El año de Leo Castro

Quizá nunca antes Leonardo Castro había vivido una primavera, y quien sabe si vuelva a vivir una tan larga como la que atraviesa desde 2022. Ha sido un año fértil, fructífero, de recoger la cosecha de tantos meses de trabajo. Su estado de gracia. Quizá el mejor momento de su carrera.

Quizá nunca antes Leonardo Castro había vivido una primavera, y quien sabe si vuelva a vivir una tan larga como la que atraviesa desde 2022. Ha sido un año fértil, fructífero, de recoger la cosecha de tantos meses de trabajo. Su estado de gracia. Quizá el mejor momento de su carrera.

Seguramente muchos pagaríamos si nos dicen que nos van a garantizar en un año salir campeones dos veces de dos títulos históricos y vamos a ser convocados a la selección nacional de fútbol. Son tres hechos distintos. Dos sueños cumplidos. Quizás tres. Porque ya jugar al fútbol profesional es uno.

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Castro empezó su carrera en uno de los clubes en los que fue campeón, en una final que seguramente traería muchas emociones encontradas para él. Empezó jugando fútbol en la empresa en la que trabajaba en Pereira. Entrenaba en las tardes. En 2014 jugó la Copa Ciudad de Pereira y fue el goleador. Intentó probarse en varios equipos profesionales y en ninguno lo aceptaron. El utilero del cuadro matecaña le consiguió una prueba con el club y en 2015 empezó su carrera, con 22 años, con una edad inusitada y en el que muchos ya habrían desechado su sueño de jugar fútbol profesional.

Fue goleador de Pereira en la segunda división en 2015. Medellín lo vio y lo fichó. Y allá se dio a conocer. Su permanencia fue irregular. Tuvo que competir muchas veces contra un tal Germán Cano. Sin embargo, de Castro nunca se pudo negar la entrega. Y cuando entró, rindió. Una Liga en 2016 y dos Copas Colombia en 2019 y 2020 quedaron de su paso por el poderoso.

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En 2022 volvió a Pereira, al equipo que lo lanzó al fútbol profesional. Fue el goleador. Y se vio en la final de diciembre con Medellín. El día de velitas fue el destinado para definir la estrella en el estadio Hernán Ramírez Villegas. La capital de Risaralda estuvo más que nunca vestida de rojo y amarillo. Una sola fiesta. Y un día que quedó en la memoria de todos los hinchas matecañas porque ese 7 de diciembre de 2022 el equipo obtuvo su primera estrella.

Millonarios, que unos meses antes había ganado el título de la Copa, cargaba con la presión de un proceso que no podía obtener el título de exitoso para muchos porque no estaba sellado con una estrella. Y dos días después de haber ganado el título con Pereira, el azul ya anunciaba la contratación de Leo Castro. Rompieron desde diciembre el mercado de pases y le dieron a sus hinchas el regalo de navidad.

Se normalizó en el fútbol colombiano que la regularidad no es una virtud de muchos. Y Leo Castro la mantuvo al semestre siguiente. Fue también el goleador de Millonarios en una campaña que tampoco olvidarán los hinchas embajadores, pues llegaron a la final y sellaron el proceso de Alberto Gamero contra uno de sus eternos rivales: Atlético Nacional.

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Leo Castro, bicampeón del fútbol colombiano. Y como si fuera poco, esa vitrina de haber sido goleador de Millonarios en la Liga y en su corta participación en la Copa Sudamericana, le dio la posibilidad de ser uno de los ojeados por Néstor Lorenzo, técnico de la selección de Colombia.

Con 31 años, Castro obtuvo su primer llamado a la selección de mayores. También en este logro fue algo tardío, pero llegó en el mejor año de su carrera, y el premio a eso está precisamente en vestirse por primera vez con la camiseta del combinado nacional.

Para muchos hay otros en mejor momento. Pero a todos nos pasa que creemos saber más que los demás. Solo Lorenzo sabe qué pretende. Si nos aventuramos podríamos pensar que podría ser una posibilidad para jugar en Quito, contra Ecuador, por estar acostumbrado a la altura. Sin embargo, y más allá de los gustos y las sensaciones, el año de Leo Castro parece conocer su nueva cumbre. Amanecerá y veremos si llega una nueva.

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