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El año en el que Rafa Nadal cayó en primera fase y Novak Djokovic tuvo que marcharse lesionado, Roland Garros vivirá el domingo una final inédita entre dos jugadores que alcanzaron el último escalón por vez primera, el español Carlos Alcaraz y el alemán Alexander Zverev.
Será un duelo entre dos tenistas de generaciones diferentes y trayectorias desiguales. El alemán, de 27 años, número 4 del ránking, busca su primera corona en un Grand Slam mientras que el español, de 21 y número 3 del mundo, ya ha sumado dos.
Alcaraz alcanzó su primera final en París tras derrotar en un agónico partido al italiano Jannik Sinner, virtual número 1 del mundo, 2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3, un duelo cargado de tensión y emociones entre dos rivales que se conocen bien y que jugaron atenazados por todo lo que estaba en juego.
La batalla fue vibrante, cargada de épica, porque ninguno de los dos tenistas fue capaz de desplegar el nivel que les ha situado en lo más alto del ránking, pero el español demostró más aguante, supo mantenerse a flote en los peores momentos y llegar más fuerte el tramo final, donde remató al italiano.
Aguó la fiesta italiana
Una mácula para su país en un Roland Garros en el que el cuadro individual masculino será el único sin representación italiana tras la derrota del ganador del pasado Abierto de Australia.
Jasmine Paolini jugará este sábado la final contra la polaca Iga Swiatek y el domingo, junto a Sara Errani, la final de dobles, mientras que Simone Bolelli y Andrea Vavassori jugarán la del doble masculino.
Alcaraz se convirtió en el tenista más joven en alcanzar una final de Grand Slam en las tres superficies, tras haber ganado el Abierto de Estados Unidos de 2022 y el Wimbledon del año pasado. Además, el segundo finalista más joven de París por detrás de Nadal.
Pero el español se mostró particularmente orgulloso de haber sabido superar la tensión que el año pasado en esa misma fase contra el serbio Novak Djokovic le provocó calambres que le impidieron rivalizar.
“Estoy contento de haber sacado adelante esta situación tan compleja basándome en otras similares que viví en el pasado y ver que he aprendido de ellas a cómo lidiar esos momentos. He estado fuerte mentalmente, no me he ido en ningún momento del partido, para mi es un orgullo no haber tropezado en la misma piedra”, dijo.
Supuso su quinta victoria en nueve duelos contra Sinner, la segunda este año tras la de la semifinal de Indian Wells, en la que también remontó un primer set muy malo.
Su rival será el tenista más en forma del circuito, Zverev, que encadenó una duodécima victoria consecutiva para alcanzar su primera final en París, tras tres semifinales fallidas, su segunda en un Grand Slam después de la del Abierto de Estados Unidos de 2020, que perdió frente al austriaco Dominic Thiem.
“Entonces no estaba maduro, no estaba preparado”, dijo el germano, de 27 años, que derrotó 2-6, 6-2, 6-4 y 6-2, al noruego Casper Ruud, que el año pasado le apeó en semifinales camino de su segunda final consecutiva.
Zverev se convierte así en el segundo alemán que jugará una final de Roland Garros, tras la que perdió en 1996 Michael Stich frente al ruso Evgeny Kafelnikof.
El germano logró al fin alcanzar la final coincidiendo con otra buena noticia para él, la de que se cierra el proceso por agresión a una ex pareja en su país, tras haber alcanzado un acuerdo entre las partes.
El número 4 del mundo es uno de los pocos tenistas que tiene favorable el balance de duelos con Alcaraz. Se han medido en nueve ocasiones, con cinco triunfos del germano que, sin embargo, se inclinó en el último, en cuartos de final del Masters 1.000 de Indian Wells hace cuatro meses.
Pero en el Abierto de Australia fue Zverev quien se hizo con la victoria en cuatro sets también en cuartos de final, al igual que en Roland Garros de 2022, el único duelo en este torneo.
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