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El desconcierto, que hasta hace apenas unos meses se unía a la indignación y la tristeza en Ibagué al ver el estado de los escenarios prometidos para albergar los XX Juegos Nacionales en 2015, parece tomar ahora un aire de ilusión. Tuvieron que pasar 670 días sin un solo trabajador en el Parque Deportivo y en la Unidad Deportiva de la calle 42 para que el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de la ciudad (Imdri) y la Alcaldía dieran un paso importante para salir de una pesadilla sin fin. (Vea en imágenes: La realidad que vive Ibagué con sus escenarios deportivos)
La semana pasada, la Unión Temporal CO2 y MC Construcciones y Consultorías S.A.S. fueron confirmadas como las empresas ganadoras para realizar la optimización, la complementación y el ajuste de estudios y diseños para las obras de los escenarios. La primera se encargará del Parque Deportivo, por un valor de $1.176 millones, y la segunda de la Unidad Deportiva de la calle 42, por un costo de $896 millones. Además se adjudicó al Consorcio SAP Arquitectos 2018 el contrato de interventoría por un poco más de $310 millones para el ajuste al diseño de los escenarios. (Le puede interesar: La batalla por los Juegos Nacionales entre Coldeportes y Bolívar)
La elección de estas empresas se dio después de que el 1º de noviembre de 2017 se diera inicio el concurso de méritos para la revisión, el ajuste y la complementación de estudios y diseños. Una vez fijadas las condiciones, el 29 de diciembre se escogió a estos consultores. Por otra parte, el 11 de diciembre se abrió el proceso de licitación para la intervención de las obras, que se adjudicó el 8 de febrero de 2018 a SAP Arquitectos.
La primera prueba de fuego de estas sociedades será en dos meses. Es el tiempo que tienen la Unión Temporal CO2 y MC Construcciones y Consultorías S.A.S. para entregar los primeros diseños. “En el Parque Deportivo se priorizarán el patinódromo, el estadio de atletismo, el urbanismo, las redes y una cancha de fútbol profesional, mientras que en la Unidad de la calle 42 tendrán que entregar el ajuste del coliseo menor, las piscinas y el urbanismo”, le dijo a El Espectador el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien también explicó que una vez se entreguen los diseños empezará otro proceso en la curaduría para que les den la licencia de construcción y así entrar a licitar. “Lo vamos a hacer escenario por escenario. No queremos tener un solo gran contrato. Creemos que es más fácil ir uno por uno”, añadió.
Estos escenarios tienen la prioridad porque son los que están más avanzado. En el patinódromo, por ejemplo, los trabajos en la pista quedaron listos. Se deben arreglar unos desniveles y una parte del trazado de ruta que con el tiempo puede ceder debido a que se instaló un muro de gavión, que es una estructura flexible y se acomoda con el tiempo. Además se debe tumbar el esqueleto de las tribunas metálicas que se alzaron. Con el olvido de los últimos años, el óxido ya es muy evidente y perjudicial. Eso sin contar que parecen un castillo de naipes, que en cualquier momento puede venirse abajo. Lo mismo sucede con el estadio de atletismo, las piscinas y el coliseo menor. Son lugares que necesitan arreglos no muy extensos para quedar en pleno funcionamiento. (Lea aquí: El olvido de los escenarios deportivos de Ibagué)
De ahí en adelante, la tarea se complica. Según afirmó el alcalde, la segunda entrega de los rediseños será en cuatro meses, para el Parque Deportivo, del que se tienen que entregar el complejo de raquetas, el complejo acuático y la pista BMX. La situación ahí es un poco más difícil porque son trabajos que se iniciaron y no llegaron ni a la mitad de su desarrollo. El complejo acuático, por ejemplo, es un mar de varillas de construcción oxidadas que deben extraerse. Además, según informó la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), no está bien orientado. La fosa que abrieron va de oriente a occidente (recorrido del sol), lo que podría molestar la vista de los deportistas en competencias como la modalidad de espalda. Lo recomendado es construirla de norte a sur. Por su parte, la pista de BMX es un montón de tumultos de tierra arrinconados y las canchas de tenis, a medio hacer, no están bien niveladas.
La tercera y última entrega será dentro de seis meses. Los ajustes que se deben terminar son los del coliseo mayor, el tejódromo, el complejo de fútbol y el edificio administrativo del Imdri, en el Parque Deportivo, mientras que en la Unidad de la calle 42 serán los del edificio multideportes y parqueaderos. Estos dos últimos son los más complicados, debido a que la empresa encargada de las obras, Typsa, abrió un hueco que hoy está lleno de agua y debe mantenerse con una máquina de bombeo para que no se convierta en un estanque de aguas lluvias. Además, las edificaciones a medio hacer tienen unas deficiencias que deben ser estudiadas para saber si se puede construir sobre lo que está o es necesario tumbar todo e iniciar desde cero.
Será un trabajo de largo aliento y con muchas complicaciones por delante, pero este fue un primer paso importante para que los habitantes de Ibagué vuelvan a tener escenarios y salgan de una vez por todas de esa pesadilla en la que quedaron inmersos por la avaricia de unos empresarios y gobernantes que dejaron a la ciudad, deportivamente hablando, bajo los escombros.
jdelahoz@elespectador.com
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