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A nivel familiar, el 2020 no ha sido un año fácil para Camilo Villegas. Luego de una prolongada lesión en el hombro que lo alejó de los campos de golf por 21 meses, el colombiano ha ido retomando de a poco la competición, pero lo había hecho como él dice, con la cabeza en diferentes lugares, pero con él corazón en uno solo: su hija Mía.
Justo la misma semana del Honda Classic, él y su esposa María Ochoa empezaron a notar que su pequeña hija lloraba más de lo normal y decidieron llevarla al pediatra. Uno de los días de la semana Camilo estaba en el gimnasio y notó que Mía se movía algo raro. “Tuve un mal presentimiento desde el principio y desafortunadamente terminó siendo algo real”, sostuvo Villegas.
Con algo menos de dos años, su pequeña hija fue diagnosticada con un tumor cerebral y otros más pequeños en la columna vertebral. Se encontraba en la segunda etapa de quimioterapia y este domingo, día en el que cumplía 22 meses de nacida, murió.
Mía había sido tratada desde el comienzo en el NicKlaus Children’s Hospital en Miami y sus padres esperaban que en un par de meses tuvieran noticias positivas sobre la segunda etapa de su tratamiento y los medicamentos que le habían sido suministrados. “Hay muchos momentos de ansiedad. Siempre pensamos en positivo y, aunque esta ha sido la realidad de nuestra familia en los últimos meses, sabemos que Mía ha sido muy fuerte y ha sido una inspiración”.