Didier Deschamps: “En el fútbol no hay nada por encima de un Mundial”

En casi cien años de historia de los mundiales de fútbol, solo dos selecciones han logrado defender con éxito sus títulos: Italia, que tras ganar en casa en 1934 repitió en Francia 1938; y Brasil, campeona en Suecia 1958 y Chile 1962. En las últimas 14 copas del mundo los ganadores han sido diferentes a los de la edición anterior.

En casi cien años de historia de los mundiales de fútbol, solo dos selecciones han logrado defender con éxito sus títulos: Italia, que tras ganar en casa en 1934 repitió en Francia 1938; y Brasil, campeona en Suecia 1958 y Chile 1962. En las últimas 14 copas del mundo los ganadores han sido diferentes a los de la edición anterior.

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Y apenas tres hombres comparten el privilegio de haber sido campeones como jugadores y después como técnicos: el brasileño Jorge Mario Lobo Zagallo, el alemán Franz Beckenbauer y el francés Didier Deschamps.

“Sí, para mí es un honor; siempre lo digo. Estar al lado de esas dos leyendas significa que algo hemos hecho bien, porque en el fútbol no hay nada por encima de un Mundial, ganarlo es la gloria absoluta, la felicidad máxima, por más que haya títulos importantes y trofeos con los que todos soñamos”, le dijo Didi a El Espectador en la zona mixta del estadio Al Saad, lugar de entrenamientos de Les Bleus en Doha, muy cerca al lujoso hotel Al Mesilla, donde se hospedan.

Luego de las convincentes victorias ante Australia y Dinamarca, Francia, ya clasificada, cerrará la fase de grupos enfrentando a Túnez, este martes desde las 10:00 a.m., probablemente con una nómina mixta, para darles descanso a sus figuras y minutos a quienes no han actuado.

“Estamos bien, fuertes e ilusionados, pero en un torneo así de corto no se puede uno relajar. Hay que estar concentrados siempre, al ciento por ciento. Un error, una mala tarde, te deja por fuera. Eso lo sabemos bien”, asegura.

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Sobre el torneo, asegura que “los equipos están cogiendo ritmo, encontrando alternativas, probando un poco, como nosotros. Realmente en octavos de final, en la eliminación directa, se verá la presión por no volver a casa antes de tiempo”.

Todavía no quiere hablar de los posibles rivales en las siguientes fases. “Nuestra ambición es ganar el Mundial, es lo que nos exige la historia, pero sabemos que es bastante difícil”, dice Deschamps, quien fue capitán del equipo que se coronó en Francia 1998 y dirigió al que levantó la Copa hace cuatro años, en Rusia.

“Ya son 10 años en la selección nacional. Ha sido un tiempo placentero, lo he disfrutado mucho. Logramos que la gente, sobre todo los jóvenes, se identificaran con el grupo. Se siente verdaderamente el apoyo de la afición”.

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Exvolante de Nantes, Marsella, Burdeos, Juventus, Chelsea y Valencia, no acostumbra hablar de algún jugador en particular, sino del grupo, pero advierte que “acá todos tiran para el mismo lado. Claro, sabemos que Kylian [Mbappé] es un tipo especial, pero no tiene ego, trabaja por el equipo y lo pone siempre por encima; ya nos lo ha demostrado”.

También tuvo palabras de elogio para el arquero Hugo Lloris y el delantero Antoine Griezmann, que “son líderes silenciosos, que buscan ser ejemplo para los más jóvenes con sus actos y actitudes. La buena disposición es importante en estos eventos, un ambiente sano y positivo potencializa al plantel, que de por sí ya es muy bueno”.

“Vittorio Pozzo es el único entrenador bicampeón mundial. ¿Qué significaría para usted igualarlo?”, le preguntaron. “Nada especial. Lo importante sería que ganara nuevamente Francia, eso sería lo que me haría feliz, pero no niego que me alegraría ver otra estrella en mi hoja de vida”.

Con apenas 54 años, ya está por encima del bien y del mal. Será por eso que se ve tranquilo, alegre y disfrutando cada momento. “Esa debe ser una de las claves de la vida. Ahora mismo, aunque siento la presión de los resultados y la exigencia de un cargo como este, lo manejo mejor que antes, lo asumo con mayor madurez y tranquilidad. Me divierto entrenando, dirigiendo, planificando. Puedo decir que paso por una gran etapa de la vida”.

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Como lo hace su selección, que llegó con algo de dudas por los discretos resultados previos, pero sabiendo que tenía la capacidad para brillar en Catar. “Siempre lo dije. A veces los jugadores sacrifican objetivos menores por uno mayor, que es el Mundial. Varios en este plantel saben lo que significa llevar la Copa a casa y quieren volver a hacerlo, definitivamente queremos volver a hacerlo”.

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