Colombia, ante la lluvia y la falta de contundencia, goleó a Bolivia
Crónica del segundo encuentro en la selección femenina en la Copa América. El combinado nacional tiene prácticamente asegurado su cupo en la siguiente ronda.
Paula Casas Mogollón
La selección de Colombia le ganó 3-0 a Bolivia en su segundo encuentro de la Copa América Femenina. La falta de definición es una de las cosas que, asegura el técnico Nelson Abadía, mejorarán para el próximo encuentro que será frente a Ecuador. En el plantel el sueño de llegar a la etapa final sigue intacto. Así se vivió el encuentro desde las tribunas del estadio Pascual Guerrero.
Una ola amarilla iluminó el Pascual Guerrero
Ni la lluvia impidió que el público se acercara al Estadio Pascual Guerrero, en el centro de Cali. Horas antes del segundo encuentro de Colombia en la Copa América Femenina, la ciudad quedó inundada por una fuerte lluvia. Las entradas de las tribunas de oriente y de occidente estaban acompañadas de arroyos. Sin embargo, estas fuertes condiciones climáticas no opacaron el ambiente de festividad que se vivía a las afueras del estadio.
La gente se acercaba con sus bubuzelas y acompañadas por su familia. En la entrada de la tribuna occidental, al lado de la zona de prensa, por ejemplo, se asomaba la familia de Daniela Montoya, quien fue elegida la mejor jugadora de la cancha en el partido frente a Paraguay. Por los pasillos del estadio también se veía transitar figuras del balompié femenino como Amparo Maldonado, Renata Arango, Nicole Regnier, Vanessa Córdoba, Carolina Pineda o Andrea Peralta. Incluso Faryd Mondragón también acompañó a la tricolor.
Ya la hora del encuentro se acercaba y, por los alrededores del estadio, la gente empezó a correr para no perderse los actos protocolarios. El himno de la Conmebol comenzó a sonar y un pasillo de varios jóvenes, con las banderas de esta entidad, sirvió de antesala para el encuentro. Las jugadoras de Colombia salieron a la cancha agarradas de la mano, quizás como una señal de unidad. Horas antes, en sus redes sociales habían señalado que “las jugadoras y la Federación estamos unidos para tomar decisiones concertadas y generar espacios que nos permitan buscar un mejor futuro paras las selecciones femeninas”.
Mire: Video: Reviva los goles de Colombia contra Bolivia en la Copa América Femenina
El estadio, al unísono, gritó Colombia y Manuela Vanegas, con la dorsal dos, alentaba al público. Entre gritos, barras y bubuzelas comenzó el segundo encuentro de la selección, que tuvo el dominio del balón. Solo le bastaron dos minutos a Leicy Santos para hacer su primer remate al arco. Al instante llegó otra opción de gol en los pies de Catalina Usme y después de un tiro errado de Daniela Montoya. El ahogo del grito de gol estaba latente entre los asistentes, varios de ellos disfrazados.
En la tribuna occidental, por ejemplo, una familia llegó vestida de diablo, con colas, cuernos y hasta un tridente. Buscaban, confiesan, hacer referencia a los diablos rojos de América de Cali y confirmar que son sede en esta Copa América Femenina. A los 21 minutos, como en los mejores momentos que tuvo con Santa Fe en la liga profesional, Leicy Santos, con la pierna derecha y desde fuera del área, abrió el marcador.
Nelson Abadía, a pesar de ir arriba en el marcador, se mantenía tranquilo, con las manos agarradas atrás, caminaba y observaba el partido. Mostraba mucha más calma que en el duelo frente a Paraguay. Esa primera media hora de juego Leicy era la figura. Se coló en el medio campo, subió a defensa, bajó a buscar el gol, volvió al medio campo, quitó el balón a las jugadoras de Bolivia, remataba al arco, trataba de buscar a Linda Caicedo, Catalina Usme o Daniela Montoya y el balón no entraba.
Hasta que sobre el minuto 45 una falta cometida en el área por la boliviana Yuditza Salvatierra le dio a Colombia una nueva esperanza de gol. Catalina Usme, la goleadora histórica de la selección, por su experiencia en la cancha fue la elegida para cobrar desde los 11 pasos. Y aunque la antioqueña erró el cobro, salió aplaudida en el entretiempo por el público. Ella, cabizbaja, salió rumbo a los camerinos.
En el segundo tiempo Colombia salió con la convicción de golear a su rival y con una meta clara: cerrar la segunda fecha como líder del grupo A. Mayra Ramírez, Linda Caicedo, Diana Ospina y Manuela Vanegas intentaron ampliar el marcador, pero no lo consiguieron. El desespero y la tensión empezó a apoderarse del Pascual Guerrero, que al unísono gritaban Colombia, mientras hacían la ola. Sin embargo, sobre el minuto 70, ese grito de gol consiguió salir.
Un autogol de la boliviana Ericka Morales, tras un pase de Mayra Ramírez, le permitió a la selección de Colombia ponerse arriba en el marcador. El estadio, que estaba casi lleno en sus tribunas habilitadas, estalló. De los brincos que se hacían cada vez que pasaba la ola, el piso temblaba, una emoción que incrementó ocho minutos después, al 78, con un remate de cabeza de Daniela Arias, tras un pase de Leicy Santos.
También: “Colombia falló en querer definir el partido lo más rápido posible”: Nelson Abadía
Las jugadoras, el público y hasta el cuerpo técnico gritaban y saltaban de emoción. Colombia, con su meta clara, seguía buscando una ruta clara para ampliar el marcador. Lo intentó Daniela Montoya. Sobre el minuto 87, Abadía sacó a Catalina Usme, quien salió entre gritos de aliento y aplausos. Aunque se caracteriza por su liderazgo, en esta Copa América no le han salido las jugadas de gol que ha buscado. Pero, de seguro con su talento, podría repetir la hazaña del torneo pasado: ser la goleadora.
La jueza indicó el final del partido y las jugadoras salieron a correr por la cancha. Daniela Arias, llorando de la emoción por haber marcado gol, Mayra Ramírez y Jorelyn Carabalí, por ejemplo, se acercaron hasta la tribuna oriental para festejar con los hinchas. En el banco de Colombia se quedaron jugadoras como Leicy Santos, Tatiana Ariza, Daniela Montoya o Gisela Robledo bailando. Catalina Usme, por su parte, seguía cabizbaja, a pesar de que en la tribuna baja de occidental estaba su familia, con la camisa de Colombia y el apellido Usme en la espalda.
Ya en la zona mixta el ambiente era de completa felicidad. La primera en salir fue Sandra Sepúlveda, detrás de ella pasó la delantera Elexa Bahr, quien aseguró a El Espectador estar muy emocionada por ser parte de este equipo. “Es un grupo muy unido. He aprendido mucho de mis compañeras y, la emoción que se siente jugar cada partido en casa, es increíble. El apoyo de la gente también ha sido fantástico”, apuntó.
Sobre el gesto de las jugadoras de Colombia y el posible acuerdo, Abadía comenta que “nunca hubo un desacuerdo. En toda negociación siempre habrá días. Más que negociación, son los acuerdos. Independientemente de lo económico, el fútbol femenino tiene otras connotaciones y otros elementos que son importantes para su crecimiento”. Añadió que cuando las jugadoras salieron ante Paraguay con los brazos levantados están “demostrando que el fútbol femenino ha crecido. Los otros estamentos deben de estar llegando a esa misma altura”.
Catalina Usme salió positiva y con todas las ganas de anotar los goles frente a Ecuador y Chile para avanzar a la final. “Para mí estar acá es maravilloso, poder disputar una Copa América en casa. Poder seguir sumando de a tres también es importante, así que estamos tranquilas”, anotó.
El próximo encuentro de la selección de Colombia será este domingo, 17 de julio, a las siete de la noche contra Ecuador.
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La selección de Colombia le ganó 3-0 a Bolivia en su segundo encuentro de la Copa América Femenina. La falta de definición es una de las cosas que, asegura el técnico Nelson Abadía, mejorarán para el próximo encuentro que será frente a Ecuador. En el plantel el sueño de llegar a la etapa final sigue intacto. Así se vivió el encuentro desde las tribunas del estadio Pascual Guerrero.
Una ola amarilla iluminó el Pascual Guerrero
Ni la lluvia impidió que el público se acercara al Estadio Pascual Guerrero, en el centro de Cali. Horas antes del segundo encuentro de Colombia en la Copa América Femenina, la ciudad quedó inundada por una fuerte lluvia. Las entradas de las tribunas de oriente y de occidente estaban acompañadas de arroyos. Sin embargo, estas fuertes condiciones climáticas no opacaron el ambiente de festividad que se vivía a las afueras del estadio.
La gente se acercaba con sus bubuzelas y acompañadas por su familia. En la entrada de la tribuna occidental, al lado de la zona de prensa, por ejemplo, se asomaba la familia de Daniela Montoya, quien fue elegida la mejor jugadora de la cancha en el partido frente a Paraguay. Por los pasillos del estadio también se veía transitar figuras del balompié femenino como Amparo Maldonado, Renata Arango, Nicole Regnier, Vanessa Córdoba, Carolina Pineda o Andrea Peralta. Incluso Faryd Mondragón también acompañó a la tricolor.
Ya la hora del encuentro se acercaba y, por los alrededores del estadio, la gente empezó a correr para no perderse los actos protocolarios. El himno de la Conmebol comenzó a sonar y un pasillo de varios jóvenes, con las banderas de esta entidad, sirvió de antesala para el encuentro. Las jugadoras de Colombia salieron a la cancha agarradas de la mano, quizás como una señal de unidad. Horas antes, en sus redes sociales habían señalado que “las jugadoras y la Federación estamos unidos para tomar decisiones concertadas y generar espacios que nos permitan buscar un mejor futuro paras las selecciones femeninas”.
Mire: Video: Reviva los goles de Colombia contra Bolivia en la Copa América Femenina
El estadio, al unísono, gritó Colombia y Manuela Vanegas, con la dorsal dos, alentaba al público. Entre gritos, barras y bubuzelas comenzó el segundo encuentro de la selección, que tuvo el dominio del balón. Solo le bastaron dos minutos a Leicy Santos para hacer su primer remate al arco. Al instante llegó otra opción de gol en los pies de Catalina Usme y después de un tiro errado de Daniela Montoya. El ahogo del grito de gol estaba latente entre los asistentes, varios de ellos disfrazados.
En la tribuna occidental, por ejemplo, una familia llegó vestida de diablo, con colas, cuernos y hasta un tridente. Buscaban, confiesan, hacer referencia a los diablos rojos de América de Cali y confirmar que son sede en esta Copa América Femenina. A los 21 minutos, como en los mejores momentos que tuvo con Santa Fe en la liga profesional, Leicy Santos, con la pierna derecha y desde fuera del área, abrió el marcador.
Nelson Abadía, a pesar de ir arriba en el marcador, se mantenía tranquilo, con las manos agarradas atrás, caminaba y observaba el partido. Mostraba mucha más calma que en el duelo frente a Paraguay. Esa primera media hora de juego Leicy era la figura. Se coló en el medio campo, subió a defensa, bajó a buscar el gol, volvió al medio campo, quitó el balón a las jugadoras de Bolivia, remataba al arco, trataba de buscar a Linda Caicedo, Catalina Usme o Daniela Montoya y el balón no entraba.
Hasta que sobre el minuto 45 una falta cometida en el área por la boliviana Yuditza Salvatierra le dio a Colombia una nueva esperanza de gol. Catalina Usme, la goleadora histórica de la selección, por su experiencia en la cancha fue la elegida para cobrar desde los 11 pasos. Y aunque la antioqueña erró el cobro, salió aplaudida en el entretiempo por el público. Ella, cabizbaja, salió rumbo a los camerinos.
En el segundo tiempo Colombia salió con la convicción de golear a su rival y con una meta clara: cerrar la segunda fecha como líder del grupo A. Mayra Ramírez, Linda Caicedo, Diana Ospina y Manuela Vanegas intentaron ampliar el marcador, pero no lo consiguieron. El desespero y la tensión empezó a apoderarse del Pascual Guerrero, que al unísono gritaban Colombia, mientras hacían la ola. Sin embargo, sobre el minuto 70, ese grito de gol consiguió salir.
Un autogol de la boliviana Ericka Morales, tras un pase de Mayra Ramírez, le permitió a la selección de Colombia ponerse arriba en el marcador. El estadio, que estaba casi lleno en sus tribunas habilitadas, estalló. De los brincos que se hacían cada vez que pasaba la ola, el piso temblaba, una emoción que incrementó ocho minutos después, al 78, con un remate de cabeza de Daniela Arias, tras un pase de Leicy Santos.
También: “Colombia falló en querer definir el partido lo más rápido posible”: Nelson Abadía
Las jugadoras, el público y hasta el cuerpo técnico gritaban y saltaban de emoción. Colombia, con su meta clara, seguía buscando una ruta clara para ampliar el marcador. Lo intentó Daniela Montoya. Sobre el minuto 87, Abadía sacó a Catalina Usme, quien salió entre gritos de aliento y aplausos. Aunque se caracteriza por su liderazgo, en esta Copa América no le han salido las jugadas de gol que ha buscado. Pero, de seguro con su talento, podría repetir la hazaña del torneo pasado: ser la goleadora.
La jueza indicó el final del partido y las jugadoras salieron a correr por la cancha. Daniela Arias, llorando de la emoción por haber marcado gol, Mayra Ramírez y Jorelyn Carabalí, por ejemplo, se acercaron hasta la tribuna oriental para festejar con los hinchas. En el banco de Colombia se quedaron jugadoras como Leicy Santos, Tatiana Ariza, Daniela Montoya o Gisela Robledo bailando. Catalina Usme, por su parte, seguía cabizbaja, a pesar de que en la tribuna baja de occidental estaba su familia, con la camisa de Colombia y el apellido Usme en la espalda.
Ya en la zona mixta el ambiente era de completa felicidad. La primera en salir fue Sandra Sepúlveda, detrás de ella pasó la delantera Elexa Bahr, quien aseguró a El Espectador estar muy emocionada por ser parte de este equipo. “Es un grupo muy unido. He aprendido mucho de mis compañeras y, la emoción que se siente jugar cada partido en casa, es increíble. El apoyo de la gente también ha sido fantástico”, apuntó.
Sobre el gesto de las jugadoras de Colombia y el posible acuerdo, Abadía comenta que “nunca hubo un desacuerdo. En toda negociación siempre habrá días. Más que negociación, son los acuerdos. Independientemente de lo económico, el fútbol femenino tiene otras connotaciones y otros elementos que son importantes para su crecimiento”. Añadió que cuando las jugadoras salieron ante Paraguay con los brazos levantados están “demostrando que el fútbol femenino ha crecido. Los otros estamentos deben de estar llegando a esa misma altura”.
Catalina Usme salió positiva y con todas las ganas de anotar los goles frente a Ecuador y Chile para avanzar a la final. “Para mí estar acá es maravilloso, poder disputar una Copa América en casa. Poder seguir sumando de a tres también es importante, así que estamos tranquilas”, anotó.
El próximo encuentro de la selección de Colombia será este domingo, 17 de julio, a las siete de la noche contra Ecuador.
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