable yo de mi trabajo, tengo un sistema que a mí me ha dado muchos resultados. He llevado a Jelena Jankovic al número uno del mundo, me contrató Caroline Wozniacki cuando era el número uno y he llevado a ocho jugadores más top-10. Tengo un sistema que va bien, pero también digo una cosa, hay entrenadores que se pone en la medalla, si te dan una madera para hacer una mesa de madera, no la puedes hacer de aluminio, o sea, que el mérito al final el que lo tiene es el jugador.

Tiene que tener talento y yo le puedo sacar el máximo ahora, trabajando. Tú me das a mí 100 jugadores y los trabajo los 100. No todos pueden ser número uno y cada uno tiene su límite. Lo más importante en mi carrera deportiva es que yo solo conozco el signo más, yo siempre sumo, nunca resto. Trato de transmitir mucha alegría, soy un tío muy positivo, Eso al jugador lo motiva.

¿Qué balance hace de más de dos años como entrenador de Camila Osorio?

Fueron 29 meses duros porque nosotros estábamos en Cúcuta, no teníamos al principio sparrings. Unas temporadas que hubo preparador físico, después no y bueno, pues la verdad es que hay mucho mérito por parte de ella y mío de haber llegado arriba donde ha llegado con las pocas herramientas que teníamos.

Ha tenido un año muy bueno, que fue el año pasado y este, bastante regular con las lesiones y el covid que tuvo a principio de año.

Hugo Santiago Caro

Por Hugo Santiago Caro

Periodista y productor radial javeriano. Ganador del Premio Nacional de Periodismo del CPB 2021 a mejor tesis de grado. Ha escrito para El Tiempo y Bacánika. @HugoCaroJhcaro@elespectador.com

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