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Saúl Antonio Padua Rodríguez ha conquistado las montañas más altas de Suiza, Italia, Francia y España, pero también las de Suesca, Guatavita, Tibacuy, Fusagasugá y su natal Tequendama. Es el máximo exponente colombiano de las carreras de montaña en el mundo y su referente lo tiene en casa: Su padre le da el ejemplo de un campeón mundial de atletismo de altura.
La dinastía Padua inició con don Saúl y ahora se extiende con Saúl Antonio. Saúl padre fue campeón mundial de skyrunning en el 2.000 en Italia y su hijo le siguió los pasos al ser subcampeón del mundial de montaña juvenil en Albania.
“Me decidí por este deporte por ver a mi padre viajar, competir en Europa, traer trofeos, reportajes en periódicos y las experiencias que me transmitió por todo lo que vivió, pero también por donde vivo, en San Antonio del Tequendama, una zona muy montañosa, con parques y bosques hermosos, donde desde niño inicié con pequeñas caminatas, siempre con la orientación de mi papá”, reveló Saúl Antonio, quien sólo pesa 58 kilogramos y mide 1,72 metros.
La familia Padua es el orgullo de San Antonio del Tequendama, una pequeña población de Cundinamarca, ubicada a 56 kilómetros de Bogotá y con cerca de 14 mil habitantes. Como dice Saúl, un lugar ideal para entrenar atletismo de montaña, bien sea en el Cerro Cotudo, en el Cerro El Ermitaño o en el Parque Natural Chicaque, donde forjó sus cualidades físicas, siempre mirando a su padre.
Don Saúl inició a los 11 años de edad, pero Saúl Antonio madrugó un poco más y desde los 5 años empezó a acompañar a su papá en los entrenamientos. Tenía el camino abierto por su papá, pero debía crear su propia senda, quería ampliar el legado familiar y a base de esfuerzo, dedicación y disciplina empezó a escribir su propia historia.
Ser segundo en el Ascenso a la Torre Colpatria Juvenil del 2.009, prueba habitual del 8 de diciembre de cada año en Bogotá, fue la consolidación ideal en su preparación para afrontar los primeros retos internacionales de su vida deportiva, porque en 2.010 el calendario lo llevaría por Suiza e Italia, con nueve competencias que marcarían el inicio de una exitosa carrera profesional. Iba a conocer las montañas europeas que su padre ya había conquistado.
(Le puede interesar: Maratón del Nevado del Ruíz, un desafío a 4.200 metros de altura).
En Suiza se impuso en la Matterhorn Run Internacional de Zermatt, en el medio maratón de Aletsch, en el Campeonato de Rochers de Naye en Montreux, en la mítica Sierre Zinal con récord de la competencia, en la Thyon Dixence, la Ovronnaz Rambert y en Italia sorprendió con primer lugar en los 21 kilómetros del Giir Di Mont porque impuso récord en categoría élite, siendo juvenil.
Ese 2.010 fue inolvidable para el debut del joven Padua y por eso regresó en 2.011 a defender todas sus coronas y confirmar en cada evento que cuando la montaña se inclina en su contra, es cuando aparece su mejor versión para superar obstáculos, vencer las dificultades y escalar para mirar a todos sus rivales desde el primer lugar del podio en las montañas más altas del mundo.
“Uno de mis primeros sueños cumplidos fue viajar a Europa, tener una experiencia internacional, compartir con mi padre, subir las montañas más altas, ganar pruebas importantes como Copas Mundo en Francia, con récord incluido, ser subcampeón mundial juvenil y cada año sueño con ganar todas las pruebas en las que compito”, asegura Saúl Antonio.
Para seguir en el más alto rendimiento, no podía olvidar de dónde venía su talento y con su padre como entrenador oficial, ya con 20 años de edad, en 2.012 fue subcampeón del Ascenso a la Torre Colpatria en la categoría élite y en 2.013 viajó a Francia para conquistar uno de sus logros más importantes, la Serie Mundial del Kilómetro Vertical Chamonix, con récord de la prueba en el imponente Mont Blanc, la cima más alta de cualquier montaña en la Unión Europea, a 4.810 metros sobre el nivel del mar y contra 400 competidores de todo el planeta.
Y ahora este talentoso atleta de altura se le medirá al Festival de La Montaña con la prueba del Kilómetro Vertical Alto de Letras y el Maratón Nevado del Ruíz, que se cumplirá del 19 al 22 de julio, pero desde ya se está preparando, porque después viajará a Europa para estar en el Mundial KV de Escocia y otros ascensos en Suiza y España.
“Competir en el Nevado del Ruíz es una felicidad muy grande porque no conozco esa parte de Colombia y en nuestro país tenemos muchos paisajes, rutas y montañas, que todavía no conozco, como esta parte del Ruíz, por eso será muy bonito estar allá, me llena de expectativa por participar, porque desde donde vivo y entreno lo alcanzo a ver, pero nunca he ido”, concluye Saúl Antonio.