Un ave fénix llamada Emiliana Arango
A los 22 años, la tenista paisa ya ha pasado por el quirófano dos veces que prácticamente la obligaron a empezar de cero. En el segundo día de la Copa Billie Jean King, se convirtió en una de las salvadoras de la serie ante Perú.
Valentina Fajardo
Emiliana Arango se define a sí misma como una persona sencilla, que disfruta de pasar tiempo con su madre, leer y salir a pasear con su perro. Sin embargo, su sutileza no es suficiente para opacar su trayectoria y lo duro que ha trabajado para llegar a ser la segunda mejor raqueta del país.
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Emiliana Arango se define a sí misma como una persona sencilla, que disfruta de pasar tiempo con su madre, leer y salir a pasear con su perro. Sin embargo, su sutileza no es suficiente para opacar su trayectoria y lo duro que ha trabajado para llegar a ser la segunda mejor raqueta del país.
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Empezó a jugar desde que era una niña en torneos nacionales y, como la mayoría de los tenistas colombianos, pasó por los problemas de patrocinio que llevaron a que sus padres aportaran todo lo necesario para los torneos. “Definitivamente, sin mi familia yo no estaría acá. Ahora tengo la suerte de tener a Colsanitas que me ha apoyado los últimos años”, dice Arango. “Ha sido algo muy especial, algo clave y por eso se los agradezco con el alma”.
También tuvo problemas nivelando lo académico y lo deportivo, lo que la llevó a acabar sus estudios de bachillerato de manera virtual, aunque nunca vio esto como un sacrifico. No obstante, el obstáculo más duro de su carrera fueron sus dos pasos por el quirófano, que la llevaron a empezar en el tenis casi desde cero.
“Yo he tenido cirugías. La primera fue en la rodilla, con recuperaciones muy difíciles y momentos muy duros. Pero gracias a Dios siempre he tenido mucho apoyo de mi familia y siempre me han alentado muchísimo”, recuerda la jugadora de 22 años.
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Una lesión de cadera que empezó a afectarla en 2018 eventualmente terminó en una intervención quirúrgica. “Fue un tiempo muy difícil para mí. Cuando me operé viví una situación extraña, porque cuando a mí me comenzó a doler la cadera fue en la Copa Colsanitas, justo en el año que conseguí mi mejor resultado”, dijo refiriéndose a los cuartos de final que alcanzó en el torneo que se juega en Bogotá.
En sus primeros años Rafael Nadal y Maria Sharapova eran sus grandes ídolos, pero a medida que fue creciendo, Emiliana empezó a admirar a muchos más jugadores, especialmente al británico Andy Murray. “Hoy en día, y con lo que me pasó, siento admiración total por Murray. Me parece que lo que ha logrado hacer después de todo lo que ha sufrido con su cadera es increíble. En parte, eso es lo que me motiva a seguir adelante, construirme día a día”.
“Además, aprendí a que debía mejorar mi actitud. Me di cuenta de que ponerme tan brava no servía para nada. Gracias a la lesión maduré mucho más de lo que habría madurado sin ella. No habría tenido que mejorar tan de repente las cosas que tuve que cambiar. Me ha hecho mejor persona y mejor jugadora”, agrega Emiliana.
Aunque disfruta de cada torneo, para Emiliana no hay nada que la llene de alergia como cuando Fabiola Zuluaga la llama con la misión de representar a Colombia en la Copa Billie Jean King. “Fabiola me ha parecido una capitana muy tranquila y confía en nosotras que es muy importante”, dice mostrando su aprecio hacia la extenista cucuteña. “Fue una gran jugadora. Definitivamente, el país no ha tenido a nadie igual que ella. Tiene mucha experiencia, nos comparte todas las vivencias que ha tenido y siempre son claves para cada juego”.
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Al compartir vestuario con Camila Osorio -ausente en esta edición- , Yuliana Lizararo, María Paulina Pérez y María Fernanda Herazo, la forma de ver el tenis cambia. A pesar de que son pocos los días que están juntas en este tipo de eventos, el ambiente cambia: ya no debe comer solo con sus entrenadores, sino que empieza a pensar en equipo
Arango vive el día a día, es consciente que en un futuro será la representación de Colombia en el circuito de la WTA y la Copa Billie Jean King es una gran forma de demostrar que se está formando para ser una de las mejores del mundo. “Junto a Camila [Osorio] hemos jugado muchas copas y siento que estamos en un momento para demostrar que somos lo que viene para el tenis colombiano. A mí me llenaría mucho dar ese salto y llevar a Colombia al grupo mundial, por ahora eso es lo que quiero”.
En el segundo día de competición, que se está jugando en Cúcuta, la antioqueña le dio esperanzas a Colombia cuando la serie iba abajo contra Perú. En el primer turno de la jornada, María Fernanda Herazo cayó ante Lucciana Pérez, lo que significó la primera caída de las nacionales en la copa. Cuando llegó el turno de Emiliana se encargó de igualar la serie tras lograr una gran remontada.
Arango comenzó su partido perdiendo el servicio y algo incómoda, tanto así que llegó a estar 1-4 abajo en la primera manga. Con el paso del tiempo, encontró una mejor versión de su juego y remontó para ponerse 6-4. El envión anímico fue suficiente para que en el segundo set se impusiera 6-2 sin sufrir mucho.
Este jueves, las dirigidas por Fabiola Zuluaga enfrentarán a Guatemala, que cayó ante Argentina y Chile.
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