No perder la cabeza: la primera clave de la selección de Néstor Lorenzo

Las sensaciones de la selección colombiana de Néstor Lorenzo empiezan a revelar conductas. Así como le pasó finalizando el 2022 contra México, este viernes el combinado nacional levantó un 2-0 en contra y, después de un mal primer tiempo, mejoró su rendimiento en el complemento y estuvo a la altura en un partido que al descanso parecía perdido. El resultado final: 2-2.

Las sensaciones de la selección colombiana de Néstor Lorenzo empiezan a revelar conductas. Así como le pasó finalizando el 2022 contra México, este viernes el combinado nacional levantó un 2-0 en contra y, después de un mal primer tiempo, mejoró su rendimiento en el complemento y estuvo a la altura en un partido que al descanso parecía perdido. El resultado final: 2-2.

Colombia tiene mucho trabajo por delante en los tres partidos amistosos que le quedan antes de que comiencen en septiembre las eliminatorias al Mundial de 2026. Ya lo advertía Lorenzo el jueves en rueda de prensa: la selección apenas está afianzando la idea. Ese es el objetivo primordial del cuerpo técnico.

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Y se nota que todavía falta ritmo, lo evidenció el partido contra los asiáticos. El argentino tendrá que empezar a trabajar cómo su equipo encara los partidos, pues, como ya empieza a verse en la continuidad de sus compromisos, a la selección le cuesta meterse de entrada en los juegos.

Esa es una de las claves a mejorar en la selección de Colombia, un equipo que se vio superado en la intensidad inicial del partido, que sufrió para avanzar en el campo contrario para encontrar la última línea de pases, y que, a sus espaldas, fue muy inferior contra unos coreanos que, con balones largos y una presión alta, merecieron la ventaja de 2-0 que lograron en la primera parte. De la falta de control del seleccionado nacional, llegaron los goles de los asiáticos. Por lo menos, el primero.

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En la otra cara de la moneda, el empate de Colombia contra Corea volvió a demostrar un equipo con reacción. También empieza a ser sintomático de la escuadra de Lorenzo que, en situaciones adversas, no pierde la cabeza. La tricolor es efectiva en las oportunidades que genera, un dolor de cabeza del pasado en el ciclo fallido rumbo a Catar 2022.

No obstante, sufre Colombia todavía para crear oportunidades de gol. Si bien el equipo tiene amplitud y genera peligro con sus extremos, todavía adolece de enganches que conecten el juego con los de arriba. Todas las anotaciones del equipo parecen de llegar de acciones aisladas que no corresponden a un funcionamiento en conjunto.

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Sucedió este viernes. Colombia empató en los primeros cinco minutos del segundo tiempo, más con ímpetu que con ideas. Y muestra de eso fue que con el 2-2 en el marcador, las acciones ofensivas de Colombia fueron prácticamente nulas. Los coreanos, superado el impacto de la segunda parte, reorganizaron líneas y volvieron a neutralizar a los colombianos. Incluso, ya sobre el final del partido, la inspiración de la selección se vio totalmente diluida y el equipo de Lorenzo terminó sufriendo en su área y pidiendo la hora.

Uno de los principales aspectos a mejorar, es que Colombia tiene que buscar imponerse en los partidos. La selección necesita dominar el juego teniendo más la pelota, pero, sobre todo, hiriendo más al rival. No ser protagonista en el desarrollo del juego, por el estilo y capacidad de los futbolistas que tiene, puede ser un arma peligrosa para la selección, con mucho trabajo por delante en la zona posterior para defender el cero en su portería.

Una nota positiva de este partido, que no deja de ser un precoz laboratorio en el proceso, es la aparición de Kevin Castaño, el volante de Águilas Doradas, una de las sensaciones de la Liga BetPlay, que tuvo un gran debut este viernes con la selección de Colombia.

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Además, el equipo de Lorenzo empieza a encontrar, aunque todavía precarios, circuitos alrededor de James Rodríguez. Hay que profundizar esas redes porque el volante cucuteño, como lo demostró este viernes contra Corea, es clave en las aspiraciones de volver a la Copa del Mundo. Por él pasan las ideas, la inspiración y la creatividad de todo el equipo.

Los coreanos, que alcanzaron los octavos de final en el Mundial de Catar, eran un buen termómetro para la selección de Lorenzo. Como lo será también Japón, el rival de este martes.

Poco a poco, la selección de Colombia aceita su máquina de un proceso que apenas comienza y todavía genera dudas. Cuestionamientos normales que no serán verdaderamente resueltos hasta que no empiece la competencia importante: las eliminatorias de septiembre.

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