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El técnico Reinaldo Rueda y los jugadores de la selección de fútbol de Colombia saben perfectamente que enfrentar a Argentina es mucho más complicado que a Perú. Por eso tenían claro que ganar en Lima era una obligación para retomar el rumbo al Mundial de Catar 2022.
El duelo de este martes contra Lionel Messi y compañía también lo es, aunque llegan menos presionados. Sumar sería importante, pero más aún jugar bien y confirmar que el equipo está recuperando su identidad y armonía.
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Una buena presentación serviría para dejar definitivamente atrás los recuerdos de las derrotas contra Uruguay y Ecuador, en noviembre pasado, dolorosas sobre todo por la poca actitud que mostraron los jugadores en la cancha. La propuesta de juego del técnico Carlos Queiroz no los sedujo y ello se reveló en el peor escenario: la cancha.
Pero el estratega portugués es historia y una victoria hoy ante Argentina confirmaría que él era el problema, una vieja y mala tradición en el balompié.
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Se cumplirá la tercera parte de la eliminatoria y estar en los puestos de clasificación sería un impulso anímico muy importante para la Copa América, que comienza el próximo domingo, y sobre todo las fechas premundialistas de septiembre, en las que Colombia enfrentará a Bolivia en La Paz y a Chile en Barranquilla.
Aunque hay una premisa en el fútbol que dice que equipo que gana no se cambia, es probable que el profesor Rueda implemente un par de variantes para el juego de hoy en el estadio Metropolitano (6:00 p.m., Gol Caracol), que tendrá público en las tribunas, por primera vez desde que comenzó la pandemia del COVID-19. Las autoridades locales y nacionales autorizaron que unas 6.000 personas ingresen al escenario. Serán algunos abonados, además de invitados especiales de las empresas patrocinadoras de la Federación Colombiana de Fútbol.
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“La forma de contrarrestar a Messi será teniendo la posesión del balón”, aseguró el técnico Rueda en la conferencia de prensa de ayer, advirtiendo que será su equipo el que tratará de imponer el ritmo y las condiciones del juego. Y para hacerlo necesita mayor presencia en la mitad de la cancha. Por eso Edwin Cardona, Sebastián Pérez y Wílmar Barrios podrían ser alternativas. El primero para manejar la pelota y surtir de balones a Duván Zapata, los otros dos para tratar de quitarle el balón a Argentina y reforzar la marca.
El arquero David Ospina y los cuatro de atrás (Stefan Medina, Yerry Mina, Dávinson Sánchez y William Tesillo) no se tocan. Tampoco Gustavo Cuéllar y Mateus Uribe, figuras contra Perú.
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De ahí para adelante estarían las variantes. Juan Guillermo Cuadrado más suelto, con mayor vocación ofensiva, al lado de Cardona y detrás de Duván Zapata, que sería el único punta. En ese caso ingresaría también un volante de marca. Por fuera quedarían Luis Díaz y Luis Fernando Muriel.
La otra opción es dejar a los cuatro de la mitad que arrancaron en Lima y poner a Cardona detrás de Zapata, un 4-4-1-1 que parece más defensivo, pero podría servir para copar el mediocampo.
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Sea como sea, la tricolor saldrá con precauciones. Sumar es un verbo que hay que conjugar seguido para ir al Mundial y eso lo saben Reinaldo Rueda y sus muchachos. “Siempre entramos a la cancha con esa intención, pero hay que ser inteligentes para encarar ese juego. Hay que tener orden y una altísima concentración”, aseguró el estratega vallecaucano, para quien importa tanto el resultado como la manera en que se consigue. Su objetivo, a mediano plazo, es que la selección recupere su estilo y sea fiel a la identidad del fútbol colombiano, esa que lo llevó a tres mundiales seguidos en los 90 y que seguro lo llevará a Catar si se recupera a tiempo.