Cabal y Farah, los responsables de poner a Colombia en el mapa del tenis

Aunque Juan Sebastián Cabal nació en Buga y Robert Farah en Canadá, Cali fue el escenario en el que surgió no solo una amistad como pocas, sino la mayor historia de éxito del tenis colombiano. Los mejores doblistas de nuestro país anunciaron este miércoles su despedida tras varios años de trabajo y logros.

Aunque Juan Sebastián Cabal nació en Buga y Robert Farah en Canadá, Cali fue el escenario en el que surgió no solo una amistad como pocas, sino la mayor historia de éxito del tenis colombiano. Los mejores doblistas de nuestro país anunciaron este miércoles su despedida tras varios años de trabajo y logros.

“Me siento más nervioso que entrando a una final de Grand Slam” dijo Farah previo a anunciar lo siguiente: “Sebas y yo hemos decidido cumplir un ciclo con el tenis. Es una decisión que nos trae muchas emociones encontradas”.

“Es algo que venimos hablando desde hace bastante tiempo. Cumplimos un ciclo. Toca agradecer al mundo al tenis, a la vida y a Dios. Este deporte nos dio muchas cosas buenas”, comentó Juan Sebastián en la rueda de prensa en la que ambos comunicaron su adiós al deporte blanco.

Para Cabal y Farah quedan cuatro certámenes pendientes. Confirmaron que van a participar en el US Open, el cuarto de este 2023, y el que será su último Grand Slam. Además, dirán presente en la serie de Copa Davis contra Ucrania y participarán en el Directv Open, en Bogotá. El último baile será en los Juegos Nacionales, en Pereira, en representación del Valle del Cauca.

A los cinco años, en las canchas de la sucursal del cielo, fueron rivales, pero al mismo tiempo muy buenos amigos. Su relación desde el principio rindió frutos y fueron cobijados en 1999, cuando ambos eran adolescentes, por el equipo Colsanitas, la empresa que ha patrocinado a los mejores tenistas de nuestro país en las últimas décadas.

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“Con Robert. La relación es increíble, nos conocimos hace demasiado. Prácticamente, pasamos todo el año juntos, así que esto hace que pasemos muy buenos momentos”, dijo Cabal sobre su compañero en un espacio de la Federación Colombiana de Tenis.

Durante un tiempo se separaron, pues Robert tomó la decisión de irse a Estados Unidos para estudiar en la Universidad del sur de California, donde seguía compitiendo pero a nivel estudiantil, aunque seguía en estrecho contacto con Juan Sebastián. “Somos como hermanos, una amistad con buenas bases puede durar toda la vida”, aseguró el nacido en Canadá.

Mientras Farah se formaba como economista, Cabal luchaba por crecer en el profesionalismo y se dio cuenta que tenía una mayor destreza en la modalidad de dobles. Fue compañero de dos de las mejores raquetas en sencillos de nuestro país: Santiago Giraldo y Alejandro Falla.

La primera victoria del Colombian Power

El nombre de Colombian Power nació de una idea de Santiago Giraldo, durante un Abierto de Australia en el que hubo una representación considerable de nuestro país.

La cosecha de títulos arrancó a mediados de 2010, en Medellín, en donde los colombianos conquistaron su primer Challenger: el Seguros Bolívar Open. Un año después ganaron juntos el oro en los Panamericanos de Guadalajara 2011.

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Como pareja conquistaron un total de 14 Challengers y desde 2014 se centraron por completo en las “grandes ligas” de la ATP. En el circuito élite del tenis mundial, Robert y Juan Sebastián conquistaron 19 títulos entre 2014 y 2021. Dos de ellos fueron Gran Slams, dos de Masters 1000, seis de ATP 500 y nueve de 250.

En Río de Janeiro, São Paulo, Ginebra, Roma, Barcelona o Dubai, los vallecaucanos supieron demostrar su poderío y dejar en alto el nombre de nuestro país. Si bien ellos marcaron la historia del deporte blanco colombiano, no se puede dejar de lado lo que otros exponentes labraron antes, como Mauricio Haddad —primer colombiano en ganar un evento ATP como singlista— y Fabiola Zuluaga, campeona de cinco torneos WTA.

Juntos, los doblistas disputaron otras 23 finales, incluida la del Abierto de Australia de 2018, la que fue su primera por un título en un Grand Slam. Sin embargo, los colombianos cayeron ante el austriaco Oliver Marach y el croata Mate Pavic.

En ese momento fue lo más cerca que una dupla totalmente colombiana había estado de ganar uno de estos torneos, ya que el paisa Iván Molina ya había ganado Roland Garros con Martina Navratilova en 1974 y el mismo Cabal se había llevado el título en Melbourne Park junto a la estadounidense Abigail Spears en 2017.

La consagración en lo más alto

Al año siguiente el Colombian Power tuvo revancha y se impuso a la pareja francesa compuesta por Nicolás Mahut y Édouard Roger-Vasselin. Wimbledon fue el escenario y en una definición dramática, de casi cinco horas, en la que cuatro de sus cinco sets se definieron en tiebreak.

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Hay quienes la consideran la victoria más importante del tenis colombiano, pues fue el primer Grand Slam en cualquier modalidad que tuvo un grupo 100% de acá. Un valor adicional fue el lugar, pues ocurrió en el prestigioso All England Club, una catedral del deporte blanco.

Las alegrías no pararon ese 2019 y un mes y medio después los colombianos se consagraban en la final del Abierto de Estados Unidos, su segundo Grand Slam y quinto título de ese año. El español Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos fueron los rivales en la final, pero en esa ocasión la definición no fue tan dramática.

Con ese rendimiento Cabal y Farah terminaron el año en el primer lugar del escalafón mundial en la modalidad de dobles de la ATP. Después de la pandemia lograron los últimos tres títulos, todos ellos en la categoría 500: Dubai, Barcelona y Viena.

El año pasado no hubo títulos, pero llegaron a las finales de Montecarlo (Mónaco), Madrid y Río de Janeiro. También hubo actuaciones destacadas en Wimbledon y en el Abierto de Estados Unidos, alcanzando las semifinales en ambos torneos.

Sin embargo, ante las cada vez más frecuentes lesiones y una capacidad de recuperarse de ellas más limitada por la edad, un anuncio como el de este miércoles era esperado. Tras consultarlo con su entorno y familiares, tomaron la decisión de decir adiós al deporte que aman. A partir del año entrate arranca una nueva etapa para ellos.

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