Titanes y una hegemonía histórica: otra vez es campeón de la Liga de Baloncesto

Pasan los años, los torneos, los equipos, las estrellas, las promesas, los jugadores y Titanes de Barranquilla sigue ahí, hegemónico. No lo baja nadie del trono. Lo confirmó de nuevo este lunes, por sexta oportunidad consecutiva, al ganar otra vez la Liga WPlay de Baloncesto, tras un tercer juego de infarto.

Mire: Por trocha y camino de herradura, la vida de Tonny en el baloncesto

Parece que no hay rival que le quite la corona. Este año, Cafeteros era el retador. Desde Armenia venía la amenaza al poderío de los atlanticenses, pero Titanes respondió barriendo, con un marcador certero: 3-0.

El equipo fue creado en 2018 y desde entonces nunca perdió una final, y las jugó todas. Pocas escuadras en Suramérica tiene esos números, Titanes de Barranquilla ya es una de las dinastías más prestigiosas del baloncesto en el continente.

El equipo de Tomás Díaz sabía que este lunes era un día histórico. Y no se amilanó ante el reto. Todo lo contrario, salió a buscar el partido. Al descanso se fue con una ventaja de ocho puntos, 48 a 40, y tras los dos primeros cuartos ya se preveía que nuevamente el campeonato se quedaría en Barranquilla.

Hubo, no obstante, una reacción de Cafeteros en el tercer cuarto del juego de este lunes. Y los de Armenia, empujados por el brío de Andrés Ibargüen, mostraron dignidad. No querían perder humillados por el hexacampeón, querían dar la pelea.

La diferencia, efímera como tantas veces en el baloncesto, se esfumó. Los triples de Fernando Lucena metieron de nuevo en el partido a Cafeteros y el último cuarto fue un cabeza a cabeza.

Más: Jaime Echenique: caer y levantarse para hacer historia

Los de Armenia remontaron y rozaron la hazaña. Llegaron a tener una ventaja de siete puntos, pero no cerraron el partido. Y Titanes, acostumbrado a estos momentos, dio un golpe en la mesa y aseguró su título en el último suspiro. Fue épico, en su última posesión, con un triple de Heissler Guillent, el mejor jugador de la temporada, Titanes de Barranquilla volvió a quedar campeón.

¿Temor, inexperiencia, mala suerte o falta de fichas de los retadores? Parece inexplicable. Lo cierto es que Titanes, cuando las papas queman, siempre saca la casta y gana los partidos importantes. Es de esos equipos históricos, que tienen mística, que saben salir campeones.

Fue un año más en el que los barranquilleros caminaron la liga. De todos los partidos solo perdieron uno, en la semifinal contra Team Cali. De resto, no hubo rivales. Cafeteros fue un contrincante digno, eso sí, pero demostró que todavía le falta para retar al rey de la liga colombiana de baloncesto.

La próxima temporada se jugará con la promesa de que la liga abandona la burbuja y vuelve a las casas de los equipos. Tal vez, la única posibilidad de que el nivel del torneo suba su nivel y Titanes pierda su hegemonía.

🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

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Parece que no hay rival que le quite la corona. Este año, Cafeteros era el retador. Desde Armenia venía la amenaza al poderío de los atlanticenses, pero Titanes respondió barriendo, con un marcador certero: 3-0.

El equipo fue creado en 2018 y desde entonces nunca perdió una final, y las jugó todas. Pocas escuadras en Suramérica tiene esos números, Titanes de Barranquilla ya es una de las dinastías más prestigiosas del baloncesto en el continente.

El equipo de Tomás Díaz sabía que este lunes era un día histórico. Y no se amilanó ante el reto. Todo lo contrario, salió a buscar el partido. Al descanso se fue con una ventaja de ocho puntos, 48 a 40, y tras los dos primeros cuartos ya se preveía que nuevamente el campeonato se quedaría en Barranquilla.

Hubo, no obstante, una reacción de Cafeteros en el tercer cuarto del juego de este lunes. Y los de Armenia, empujados por el brío de Andrés Ibargüen, mostraron dignidad. No querían perder humillados por el hexacampeón, querían dar la pelea.

La diferencia, efímera como tantas veces en el baloncesto, se esfumó. Los triples de Fernando Lucena metieron de nuevo en el partido a Cafeteros y el último cuarto fue un cabeza a cabeza.

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Los de Armenia remontaron y rozaron la hazaña. Llegaron a tener una ventaja de siete puntos, pero no cerraron el partido. Y Titanes, acostumbrado a estos momentos, dio un golpe en la mesa y aseguró su título en el último suspiro. Fue épico, en su última posesión, con un triple de Heissler Guillent, el mejor jugador de la temporada, Titanes de Barranquilla volvió a quedar campeón.

¿Temor, inexperiencia, mala suerte o falta de fichas de los retadores? Parece inexplicable. Lo cierto es que Titanes, cuando las papas queman, siempre saca la casta y gana los partidos importantes. Es de esos equipos históricos, que tienen mística, que saben salir campeones.

Fue un año más en el que los barranquilleros caminaron la liga. De todos los partidos solo perdieron uno, en la semifinal contra Team Cali. De resto, no hubo rivales. Cafeteros fue un contrincante digno, eso sí, pero demostró que todavía le falta para retar al rey de la liga colombiana de baloncesto.

La próxima temporada se jugará con la promesa de que la liga abandona la burbuja y vuelve a las casas de los equipos. Tal vez, la única posibilidad de que el nivel del torneo suba su nivel y Titanes pierda su hegemonía.

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