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Mente en blanco y cabeza abajo antes de competir. Cierra los ojos por cinco segundos para centrarse en la carrera, para aislar el sonido de las graderías y así quedar sola con su bicicleta contra la pista. Las rivales que están a su lado desaparecen y con su imaginación pinta el trazado que recorrerá hasta la línea de meta. Pocas veces lo cambia. Lleva en su espalda el número 100, su amigo inseparable, el que la acompaña en cada rincón del planeta. Y lo lleva ahí para recordar que siempre debe dar el 100 %, sin excusa alguna.
Cuando suena la chicharra, regresan las rivales y con ellas el sonido del público. Es Mariana contra el mundo. Y pedalea con tanta fuerza que parece un velocista profesional en una prueba de ciclismo de ruta en el momento de embalar, como si estuviera empezando su carrera deportiva y tuviera que demostrar que es la mejor. Ni los empujones ni los encontronazos la paran. Se mantiene en pie ejerciendo presión en sus piernas para cruzar el primer peralte.
Se prepara para ganar. Es una mujer decidida, siempre con un objetivo claro: dar lo mejor de sí para quedarse con el triunfo. Lo demuestra en cada competencia en la que está, sin importar si son Juegos Olímpicos, Nacionales o Bolivarianos, cada una es especial. El 2017 fue un año de transición, de retomar el nivel, de recuperar sensaciones. “Era una temporada para mirar qué había por mejorar, lo que hizo que cada triunfo que llegara fuera celebrado, porque no estaba dentro de lo presupuestado”, resaltó Miguel Pajón, hermano de la bicicrosista antioqueña.
Pero a pesar de ser un año para recobrar fuerzas, Mariana lo hizo a tope. En los Juegos Bolivarianos completó su carrera número 30 de la temporada y su victoria 26. Entre esos triunfos se destaca el título que obtuvo en la Copa de Francia. “Hubo una que otra competencia, como el bronce en el Mundial, en las que no terminó de primera, pero esto es algo normal. Es un proceso que empieza poco a poco, ella apenas está levantando el nivel, no es la misma Mariana que teníamos el año pasado, sencillamente porque el cuerpo no es capaz de mantenerse siempre al 100 %.”, afirmó Miguel, quien siempre está acompañando a su hermana en cada paso que da.
Comienza un nuevo ciclo para Mariana. La meta es la misma: ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Tokio será el escenario en el que la paisa espera volver a brillar y darle una nueva gloria al deporte colombiano. Inició con buen pie, porque sus metas para este año no eran grandes, como las de muchos medallistas olímpicos. La principal era la Copa de Francia y respondió con intereses. También quería hacer un gran Mundial y el bronce la dejó satisfecha. “Cerró con broche de oro en los Juegos Bolivarianos”, agregó Pajón.
En este momento Mariana alterna el BMX con el ciclismo de pista. Es un ejercicio que le sirve para ganar potencia en las piernas y mantener su excelente condición. Sus registros en esta disciplina son muy buenos, razón por lo que el técnico de la selección colombiana, John Jaime González, llamó a la antioqueña para cronometrarla. El registro que hizo dejó sensaciones increíbles para el encargado del equipo de velocistas, quien la llamó para hacer parte de la selección de pista. Solamente es una prueba. “Es parte de la preparación que tiene. Quiere aportarle un poco más a Colombia, pero la prioridad sigue siendo el BMX”, resaltó el hermano de Mariana.
Esta antioqueña, que con su sencillez, su amabilidad y su sonrisa se ganó el corazón de los colombianos, es una de las nominadas a Deportista del Año de El Espectador y Movistar. Ese trabajo arduo que hace para dejar el nombre de Colombia en alto y la entrega con la compite en cada carrera le tienen un puesto asegurado entre los grandes del deporte nacional.
Como es costumbre, en nuestra ceremonia, el 4 de diciembre, se premiará el podio de la categoría mayores y juvenil, Técnico del Año, Dirigente, Equipo, Revelación, Vida y Obra, y el más importante para El Espectador, el Juego Limpio Guillermo Cano. Usted podrá ser parte de esta elección, votando por su deportista favorito ingresando a nuestra página de internet (www.elespectador.com/deportista) o diligenciando un cupón que sale publicado en el impreso. No necesariamente el más votado por internet es el Deportista del Año. Los lectores hacen parte del jurado, junto con la sección de Deportes de El Espectador. El favorito en la web recibirá un premio aparte.
jdelahoz@elespectador.com