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Simone Biles, la reina de París 2024: reconquistó su corona dorada en gimnasia

La estadounidense fue la mejor del concurso general de gimnasia en los Juegos Olímpicos. Así fue su rutina.

01 de agosto de 2024 - 08:09 p. m.
La medallista de oro Simone Biles de los EE. UU. posa en el podio después de la final general femenina de las competencias de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París 2024, en el Bercy Arena en París, Francia, el 1 de agosto de 2024.
La medallista de oro Simone Biles de los EE. UU. posa en el podio después de la final general femenina de las competencias de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París 2024, en el Bercy Arena en París, Francia, el 1 de agosto de 2024.
Foto: EFE - TERESA SUAREZ

Brillante, serena y poderosa, la estadounidense Simone Biles recuperó este jueves el trono de la gimnasia que había perdido en Tokio al conquistar el oro del concurso general, con el que suma un total de seis títulos olímpicos y aumenta la leyenda de una deportista espectacular.

Escoltándola en el podio tras una vibrante final, la brasileña Rebeca Andrade revalidó la plata conseguida hace tres años, mientras que la estadounidense Sunisa Lee, vencedora de la prueba en Tokio, fue tercera.

De regreso a la élite tras desentrañar el bloqueo mental que la atenazó en Tokio, de donde se fue con una plata y un bronce, nadie en París quiere perderse cada vez que la gimnasta más condecorada de la historia sale a competir.

En las gradas, exdeportistas como Zinedine Zidane o Tony Parker observaban cada detalle y algunos miembros del equipo estadounidense de básquet, como Stephen Curry, grababan con sus celulares los ejercicios de una competición que hizo vibrar a un repleto Arena Bercy.

Arropada una vez más por un público a sus pies, Biles no tardó en demostrar que, a los 27 años, sigue estando a otro nivel.

Justo después de que Andrade presentara su candidatura con un impecable salto en la primera rotación, la estadounidense sacó la artillería pesada y respondió con su impresionante Biles II, el doble Yurchenko carpado que lleva su nombre, y que le valió un inalcanzable 15,766.

Andrade no se dejó impresionar y continuó con un gran ejercicio de barras asimétricas, que Biles —más dubitativa en su aparato menos predilecto— no consiguió igualar. Enfundada en un destelleante maillot amarillo, la brasileña pasaba al primer puesto tras la segunda rotación, por delante de la argelina Kaulia Nemour y de Biles. Había partido.

La hinchada verdeamarilla alzaba los decibelios de sus gritos de “¡Brasil!”, mientras el grupo de cabeza se dirigía a la barra de equilibrio.

Con la final más abierta que nunca, Biles brincó entonces hasta esta viga de 10 centímetros de ancho, de donde aterrizó precisa y lanzando un aplauso al aire que valía ya un podio.

La presión era ahora para las demás, que pasaban después, pero ninguna consiguió igualarla. Última en pasar por la viga, una solvente Andrade estuvo algo menos contundente y las favoritas encararon la última rotación, el suelo, con Biles en cabeza y el oro dependiendo de ella.

De poco sirvió el enérgico ejercicio de suelo de la brasileña, que consciente de que el oro se le escapaba fue despedida con una enorme ovación para dejar paso en el cuadrado a Biles.

Para entonces todo el mundo en el Arena Bercy sabía que estaba ante algo histórico. Y la estadounidense no tardó en darles la razón al volar sobre el suelo para cerrar la competición con un ejercicio soberbio y con el Arena Bercy en pie, jugadores de la NBA incluidos, ante la reina.

Leyenda

Ganadora de 23 títulos mundiales, este oro convierte a Biles en la primera gimnasta que logra el título olímpico de esta prueba en dos ediciones no consecutivas.

La estadounidense también supera ya en títulos olímpicos a la leyenda rumana Nadia Comaneci, que conquistó cinco, y queda solo por detrás de la soviética Larisa Latynina, con nueve, y la checoslovaca Vera Caslavska, con siete.

Su cuenta podría aumentar en los próximos días, si logra medalla en las finales de salto, viga de equilibrio o suelo.

También fue una tarde memorable para Andrade, a quien Biles considera su rival más peligrosa, y que logró retener la plata que en Tokio la había convertido en la primera gimnasta de su país en subir a un podio olímpico.

La gimnasta paulista, que el martes lideró a Brasil para la conquista de un bronce inédito en la gimnasia por equipos de su país, sumó así su cuarta medalla en unos Juegos y afianza su nombre en la élite de la gimnasia femenina mundial, sin embargo, dominada con firmeza por Estados Unidos.

El palmarés de Andrade todavía podría aumentar en París, ya que también participará en tres finales por aparatos entre el 3 y el 5 de agosto.

Las mismas que Biles, que volverá a competir por la historia.

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