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La bella estructura multicolor del estadio 974 de Doha se veía este lunes mucho más espectacular que de costumbre. Sus tribunas estaban vestidas de amarillo, repletas con hinchas que gritaban y cantaban al son de unos tambores o panderos, como les dicen los hinchas brasileños, que solo eran apenas el 20 % de quienes lucían las camisetas de la canarinha. Los demás son cataríes o extranjeros que por simpatía se han unido a la celebración durante el mes del Mundial.
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Antes del partido frente a Corea del Sur, por los octavos de final, los jugadores de la selección brasileña rompieron el protocolo y atendieron a un grupo de aficionados que llegaron a visitarlos al Westin Doha Hotel & Spa, su sitio de concentración, como muestra de apoyo y confianza, a pesar de la derrota en el cierre de la fase de grupos contra Camerún.
Neymar y compañía tenían algo de sentimiento porque en los medios internacionales se habla mucho de la Argentina de Lionel Messi, la Francia de Kylian Mbappé e incluso de la Inglaterra de Harry Kane. Decían que no se les valoró el hecho de clasificar de manera anticipada y utilizar una nómina suplente para el tercer juego.
Por eso ante Corea del Sur salieron a presentar oficialmente su candidatura al título, a mostrar sus argumentos futbolísticos y a evidenciar que cuando juegan en serio, son imparables.
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Siete minutos bastaron para que Vinicius Jr. abriera el marcador tras una brillante jugada de Raphina, por el costado derecho. Después Richarlison anticipó a un defensa que intentaba rechazar y recibió una falta en el área que Neymar transformó en gol desde el punto penal.
Y antes de que los asiáticos pudieron reaccionar llegó el tercero, una genialidad de Richarlison que contó con la complicidad de Marquinhos y Thiago Silva, los dos centrales que se juntaron en el campo rival para que el excompañero de James Rodríguez en el Everton aumentara la cuenta.
Estamos com você, Rei!
— CBF Futebol (@CBF_Futebol) December 5, 2022
Seguimos juntos sempre.
📷: Lucas Figueiredo / CBF pic.twitter.com/tSiFsTCebz
Como si no fuera suficiente, en una transición rápida Vinicius habilitó a Lucas Paquetá, quien cruzó la pelota para el 4-0 con el que terminó el primer tiempo.
Y en el descanso hubo carnaval en Doha, como no había ocurrido en los partidos anteriores. Por fin sonó la samba en el estadio y los hinchas cariocas, paulistas, gaúchos y de todas las regiones del país prendieron la fiesta.
Al final del compromiso, que terminó 4-1 gracias al descuento de Seungho Paik, Neymar y Thiago Silva, capitanes de la selecao, mostraron una pancarta con la cara y el nombre de Pelé, máximo ídolo deportivo de Brasil, quien lucha contra un cáncer de colon que está en su fase terminal.
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A diferencia de Argentina, Países Bajos, Francia e Inglaterra, a los que les costó bastante abrir el marcador en sus series, Brasil solucionó el problema muy rápido y con contundencia.
Adicionalmente, en un par de acciones en las que fue exigido, el arquero Allison respondió y sacó remates con destino de gol, otro detalle que le debe generar mucha tranquilidad al técnico Tite, cuyo plantel está sano, descansado y motivado para buscar el título mundial que le es esquivo a Brasil desde 2002, cuando de la mano de Luis Felipe Scolari se coronó pentacampeón en Corea y Japón.
El próximo obstáculo para el scratch será Croacia, que con dificultad superó a Japón 3-1 en la definición por cobros desde el punto penal, después de que en los 90 minutos y en el alargue de 30 el duelo terminara igualado 1-1.
Ese duelo fue en el estadio Al Janoub, el primero de los ocho escenarios de Doha en el que se cerró la programación mundialista. Aunque perdieron en la cancha, en las graderías los nipones fueron mayoría y fieles a su tradición, aceptaron con gallardía la derrota y felicitaron respetuosamente a sus adversarios.
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El técnico japonés, Hajime Moriyasu, afectado por el resultado, admitió que “otra vez nos chocamos con la barrera de los octavos, pero prefiero hablar de lo positivo, de lo cerca que estuvimos de avanzar, de que en la primera ronda le ganamos a Alemania y a España, dos campeones del mundo. El futuro definitivamente cambiará, hemos demostrado que seguimos avanzando, que no nos quedamos estancados y que nuestros jugadores compiten sin complejos contra todo el mundo. Estamos tristes, porque soñábamos con más, pero nos levantaremos mañana listos para volver a trabajar y seguir luchando”.
El arquero croata Dominik Livakovic fue considerado la figura del duelo tras detener tres cobros en la definición. “Estoy muy feliz de poder ayudar a mi país a clasificar a cuartos de final. Es gratificante cuando el esfuerzo rinde frutos. Dimos un paso grande, pero seguimos lejos de nuestro objetivo, que es llegar a la final”, dijo el cuidapalos de 27 años que juega en el Dínamo de Zagreb.
Sobre la actual subcampeona mundial, rival de Brasil el viernes por un cupo a la semifinal, el técnico Tite aseguró: “No le tengo que explicar a nadie la calidad que tienen y que han demostrado durante muchos años. Los respetamos, como a todos, pero en este momento nos tenemos que preocupar sobre todo por seguir mejorando, reforzando los conceptos como ante Corea. El equipo se vio sólido contra un rival fuerte, que luchó todo el tiempo. Nuestra meta sigue ahí, hemos dado un paso más y eso nos motiva aún más, pero está claro que todavía no hemos ganado lo que en verdad vinimos a buscar”.
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