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En todo estás vos.
En las banderas y en las camisetas, en el cielo como en la tierra.
En las preguntas y en las respuestas.
En los comentarios de cada argentino y en los comentarios que le hacen a cada argentino que camina con la camiseta albiceleste por Doha.
En las canciones y en las paredes, en los murales y en los tatuajes.
En los dibujos de los artistas, en el histórico mercado de Souq Waqif y hasta en las academias de fútbol de Catar.
Toda la información del Mundial de Catar está en un solo lugar, encuéntrela aquí
Dos años sin Diego Maradona🇦🇷. Por siempre en el recuerdo...#DiegoEterno 🔟♾ pic.twitter.com/1y0tOuH2lC
— FIFA.com en español (@fifacom_es) November 25, 2022
En los sueños y en los rezos de los propios, en las pesadillas de los ajenos.
En los grandes y en los chicos, en los hombres y en las mujeres.
En la cabeza de Lionel Messi:
“Es raro no verlo en la tribuna, no ver a la gente enloquecer cuando aparece, lo que transmitía, lo que le hacía sentir al resto. Va a ser especial que no esté presente. Él amaba la Selección. Siempre estuvo y siempre va a estar desde algún lado”.
Catar 2022 se escucha: El Espectador a rueda, un pódcast en el que le seguimos la pista al Mundial
Si el fútbol es un lenguaje global, tu apellido es su palabra universal. Tu nombre se entiende en cualquier idioma y en esta Copa Mundial de Catar, en esta torre de Babel de 11 mil kilómetros cuadrados, estás vivo y omnipresente. Te recuerdan los argentinos, los árabes, los africanos, los europeos, los indios fanáticos de la Selección y hasta los brasileños e ingleses. Te recuerdan aquellos para quienes fuiste héroe y los que te sufrieron como villano.
Es imposible no pensarte, no imaginar lo que hubieras hecho antes, durante y después de la derrota ante Arabia Saudí. Tus caras, tus comentarios, tus gestos, tu aliento. Fue el primer partido mundialista de Argentina sin vos aunque apareciste en todas sus canciones:
En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas, que jamás olvidaré.
No te lo puedo explicar, porque no vas a entender, las finales que perdimos, cuántos años las lloré.
Pero eso se terminó, porque en el Maracaná, la final con los brazucas, les volvió a ganar papá.
Muchachos, ahora nos volvimo’ a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial, y el Diego, en el cielo lo podemos ver, con Don Diego y con la Tota, alentándolo a Lionel.
Los hinchas todavía lloran tu partida, entre la alegría del recuerdo y la nostalgia de ya no tenerte. Entonces hablan a cámara, hablan entre ellos, y primero sonríen pero después se les pianta un lagrimón: “Con mi mujer fuimos a todos los Mundiales y este es el primero sin el uno. Si bien es lógico, somos argentinos y queremos que ganen, yo estoy triste loco. Me falta el tipo, loco. Me falta Diego. Nosotros hacemos un sacrificio para venir para representarlo a él”.
En medio de la Copa Mundial, en medio de la fiesta máxima del fútbol que recién está calentando motores, también hay espacio para la tristeza y la emoción.
El fútbol te extraña, Diego.
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