¿Colombia es favorita en la Copa América? Esta es la opinión de los referentes
Óscar Córdoba, Mario Alberto Yepes, Carlos Valdés y Fabián Vargas hablaron con El Espectador del proceso de Néstor Lorenzo y las posibilidades del cuadro nacional en territorio estadounidense.
Fernando Camilo Garzón
No fueron muchas las veces en las que Colombia llegó con favoritismo a un torneo de la importancia de la Copa América. Los fantasmas del pasado, en particular el doloroso recuerdo del Mundial de 1994, dejaron huella en los aficionados de la selección. Cautos, muchos prefieren la prudencia; no agrandarse cuando no se ha conseguido nada y no desconcentrarse ante invictos, buenas rachas y un presente brillante. Si en Estados Unidos los resultados no son los esperados, con certeza, muchos le van a caer a un proceso que hasta ahora muestra muy buenos síntomas.
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No fueron muchas las veces en las que Colombia llegó con favoritismo a un torneo de la importancia de la Copa América. Los fantasmas del pasado, en particular el doloroso recuerdo del Mundial de 1994, dejaron huella en los aficionados de la selección. Cautos, muchos prefieren la prudencia; no agrandarse cuando no se ha conseguido nada y no desconcentrarse ante invictos, buenas rachas y un presente brillante. Si en Estados Unidos los resultados no son los esperados, con certeza, muchos le van a caer a un proceso que hasta ahora muestra muy buenos síntomas.
En las últimas semanas, El Espectador habló con varios de los referentes del seleccionado nacional; la mayoría, baluartes de la camada que alzó el título en la Copa América de 2001, única victoria de nuestra historia. Hay consenso en varios puntos: Colombia sí llega entre las favoritas a ganar la Copa, el recambio generacional en la selección le ha dado buenas herramientas a Néstor Lorenzo, quien, además, logró darle cohesión a su idea y tiene jugando bien al equipo. Sobre todo, como dijo Óscar Córdoba, arquero de ese equipo campeón en 2001, el entrenador argentino logró dar en la tecla con un grupo maduro que tiene ambición de ganar títulos.
“Hay dos formas de entender las buenas rachas: es suerte o producto del buen trabajo y la planificación. La madurez de los jugadores que tenemos les permite entender que el momento que trae la selección es producto de su gran rendimiento. Son jugadores de buen presente en Europa en las mejores competencias del mundo. Saben, por un lado, que no pueden regalar nada porque la competitividad es alta y, por el otro lado, que no deben perder la cabeza porque tienen un objetivo que es claro”, dijo Córdoba.
Empezando de atrás para adelante, en la portería, Colombia cuenta con una gran fortaleza. Camilo Vargas ha sido fundamental para mantener la base defensiva del equipo. “Él es figura en México y está en un nivel extraordinario. Está consolidado y buena parte del presente de la selección se lo debe a su destacado rendimiento”, asegura Córdoba. Detrás de Vargas, David Ospina y Álvaro Montero le dan experiencia a la plantilla y son opciones confiables para el arco.
Mario Alberto Yepes, exdefensor y capitán de la selección durante muchos años, elogió el estilo de juego que el técnico ha instaurado en el equipo: “con Lorenzo, Colombia tiene una identidad. Jugamos bien. Es un equipo que se defiende muy bien y tiene transiciones rápidas con jugadores por las bandas que hacen la diferencia. Néstor organizó la camada. Reunió a jugadores jóvenes con otros de experiencia. A la selección le ha costado menos que a otros países de la región hacer ese relevo generacional. Los jóvenes llegan a aportar de inmediato y hacen la diferencia”.
En la defensa, según Yepes, el combinado nacional camina tranquilo con las buenas opciones que tiene en la dupla de centrales y resalta, especialmente, los nombres de Jhon Lucumí y Dávinson Sánchez, los de mejor presente. Sin embargo, señala una relativa escasez de opciones en los laterales: “Nos faltan alternativas. Johan Mojica viene jugado bien, como Daniel Muñoz, Déiver Machado y Santiago Arias. Viven un presente bueno, eso es innegable. No obstante, siento que no tenemos tantas opciones como sí nos pasa con los centrales”.
Carlos Valdés, que no es de la camada que estuvo en la Copa América de 2001, pero sí de la que jugó el Mundial de 2014, también resaltó el buen trabajo de Néstor Lorenzo en la defensa. Lo tuvo como asistente técnico cuando el argentino era el segundo al mando después de José Néstor Pékerman. “En esa época, él se encargaba de los análisis en la defensa. Era muy meticuloso en los análisis de video y hacía muy bien su trabajo. Mejorábamos constantemente porque él era muy buen observador de los errores que cada uno tenía”, destacó Valdés.
Fabián Vargas, otro de la generación de 2001, subrayó la confianza que el cuerpo técnico logró instaurar en los jugadores. Esta seguridad ha permitido que la selección compita y derrote a equipos históricamente difíciles, como Brasil, Alemania o España. Para Vargas, la solidez del grupo se extiende a todas las líneas del campo, con suficientes alternativas para encontrar recambio en los momentos de mayores dudas. “Los jugadores han vuelto a competir de tú a tú y les han ganado a rivales a los que nunca les habían ganado. Han demostrado que tienen capacidad y herramientas para hacerlo”, aseguró Vargas.
“Recuperamos el respeto de las demás selecciones, en Suramérica y en el mundo. Los resultados recientes en Europa, y lo que se viene haciendo en las eliminatorias, nos han hecho crecer ante los ojos de los demás”, explicó el exfutbolista.
En el mediocampo, Colombia cuenta con un buen balance entre jugadores experimentados y jóvenes promesas. Jefferson Lerma, según el exfutbolista, es el único fijo. Después, el equipo ha cambiado mucho entre Kevin Castaño, Matheus Uribe y, ahora, Richard Ríos. “El medio campo, con Lorenzo, ha variado bastante, pero la idea nunca ha tambaleado”, explicó Fabián Vargas.
Adelante también hay múltiples opciones para el entrenador. James Rodríguez sigue siendo una figura importante y jugadores como Jhon Arias y Luis Díaz aportan creatividad y dinamismo. El guajiro, especialmente, es el gran líder futbolístico del conjunto y en quien residen buena parte de las esperanzas del combinado nacional en la Copa América. La posición del 9 es la que más genera dudas, pero Rafael Santos Borré, el elegido de Néstor Lorenzo, siempre ha respondido a la confianza del entrenador.
“Hay de dónde escoger y sabemos que, cuando haya problemas o se complique un partido, tenemos de dónde echar mano”, comentó Fabián Vargas.
El equipo de Néstor Lorenzo tiene una combinación favorable de experiencia, talento joven y un entrenador que ha sabido consolidar un grupo competitivo con una identidad clara. La racha de partidos que acumuló invicto, la solidez en el arco y la defensa, junto con la profundidad del medio campo y el ataque sugieren que la tricolor tiene una oportunidad real de ganar la Copa América. Aunque la competencia es fuerte, especialmente con equipos como Brasil, Argentina o Uruguay, hay esperanza con el combinado nacional. Hay que ser cautos, pero también hay una ilusión que está viva y Colombia quiere ganar en suelo estadounidense el segundo título de su historia.
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