“La espontaneidad y felicidad del histórico momento, nos llevó a realizar un acto mutuo y consentido, producto del gran entusiasmo. En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos. Repito: con consentimiento de ambas partes, tanto en los cariñosos abrazos, como en el pico y posterior despedida llena de afectuosos gestos mutuos, que se produjeron en la tarima de entrega de las medallas”, explica Rubiales sobre su beso en la boca a Jenni Hermoso.