El abrazo de Ospina a Faríñez después del partido entre Colombia y Venezuela
Tras la espectacular actuación del arquero venezolano, el capitán de la tricolor se le acercó al final del encuentro para felicitarlo.
Fernando Camilo Garzón
Pocas palabras pueden describir la noche de ensueño que vivió Faríñez contra Colombia este jueves en la Copa América.
Y lo necesitaba porque después de solo disputar seis partidos en Francia esta temporada con su equipo, Lens, la confianza del guardameta, que supo ser figura en Millonarios, parecía haber mermado.
Lea: Colombia se estrelló con Faríñez y empató con Venezuela en la Copa América
Por lo menos eso parecía después de que el entrenador portugués José Peseiro decidió poner en los dos partidos de la Eliminatoria y en el debut de la Copa contra Brasil a Joel Graterol, arquero de América de Cali, como titular.
Sin embargo, este jueves contra Colombia, Faríñez demostró que, más allá de la falta de ritmo, de confianza en Europa y de continuidad en la selección, cuando se para debajo del arco hay pocos arqueros con su capacidad en el continente.
No fueron una ni fueron dos, el venezolano atajó ocho remates contra Colombia, uno de ellos una volea impresionante de Matheus Uribe y otro una chilena de Miguel Ángel Borja. Y eso que en el juego dio la impresión de que el venezolano hizo mucho más de lo que la estadística, siempre fría, dictó.
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Una actuación destacada que le valió un punto a su equipo que no remató ni una vez al arco y que tuvo en el guardameta la razón principal para optar por el 0-0.
Tras el encuentro, David Ospina, otro grande, guerrero de mil batallas en Suramérica y de recorrido en Europa, se le acercó al venezolano para felicitarlo.
Y las imágenes lo decían todo. Había admiración por parte del antioqueño. Sus gestos de impresión ante la descomunal actuación del portero que salió del Caracas F.C. lo demostraron.
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Y después de la admiración llegó el abrazó de Ospina, que ya se encamina con rumbo a sus últimos años, hacía Faríñez, una de las grandes promesas del fútbol suramericano que, sin lugar a dudas, seguirá dando de qué hablar durante muchos las próximas décadas.
Pocas palabras pueden describir la noche de ensueño que vivió Faríñez contra Colombia este jueves en la Copa América.
Y lo necesitaba porque después de solo disputar seis partidos en Francia esta temporada con su equipo, Lens, la confianza del guardameta, que supo ser figura en Millonarios, parecía haber mermado.
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Por lo menos eso parecía después de que el entrenador portugués José Peseiro decidió poner en los dos partidos de la Eliminatoria y en el debut de la Copa contra Brasil a Joel Graterol, arquero de América de Cali, como titular.
Sin embargo, este jueves contra Colombia, Faríñez demostró que, más allá de la falta de ritmo, de confianza en Europa y de continuidad en la selección, cuando se para debajo del arco hay pocos arqueros con su capacidad en el continente.
No fueron una ni fueron dos, el venezolano atajó ocho remates contra Colombia, uno de ellos una volea impresionante de Matheus Uribe y otro una chilena de Miguel Ángel Borja. Y eso que en el juego dio la impresión de que el venezolano hizo mucho más de lo que la estadística, siempre fría, dictó.
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Tras el encuentro, David Ospina, otro grande, guerrero de mil batallas en Suramérica y de recorrido en Europa, se le acercó al venezolano para felicitarlo.
Y las imágenes lo decían todo. Había admiración por parte del antioqueño. Sus gestos de impresión ante la descomunal actuación del portero que salió del Caracas F.C. lo demostraron.
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