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Mencionar el automovilismo es pensar en batallas por el presupuesto, largas jornadas de taller y un trabajo arduo que reduzca la influencia de la fortuna. En cuestión de segundos, una temporada de varios meses se puede definir en una curva o por un accidente. En una disciplina tan cambiante, meterse de lleno a buscar el sueño de ser profesional es una inversión arriesgada en la que los momentos de felicidad son pocos, y por eso mismo, más especiales.
Caracterizados por ese amor a la velocidad, más de una docena de pilotos colombianos han buscado dejar la bandera del país en alto en las pistas más prestigiosas del mundo. Algunos apenas arrancan su periplo, mientras que otros, con bastante kilometraje encima, se mantienen al volante con la misma ilusión que tuvieron al comenzar sus carreras. “La cifra es buena. Cada día salen más pilotos al exterior y hay más apoyo por parte de Mindeporte a ellos”, destaca Francisco Soto Aparicio, presidente de la Federación Colombiana de Automovilismo Deportivo (FCAD).
El común denominador entre los que empiezan su camino en el mundo del deporte a motor es aspirar a la Fórmula Uno, considerada por la mayoría de espectadores como la consagración. Llegar allá es un privilegio que reúne talento, patrocinadores, resultados y choques.
En su momento, Lewis Hamilton resaltó lo difícil que es llegar y lo comparó con ser astronauta. “Somos un grupo muy pequeño los que podemos pilotar estos cohetes, somos lo más parecido a la NASA”, comentó el siete veces campeón de la principal competición internacional.
Aunque la F1 es el norte de la mayoría de amantes de la velocidad, es un error verla como la única vara para medir el éxito, pues el automovilismo es un mundo amplio que va más allá de las carreras de monoplazas. Las pruebas de resistencia, los gran turismos (GT), los rallies y sus variaciones son apenas un abrebocas para una disciplina tan extensa.
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En la actualidad, quien carga las esperanzas de llegar a la competición más popular es Sebastián Montoya, quien corre el Campeonato de Fórmula 3 de la FIA, considerado el tercer escalón hacia la élite. Como es habitual en los colombianos que corren en el extranjero, su llegada a este deporte fue una herencia familiar. Su padre, Juan Pablo, marcó un antes y un después en la historia de nuestro automovilismo.
Sebastián pertenece a la academia Red Bull, la más exitosa de los años recientes en competencias de monoplazas, y en paralelo compite junto a su padre en la categoría LMP2 Pro Am del European Le Mans Series (ELMS), uno de los torneos de resistencia de mayor prestigio en el mundo. “Algo que he aprendido últimamente y de pequeño no entendía muy bien es que uno nunca termina de aprender. Uno aprende en cada paso del proceso. Hasta mi papá, que lleva 30 años en esto, aprende cosas nuevas”.
Allí, en el ELMS, los Montoya son rivales del equipo Team Virage, donde corre la bogotana Tatiana Calderón, quien fue piloto de desarrollo del Alfa Romeo Sauber (ahora Alfa Romeo Racing) de la Fórmula Uno.
En la categoría LMP3 de la ELMS también hay presencia colombiana con el vallecaucano Óscar Tunjo, quien también participa en la Prototype Cup Germany, que arrancó este fin de semana.
En Europa hay caras nuevas que, poco a poco, suman kilómetros y trabajan para subir los escalones por los que ya han pasado otros representantes del amarillo, azul y rojo. “Estamos viendo una nueva camada en diferentes categorías; adicionalmente, la mayoría son menores de 20 años”, destaca Soto Aparicio sobre los talentos en formación.
La nueva camada
Al igual que Sebastián Montoya, aparece de gira en el Viejo Continente Lucas Medina, quien apenas la semana pasada confirmó que iba a correr en la Fórmula Regional Europea para el Seintéloc Racing de Francia. El anuncio se dio a pocas horas del arranque oficial de la temporada.
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Hace unas semanas, para el equipo francés iba a correr Nicolás Baptiste, también bogotano, pero por motivos de presupuesto tuvo que bajarse antes de poder debutar. Una situación similar vivió el piloto barranquillero Juan Pablo Vega, quien tuvo acción en las primeras rondas de la Fórmula 4 Inter, que se disputa en Estados Unidos, pero también por un tema de recursos se vio obligado a abandonar la competencia. Ambos pilotos comenzaron, el pasado fin de semana, su participación en el Campeonato Nacional de Automovilismo de Colombia (CNA).
En las categorías formativas europeas, la presencia de los nuestros se refleja en los campeonatos de F4. Jerónimo Berrío, de origen capitalino y primer colombiano en conseguir una victoria en el circuito Paul Ricard, es uno de los favoritos a disputar el título en el Campeonato de España de F4. En las pruebas libres, que se llevaron a cabo la semana pasada, fue uno de los pilotos más destacados.
“Estoy muy emocionado por el año que se viene. España tiene un campeonato que está cogiendo mucha fuerza. Muchos pilotos de nivel quieren unirse”, destacó Berrío para El Espectador. El joven piloto dijo que ya se siente más afianzado en Europa y se perfila como un proyecto para la escudería neerlandesa MP Motorsports, que también compite en F2 y F3.
Jero, como también es conocido el piloto bogotano, debutará el próximo 5 de mayo en el circuito de SPA (Bélgica), que es uno de sus favoritos. En la línea de salida será rival del antioqueño Maximiliano Restrepo, quien también debuta en el certamen ibérico como parte de la escuadra española Drivex. Se trata del primer salto del paisa al Viejo Continente, pues hace algunos meses corría en el kartismo colombiano.
En el Campeonato Francés de F4 tendrá acción Joao Paulo Díaz Balesteiro, de los más jovenes de este listado. Con 15 años pertenece a la FFSA Academy, un programa de desarrollo que busca promover pilotos al más alto nivel. Sus primeras carreras las disputó a principios de abril y la próxima semana buscará sumar puntos en el circuito de Nevers Magny-Cours.
El sueño americano
En territorio estadounidense, el piloto colombiano con más rodaje en la actualidad es Gabby Chaves, quien participa en el WeatherTech SportsCar Championship, evento de resistencia organizado por la Asociación Internacional del Deporte a Motor (IMSA). Tras un breve paso por Europa, se estableció en EE. UU., donde lleva más de una década y consiguió distinciones como el título de Indy Lights (2014) y un año después el premio como mejor novato en la IndyCar, la competición de monoplazas más importante de la Unión Americana.
Chaves fue parte de una generación en la que varios colombianos dijeron presente en las pistas estadounidenses de mayor prestigio. Nombres como Carlos Huertas, Sebastián Saavedra, Gustavo Yacamán, Juan Diego Piedrahíta y Carlos Muñoz fueron parte de ese proceso, aunque ya están alejados de las principales competiciones.
Huertas, que ganó una carrera de IndyCar en 2014, se retiró por falta de apoyo financiero y luego se graduó como economista; Saavedra vive en Indianápolis, trabaja testeando carros y a veces corre; Yacamán siguió en EE.UU. como instructor y Piedrahíta se dedicó a los negocios.
Siguiendo sus pasos, y después de un 2022 exitoso, en el que se coronó campeón del Campeonato NACAM de Fórmula 4, en México, Juan Felipe Pedraza viajó un poco más al norte, para disputar el USF Juniors de los Estados Unidos, división en la que jóvenes prospectos hacen una escala rumbo a la IndyCar.
El bogotano participará como parte de la escudería mexicana RAM Racing, de buena relación con los pilotos de nuestra tierra. Además del ya mencionado Pedraza, por allí pasó Lucas Medina, que en 2021 se destacó en la carrera azteca.
La vigente temporada de la F4 mexicana tiene a dos colombianos que prometen defender el título de la escudería. Se trata de Pedro Juan Moreno y David Esteban Cárdenas, que son segundo y tercero respectivamente en la tabla del campeonato.
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Moreno, elegido el año pasado piloto promesa del automovilismo colombiano, ganó las dos primeras carreras que se disputaron en el Autódromo Hermanos Rodríguez, pero una falla técnica lo hizo perder el liderato en la tercera prueba. Apenas dos puntos lo separan del primer lugar, que planea recuperar en mayo. Hasta el momento, el joven paisa es el único que ha hecho sonar el himno nacional en el podio de los circuitos del extranjero este 2023.
Fuera del asfalto
Colombia tuvo tres representantes en la última edición del Rally Dakar, todos ellos hombres de extensa experiencia. Los antioqueños Javier Vélez y Mateo Moreno Kristiansen compitieron para FN Speed Team en los prototipos ligeros. También en esa categoría participó Antonio Marmolejo, quien fue compañero del argentino Ariel Jatón en South Racing Can-Am. Todos los colombianos lograron completar el exigente recorrido, que tuvo lugar este año en los desiertos de Arabia Saudita.
La apuesta por crecer
“La FCAD trabaja diariamente en el fomento del deporte, buscando nuevos espacios para la práctica, así como clubes y promotores que hagan más eventos”, explica Soto, quien subraya que el apoyo de la gente en Colombia ha crecido pero que todavía hay mucho por recorrer.
Iniciativas como traer una competencia FIA de monoplazas de F4 a Colombia o el sonado Gran Premio de Barranquilla de F1, por más ambicioso que parezca, podrían ayudar a que más talentos se consoliden y ganen experiencia para subir la escalera rumbo a la élite, siendo el eslabón que falta entre el kartismo y el automovilismo en nuestro país. La dificultad para hacerlo realidad, de acuerdo con la FCAD, es que la inversión privada está congelada y es difícil lograrlo con recursos públicos.
Desde luego, el panorama, al menos en la producción de talentos es alentador. Auque los pilotos que se han destacado a escala nacional suelen llamar la atención de equipos del extranjero, la financiación sigue siendo un obstáculo. A favor también juega la experiencia recopilada por pilotos que estuvieron afuera. Por ejemplo, el santandereano Omar Julián Leal, que corrió en GP2 (actual Fórmula 2) e hizo parte de la generación que representó a Colombia en Europa junto con Tunjo y Calderón, trabaja ahora como formador de jóvenes pilotos.
“Se volvió un deporte bastante caro y si uno tuviera un poquito más de apoyo, de pronto nos podría ir mejor, pero con las cosas que uno tiene, uno tiene que maximizar la situación”, reflexiona Sebastián Montoya, el rostro más visible de una generación colombiana con potencial.
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