Mario Yepes sobre el Mundial: “Es un duelo que hay que hacer”
El excapitán de la selección colombiana habló de la no clasificación a Catar 2022, su carrera como entrenador y lo que le dejó su trabajo en la Federación Colombiana de Fútbol. Entrevista.
Thomas Blanco
No da entrevistas, la última la dio hace más de dos años. Pero en momentos de cambio, de reflexión y del vacío de no ver a Colombia en Catar, Mario Yepes, quien venía ejerciendo como director deportivo de la selección, habló con El Espectador. Seguirá con su proyecto de ser entrenador tras su paso por el Deportivo Cali en 2016.
¿Cuáles son los planes luego del trabajo que tuvo en la selección colombiana?
Sigo preparándome, no solo para la dirección deportiva sino para la dirección técnica. Estuve con el PSG en la época del título observando y ahora estoy en un máster que empecé este año de dirección deportiva. Tengo la licencia Pro de entrenador y el próximo año debo actualizarla. Hay que estar listo para cuando llegue una oportunidad.
En la última selección, muchas veces, también ejerció como un motivador del grupo. ¿Cómo vivió desde adentro la eliminación del Mundial?
Con mucha tristeza, dolor. De muchachos que hicieron todo lo posible por lograrlo, hubo muchos esfuerzos y es un duelo que poco a poco va a ir pasando, la verdad me dolió mucho. Pero es un duelo que hay que hacer, un Mundial sin Colombia no es lo mismo.
¿Era esta la generación más completa de los últimos años? ¿Cómo explicar la no clasificación?
No sé si es mejor o peor, no sé cuál sea la forma correcta de definirla. Lo que sí sé es que es una generación que lo tenía todo, con muchos jugadores en Europa y de mucha experiencia. Lastimosamente no se cumplió el objetivo, sobre todo jugando de locales. En las Eliminatorias anteriores siempre fuimos fuertes en casa. En esta nos costó, hubo un déficit de puntos y al final fue lo que nos cobró la clasificación.
¿Qué piensa de Néstor Lorenzo?
Lorenzo es una buena persona, muy trabajadora. Conoce el medio y ojalá las cosas le salgan bien no solo para hacer unas buenas Eliminatorias sino para conseguir un título, porque hasta ahora seguimos con solo uno a nivel de selección mayor. Hay que generarle un buen ambiente para que las cosas se hagan bien.
Tras la salida de Carlos Queiroz la explicación que más se escuchó era que su forma de ver el fútbol no era compatible con “la identidad del fútbol colombiano”. ¿Usted lo sintió así?
No entendí cuando escuché que no llevaba la identidad del fútbol colombiano, de verdad no entiendo ese discurso. La identidad va mutando con los años y va en desarrollo de los jugadores que tengas. También de cómo esté el fútbol, si se está jugando con enganche, diez o mediapunta, en fin. Decir que Queiroz estaba por fuera de “nuestra identidad” no tiene ninguna lógica.
¿Qué piensa de la nueva fila de centrales que lidera Carlos Cuesta?
A Cuesta lo conocí en estas Eliminatorias, es un muchacho receptivo y con mucha proyección. Tiene buenas bases y valores, todo para darle mucho a la selección. A Lucumí lo hice jugar de central cuando lo tuve en el Cali, es un tipo centrado, con talento y muchas ganas de progresar. Y ahí los acompañan los demás muchachos con su experiencia.
Qué le dejó su experiencia como entrenador del Cali, ¿por qué cree que tenemos una escasez de técnicos colombianos, los exjugadores ya no se ven dirigiendo?
Hasta hace poco se les está dando la oportunidad de prepararse a los exjugadores y técnicos jóvenes. Acá no había forma de prepararse y proyectarse, ahora hay algunas maneras. Igual nuestro fútbol no tiene paciencia, yo prefiero hablar de Mario y en el Cali dirigí dos semestres y en ambos clasifiqué a las finales. Tengo récord de puntos de local en el Cali y el promedio más alto entre los técnicos que han pasado en los últimos 15 años. Aquí no se ve el trabajo que puede ofrecer un técnico. El año que estuve se vendieron seis jugadores y tres jugadores que llevé al equipo los vendieron tiempo después. Aquí no se evalúan bien las cosas, pero en Colombia siempre va a haber gente con buenas ideas y ganas de trabajar.
¿Qué otros proyectos está realizando?
Tengo un papel de embajador en Betsson. Es una casa de apuestas que está entrando al mercado colombiano y que tiene la intención de afianzar la marca aquí y en toda América Latina.
El fútbol es de los futbolistas y la dirigencia aún no lo ha entendido. ¿Qué le dejó su último paso por la Federación Colombiana de Fútbol?
Me di cuenta de que todavía no lo han entendido. Y que hay gente que sigue creyendo en lo que hacen al haber periodistas y personas alcahuetas. No dejan hacer y no hacen tampoco. Ese es el gran problema que tenemos y necesitamos un cambio en ese aspecto.
¿Cómo siente el fútbol el Mario Yepes entrenador?
El fútbol es cambiante, evoluciona todo el tiempo. Hay muchas controversias y diferencias en cómo cada quien lo ve, en mi caso siento que el entrenador es el que debe adaptarse a su equipo y jugadores. Ver las fortalezas y a partir de allí diseñar un plan y estrategia que genere resultados, al mismo tiempo en el que evitamos que las debilidades se noten más.
Si pudiera pedir un deseo para el fútbol colombiano, ¿qué pediría?
Necesitamos gente con deseo y ganas de trabajar para que salgamos adelante. Ver el fútbol colombiano sin un Mundial, mirando los torneos internacionales de lejos sin poder avanzar las rondas son factores que deben hacernos replantear lo que estamos haciendo. Si pudiera pedir un deseo sería ese: que las partes que manejan el fútbol aporten porque el nivel está decreciendo no solo adentro de nuestro país sino a nivel internacional. Estamos dependiendo exclusivamente de lo que hagan los jugadores en Europa.
Cómo recuerda a José Pékerman: ¿cree que su revolución fue mirar a los ojos a cualquier equipo del mundo?
Eso está clarísimo, eso quedó y así fue. No hay que desconocer que Pekerman llegó con una mentalidad ganadora de poner a Colombia a la par de cualquier equipo a nivel mundial. Por primera vez, Colombia llegó a ser tercera del mundo, eso no hay que olvidarlo. Vernos arriba del ranking de la FIFA es algo que nadie nos va a poder quitar, ser cabezas de serie en un Mundial… son cosas que no son fáciles de conseguir y que tienen méritos grandísimos. Por eso Pekerman fue tan popular y valorado en Colombia por todos.
¿Cuál cree que fue ese click que hubo en Brasil 2014 que ocho años después no lo hemos podido volver a repetir?
Era un buen equipo, no solo en la cancha sino emocional y mentalmente. Fuerte en cada una de las líneas y teníamos algo muy bueno que fue lo que nos faltó en el último partido contra Brasil y era que pegábamos en los momentos justos. Hacíamos los goles en los momentos importantes y uno no es consciente de lo importante que eso es en un equipo de fútbol. Y obvio, teníamos al goleador del Mundial. Fuimos competitivos, modernos, que además de saber jugar al fútbol teníamos transiciones rápidas y jugadores por las bandas que eran muy buenos. Éramos muy completos y al final llegamos a cuartos de final, fuimos quintos, pero uno se lleva esa nostalgia, esa espina de que nosotros hubiéramos hecho un poco más que Brasil en la semifinal.
No da entrevistas, la última la dio hace más de dos años. Pero en momentos de cambio, de reflexión y del vacío de no ver a Colombia en Catar, Mario Yepes, quien venía ejerciendo como director deportivo de la selección, habló con El Espectador. Seguirá con su proyecto de ser entrenador tras su paso por el Deportivo Cali en 2016.
¿Cuáles son los planes luego del trabajo que tuvo en la selección colombiana?
Sigo preparándome, no solo para la dirección deportiva sino para la dirección técnica. Estuve con el PSG en la época del título observando y ahora estoy en un máster que empecé este año de dirección deportiva. Tengo la licencia Pro de entrenador y el próximo año debo actualizarla. Hay que estar listo para cuando llegue una oportunidad.
En la última selección, muchas veces, también ejerció como un motivador del grupo. ¿Cómo vivió desde adentro la eliminación del Mundial?
Con mucha tristeza, dolor. De muchachos que hicieron todo lo posible por lograrlo, hubo muchos esfuerzos y es un duelo que poco a poco va a ir pasando, la verdad me dolió mucho. Pero es un duelo que hay que hacer, un Mundial sin Colombia no es lo mismo.
¿Era esta la generación más completa de los últimos años? ¿Cómo explicar la no clasificación?
No sé si es mejor o peor, no sé cuál sea la forma correcta de definirla. Lo que sí sé es que es una generación que lo tenía todo, con muchos jugadores en Europa y de mucha experiencia. Lastimosamente no se cumplió el objetivo, sobre todo jugando de locales. En las Eliminatorias anteriores siempre fuimos fuertes en casa. En esta nos costó, hubo un déficit de puntos y al final fue lo que nos cobró la clasificación.
¿Qué piensa de Néstor Lorenzo?
Lorenzo es una buena persona, muy trabajadora. Conoce el medio y ojalá las cosas le salgan bien no solo para hacer unas buenas Eliminatorias sino para conseguir un título, porque hasta ahora seguimos con solo uno a nivel de selección mayor. Hay que generarle un buen ambiente para que las cosas se hagan bien.
Tras la salida de Carlos Queiroz la explicación que más se escuchó era que su forma de ver el fútbol no era compatible con “la identidad del fútbol colombiano”. ¿Usted lo sintió así?
No entendí cuando escuché que no llevaba la identidad del fútbol colombiano, de verdad no entiendo ese discurso. La identidad va mutando con los años y va en desarrollo de los jugadores que tengas. También de cómo esté el fútbol, si se está jugando con enganche, diez o mediapunta, en fin. Decir que Queiroz estaba por fuera de “nuestra identidad” no tiene ninguna lógica.
¿Qué piensa de la nueva fila de centrales que lidera Carlos Cuesta?
A Cuesta lo conocí en estas Eliminatorias, es un muchacho receptivo y con mucha proyección. Tiene buenas bases y valores, todo para darle mucho a la selección. A Lucumí lo hice jugar de central cuando lo tuve en el Cali, es un tipo centrado, con talento y muchas ganas de progresar. Y ahí los acompañan los demás muchachos con su experiencia.
Qué le dejó su experiencia como entrenador del Cali, ¿por qué cree que tenemos una escasez de técnicos colombianos, los exjugadores ya no se ven dirigiendo?
Hasta hace poco se les está dando la oportunidad de prepararse a los exjugadores y técnicos jóvenes. Acá no había forma de prepararse y proyectarse, ahora hay algunas maneras. Igual nuestro fútbol no tiene paciencia, yo prefiero hablar de Mario y en el Cali dirigí dos semestres y en ambos clasifiqué a las finales. Tengo récord de puntos de local en el Cali y el promedio más alto entre los técnicos que han pasado en los últimos 15 años. Aquí no se ve el trabajo que puede ofrecer un técnico. El año que estuve se vendieron seis jugadores y tres jugadores que llevé al equipo los vendieron tiempo después. Aquí no se evalúan bien las cosas, pero en Colombia siempre va a haber gente con buenas ideas y ganas de trabajar.
¿Qué otros proyectos está realizando?
Tengo un papel de embajador en Betsson. Es una casa de apuestas que está entrando al mercado colombiano y que tiene la intención de afianzar la marca aquí y en toda América Latina.
El fútbol es de los futbolistas y la dirigencia aún no lo ha entendido. ¿Qué le dejó su último paso por la Federación Colombiana de Fútbol?
Me di cuenta de que todavía no lo han entendido. Y que hay gente que sigue creyendo en lo que hacen al haber periodistas y personas alcahuetas. No dejan hacer y no hacen tampoco. Ese es el gran problema que tenemos y necesitamos un cambio en ese aspecto.
¿Cómo siente el fútbol el Mario Yepes entrenador?
El fútbol es cambiante, evoluciona todo el tiempo. Hay muchas controversias y diferencias en cómo cada quien lo ve, en mi caso siento que el entrenador es el que debe adaptarse a su equipo y jugadores. Ver las fortalezas y a partir de allí diseñar un plan y estrategia que genere resultados, al mismo tiempo en el que evitamos que las debilidades se noten más.
Si pudiera pedir un deseo para el fútbol colombiano, ¿qué pediría?
Necesitamos gente con deseo y ganas de trabajar para que salgamos adelante. Ver el fútbol colombiano sin un Mundial, mirando los torneos internacionales de lejos sin poder avanzar las rondas son factores que deben hacernos replantear lo que estamos haciendo. Si pudiera pedir un deseo sería ese: que las partes que manejan el fútbol aporten porque el nivel está decreciendo no solo adentro de nuestro país sino a nivel internacional. Estamos dependiendo exclusivamente de lo que hagan los jugadores en Europa.
Cómo recuerda a José Pékerman: ¿cree que su revolución fue mirar a los ojos a cualquier equipo del mundo?
Eso está clarísimo, eso quedó y así fue. No hay que desconocer que Pekerman llegó con una mentalidad ganadora de poner a Colombia a la par de cualquier equipo a nivel mundial. Por primera vez, Colombia llegó a ser tercera del mundo, eso no hay que olvidarlo. Vernos arriba del ranking de la FIFA es algo que nadie nos va a poder quitar, ser cabezas de serie en un Mundial… son cosas que no son fáciles de conseguir y que tienen méritos grandísimos. Por eso Pekerman fue tan popular y valorado en Colombia por todos.
¿Cuál cree que fue ese click que hubo en Brasil 2014 que ocho años después no lo hemos podido volver a repetir?
Era un buen equipo, no solo en la cancha sino emocional y mentalmente. Fuerte en cada una de las líneas y teníamos algo muy bueno que fue lo que nos faltó en el último partido contra Brasil y era que pegábamos en los momentos justos. Hacíamos los goles en los momentos importantes y uno no es consciente de lo importante que eso es en un equipo de fútbol. Y obvio, teníamos al goleador del Mundial. Fuimos competitivos, modernos, que además de saber jugar al fútbol teníamos transiciones rápidas y jugadores por las bandas que eran muy buenos. Éramos muy completos y al final llegamos a cuartos de final, fuimos quintos, pero uno se lleva esa nostalgia, esa espina de que nosotros hubiéramos hecho un poco más que Brasil en la semifinal.