Warriors contra Celtics, choque de dinastías en las finales de la NBA
Los Golden State Warriors y los Boston Celtics se verán este jueves en el comienzo de las finales de la NBA.
Los renacidos Golden State Warriors, grandes dominadores de la última década de la NBA, ante la renovada aristocracia de los Boston Celtics: una de estas emblemáticas franquicias agrandará su legado en las imprevisibles Finales que arrancan el jueves.
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Compitiendo por el anillo por sexta vez en los últimos ocho años, Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green aspiran a alzar un cuarto título con los Warriors y el primero desde la debacle en las Finales de 2019.
La espera ha sido mucho más larga para los Celtics, que pelearán por primera vez por el trofeo desde 2010 liderados por los jóvenes Jayson Tatum y Jaylen Brown, en una oportunidad de oro de convertirse en el equipo más laureado de la historia.
En caso de triunfar en esta serie al mejor de siete partidos, que concluirá a más tardar el 19 de junio, los Celtics conquistarían su 18º anillo y romperían el empate actual con sus archirrivales Lakers.
Warriors y Celtics, dos de las 11 franquicias fundadoras de la liga en 1946, han demostrado ser los dos equipos más sólidos de estos playoffs sacando del camino a los grandes favoritos.
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En la Conferencia Oeste, Golden State despachó con autoridad a los Grizzlies de Ja Morant y los Mavericks de Luka Doncic mientras los Celtics, en el Este, necesitaron de un séptimo partido para batir a los Bucks de Giannis Antetokounmpo, vigentes campeones, y los Heat de Jimmy Butler.
Ambas trayectorias resultaban difíciles de pronosticar a principios de este año, cuando los Warriors recibían de vuelta a Klay Thompson tras dos años y medio lesionado y los Celtics estaban hundidos fuera de las plazas de repechaje a playoffs.
La resurrección de Warriors
Sin llegar a la dependencia que tienen otros equipos de sus estrellas, Stephen Curry y Jayson Tatum han salvado a Warriors y Celtics en numerosos momentos decisivos de esta postemporada.
Curry, el mejor tirador de la historia, vuelve a sonreír junto a Thompson y Green, sus eternos socios, después de dos penosas temporadas en las que Golden State llegó a ser el peor equipo de la liga (15 victorias y 50 derrotas en 2020).
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El base se quedó como única luz de los Warriors después de la devastadora derrota en las Finales de 2019 ante los Toronto Raptors, cuando las graves lesiones de Thompson y Kevin Durant, que se marchó después a Brooklyn, clausuraron un equipo que parecía imbatible.
A sus 34 años, Curry ha perdido parte de su endiablada velocidad e implacable tiro pero sigue siendo capaz de prender la mecha en cualquier momento del partido con sus rachas anotadoras.
Thompson, que despidió a Miami con un memorable sexto juego, y Green, el gran ancla defensiva, tampoco son las poderosas amenazas de antaño pero el técnico Steve Kerr les ha sabido rodear de pujantes figuras como Andrew Wiggins y Jordan Poole, que se han adaptado a la perfección a roles secundarios.
La madurez de los Celtics
Los Celtics, por su parte, no despertaban tanta atención como los Warriors a principios de temporada. Ningún gran fichaje llegó para reforzar al plantel que cayó en tres finales de conferencia desde 2017 y que fue aplastado por los Nets en la primera ronda de 2021.
El talento de Tatum, de 24 años, y de Brown, de 25, nunca estuvo en discusión pero, tras cinco temporadas juntos, sí se dudaba de su química como líderes para dar el siguiente paso y luchar por un título que se le resiste a Boston desde 2008.
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Esta campaña llegó a darse casi por perdida cuando en enero ocupaban la undécima plaza y muchos analistas daban por finiquitada la sociedad de los ‘Jays’, aconsejando a Boston que escuchara ofertas por Brown.
En febrero, los Celtics no hicieron grandes cambios en el cierre del mercado y su paciencia dio frutos con una espectacular racha de victorias (27 en los últimos 33 partidos de fase regular) que les catapultó hasta el segundo puesto del Este.
La gran fortaleza de Boston es la combinación de su feroz defensa, con especialistas como Marcus Smart (Mejor Jugador Defensivo del año) o el dominicano Al Horford, con una ofensiva equilibrada y la madurez como líder de Tatum, una nueva superestrella de la NBA.
El técnico que detonó el potencial del conjunto es el debutante Ime Udoka, forjado como asistente en los Spurs de Gregg Popovich, que también ha tenido bajo su ala a Steve Kerr como jugador y auxiliar en la selección estadounidense.
Sobre el papel, la gran diferencia entre Warriors, que tendrán la ventaja de campo, y Celtics estriba en la experiencia en las Finales, ya que ningún jugador de Boston ha competido antes en la última eliminatoria.
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Compitiendo por el anillo por sexta vez en los últimos ocho años, Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green aspiran a alzar un cuarto título con los Warriors y el primero desde la debacle en las Finales de 2019.
La espera ha sido mucho más larga para los Celtics, que pelearán por primera vez por el trofeo desde 2010 liderados por los jóvenes Jayson Tatum y Jaylen Brown, en una oportunidad de oro de convertirse en el equipo más laureado de la historia.
En caso de triunfar en esta serie al mejor de siete partidos, que concluirá a más tardar el 19 de junio, los Celtics conquistarían su 18º anillo y romperían el empate actual con sus archirrivales Lakers.
Warriors y Celtics, dos de las 11 franquicias fundadoras de la liga en 1946, han demostrado ser los dos equipos más sólidos de estos playoffs sacando del camino a los grandes favoritos.
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La resurrección de Warriors
Sin llegar a la dependencia que tienen otros equipos de sus estrellas, Stephen Curry y Jayson Tatum han salvado a Warriors y Celtics en numerosos momentos decisivos de esta postemporada.
Curry, el mejor tirador de la historia, vuelve a sonreír junto a Thompson y Green, sus eternos socios, después de dos penosas temporadas en las que Golden State llegó a ser el peor equipo de la liga (15 victorias y 50 derrotas en 2020).
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A sus 34 años, Curry ha perdido parte de su endiablada velocidad e implacable tiro pero sigue siendo capaz de prender la mecha en cualquier momento del partido con sus rachas anotadoras.
Thompson, que despidió a Miami con un memorable sexto juego, y Green, el gran ancla defensiva, tampoco son las poderosas amenazas de antaño pero el técnico Steve Kerr les ha sabido rodear de pujantes figuras como Andrew Wiggins y Jordan Poole, que se han adaptado a la perfección a roles secundarios.
La madurez de los Celtics
Los Celtics, por su parte, no despertaban tanta atención como los Warriors a principios de temporada. Ningún gran fichaje llegó para reforzar al plantel que cayó en tres finales de conferencia desde 2017 y que fue aplastado por los Nets en la primera ronda de 2021.
El talento de Tatum, de 24 años, y de Brown, de 25, nunca estuvo en discusión pero, tras cinco temporadas juntos, sí se dudaba de su química como líderes para dar el siguiente paso y luchar por un título que se le resiste a Boston desde 2008.
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La gran fortaleza de Boston es la combinación de su feroz defensa, con especialistas como Marcus Smart (Mejor Jugador Defensivo del año) o el dominicano Al Horford, con una ofensiva equilibrada y la madurez como líder de Tatum, una nueva superestrella de la NBA.
El técnico que detonó el potencial del conjunto es el debutante Ime Udoka, forjado como asistente en los Spurs de Gregg Popovich, que también ha tenido bajo su ala a Steve Kerr como jugador y auxiliar en la selección estadounidense.
Sobre el papel, la gran diferencia entre Warriors, que tendrán la ventaja de campo, y Celtics estriba en la experiencia en las Finales, ya que ningún jugador de Boston ha competido antes en la última eliminatoria.
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