Cuando se menciona a una futbolista de 18 años lo más lógico es pensar que se trata de alguien que está por debutar o que apenas ha jugado un par de partidos, pero este no es el caso de Ana María Guzmán, quien lleva ya dos años en el profesionalismo con un rendimiento sobresaliente. Tanto así, que el Bayer Múnich alemán decidió apostar por ella.
Podrá ser joven, pero ya sabe lo que es tener tres citas mundialistas -dos juveniles y una de mayores- en su hoja de vida. A los 16 años sumó sus primeros minutos en la Liga BetPlay femenina con el Deportivo Pereira, y desde entonces fue una pieza inamovible en el once matecaña.
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Ana María representa frescura, no solo por su arrolladora personalidad, sino por las variantes que entrega en la cancha al desempeñarse en una posición no tan mediática: la de lateral. Aunque se puede desenvolver en ambas bandas, suele ir por la izquierda.
Su primer gran reto con la selección de Colombia fue el Mundial Sub-20 de Costa Rica, en 2022. Disputó cada partido y fue de los puntos altos del equipo. Meses después fue parte del onceno sub-17 que haría historia en India, al quedar subcampeón de la cita orbital. Allí fue compañera de Linda Caicedo y Natalia Giraldo, quienes al igual que ella fueron citadas a la Copa del Mundo de mayores del mes pasado, en Australia y Nueva Zelanda.
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Pese a ser suplente en este Mundial, pues las habituales en ambas bandas venían cumpliendo un buen papel, Guzmán era consciente de que su momento de brillar iba a llegar. Su debut en territorio oceánico fue en los octavos de final contra Jamaica -Manuela Vanegas no podía jugar por acumulación de tarjetas-.
Lejos de estar nerviosa, se divirtió, luchó y se inventó un pase de más de 30 metros que encontró a Catalina Usme sola frente a la portera para poner el 1-0. “Esto es una chimba, esto es una elegancia”, comentó tras lo que podría considerarse como la victoria más importante de la tricolor femenina en su historia.
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Ingresó en los cuartos de final contra Inglaterra por la lesión de Carolina Arias y tras ese partido quedó la incertidumbre de qué es lo que ella iba a hacer en los próximos meses, pues acá la Liga dura solo un semestre y su club no clasificó a la Copa Libertadores.
El Bayer Múnich disipó dichos interrogantes al hacerse con sus servicios, pero antes de debutar en la Bundesliga femenina, Ana será parte del plantel de Atlético Nacional, que jugará la primera Copa Libertadores de su historia.
Nacional, listo para la fiesta
El verde paisa contará con un gran elenco. En el arco tendrá a Vanesa Córdoba, de experiencia por su paso en las ligas de España y México. Guzmán será compañera en la defensa de Ángela Barón, también mundialista.
En la mitad de la cancha la organización correrá por cuenta de Daniela Montoya, capitana de la tricolor, y las ideas serán obra de Yoreli Rincón, una de las jugadoras más talentosas en la historia del balompié colombiano.