Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Estará Colombia en Catar 2022? No hay nada garantizado. A pesar de que el desempeño y la propuesta de juego del equipo de Reinaldo Rueda dejan muchas dudas, la situación del país en la tabla de posiciones, increíblemente, sigue siendo favorable. Porque, a falta de cuatro partidos para sellar la clasificación, la selección es cuarta con 17 puntos; pero no hay margen de error.
(Aquí, toda la información deportiva)
Reinaldo Rueda se estrenó en la selección colombiana tras algunas tensiones dentro del vestuario luego del accidente ante Uruguay y la goleada 6-1 de Ecuador, a finales del año antepasado. En las eliminatorias disputó diez partidos, con un saldo de siete empates, dos triunfos y una derrota. Un rendimiento de apenas el 43 %. ¿La patología más delicada? La falta de gol.
El equipo tricolor completó cinco partidos sin marcar. Y no es casualidad, pues el principal flagelo de la selección es la poca generación de juego y claridad en el ataque. Mientras los delanteros anotan en Europa, con Colombia no cuentan con muchas opciones, y las que tienen no son en condiciones tan favorables para anotar.
En la Copa América, pese a que un tercer puesto puede ser el disfraz de una digna participación, el negativo de la fotografía no fue bueno. Colombia solo ganó dos de siete partidos. Y el único triunfo que tuvo en la fase de grupos contra Ecuador fue el partido que peor jugó. Tras esa concentración de cuarenta días no se pudo consolidar una idea de juego fluida en la cancha, pero sí se tejieron lazos de unión y familiaridad en el equipo. Los jugadores creen en el proyecto y liderazgo de grupo del entrenador, algo tan importante como el apartado táctico.
Sin embargo, el torneo fue el escenario de la explosión de Luis Díaz, el futbolista revelación de la Copa América. El guajiro fue el hombre que desató los nudos de ataque con su expresión individual y gambetas. Junto a Lionel Messi tuvo el mejor promedio de regates (5,5) por partido de la copa. En las semifinales contra Argentina hizo el récord, con once. Y no solo creció en su efectividad sino en su lectura de juego. A pesar de su talento, ya no tiene el vicio de conservar más la pelota, es un futbolista colectivo que entiende el juego. Ese nivel lo mantuvo en Porto hasta final de año y se consolidó como el goleador y mejor jugador de la Liga de Portugal. El 2022 se perfila como el año en el que Díaz dará el salto a un equipo grande de Europa, Liverpool lidera la fila...
Así como unos llegaron, otros se fueron; aunque volvieron al final. James Rodríguez, quien protagonizó un exótico fichaje a la Liga de Catar, tuvo desencuentros con Reinaldo Rueda y se perdió los primeros quince partidos del ciclo, solo estuvo en los últimos dos del año. Todo estalló un día antes de la Copa América, cuando, molesto, con la herida abierta, hizo un elocuente live en su cuenta de Instagram con Teo Gutiérrez y Camilo Zúñiga en el que argumentó que “le habían faltado al respeto”. Y también bromeó diciendo que esa era una conversación de los “exjugadores de la selección”. Una salida en falso que no cayó nada bien en la concentración de la selección antes de jugar frente a Ecuador. Con el correr de los meses, la situación se calmó y James pudo cerrar el año con la selección en la derrota ante Brasil y el empate sin goles ante Paraguay, a pesar de que no estaba en buena forma física.
El próximo 28 de enero, la selección recibirá a Perú en Barranquilla en un duelo en el que si no gana puede ir descartando su clasificación. Y el 1° de febrero viajará a Córdoba para visitar a Argentina. A finales de marzo recibirá a Bolivia y cerrará visitando al peor equipo de las eliminatorias, Venezuela, pero con un viejo conocido al mando: José Pékerman.
¿Será el hombre que destrabó la sequía de 16 años sin ir a un Mundial el verdugo de la clasificación a Catar? Las paradojas del fútbol. Pero el pronóstico es favorable, pues, a pesar de las dudas de 2021, esta es una de las selecciones más completas en la historia de Colombia. El talento sobra línea por línea.
La Copa América, una oportunidad para impulsar el fútbol femenino
Como dice el dicho, se matarían dos pájaros de un tiro. Colombia será la sede de la Copa América Femenina 2022. Con ella, por un lado, el país podría reivindicarse tras no poder recibir el certamen masculino el año pasado, por la crisis social y sanitaria que se vivió a mitad de 2021; por otra parte, la realización del campeonato ayudaría a seguir impulsando el balompié de mujeres en el territorio nacional, pues si bien se ha mantenido el torneo local desde 2017, ha habido un retroceso en la competencia.
La presión ha sido cada vez mayor, porque, pese a que no se ha cancelado ninguna edición, la competencia ha sido cada vez menor en cuanto a días y equipos participantes en la Liga Femenina. En 2017, el torneo duró 104 días y tuvo 18 equipos; en 2018 fueron 124 días y 23 equipos; en 2019 fueron 74 días y veinte equipos, y el año pasado fueron 58 días y trece equipos. En 2021, el certamen duró 45 días y tuvo apenas once escuadras. Eso en cuanto a lo deportivo, pues tampoco se puede ignorar que con esta duración del torneo las jugadoras no tienen garantías para vivir del fútbol, pues en muchos casos sus contratos no abarcan ni la mitad del año.
(Las escuelas que han marcado la historia del fútbol colombiano)
Así, la realización de la Copa América podría ser un aliciente para fortalecer el fútbol femenino en Colombia. El campeonato, que tendrá la participación de las diez selecciones inscritas en Conmebol, se realizará del 8 al 30 de julio en Armenia, Cali y Bucaramanga. Brasil, que tiene una hegemonía en el fútbol sudamericano, es la selección con más títulos (siete en total, tres de ellos de manera consecutiva). El torneo entregará un cupo al Mundial Femenino de Australia-Nueva Zelanda y otro a los Juegos Olímpicos de París 2024.
El Mundial de Atletismo y los Juegos Bolivarianos, los otros retos por asumir para 2022
Colombia ha sido protagonista de los Juegos Bolivarianos en los últimos años. Nuevamente es anfitriona de estas competencias tras la edición de 2017, realizada en Santa Marta. Valledupar, cuna del vallenato, será la ciudad que recibirá a los once países participantes del 24 de junio al 5 de julio del presente año. Pese a los retrasos, Ana Edurne Camacho, directora del certamen, aseguró en W Radio que la construcción de la Villa Bolivariana “va por buen camino” y que, en caso de no terminar los escenarios necesarios, se recurrirá a ciudades como Bogotá y Cali para garantizar el buen desarrollo de las competencias.
(Un año con muchas luces, pero también grises para el deporte colombiano)
En las dos ediciones anteriores, Colombia culminó en el primer lugar. En 2014, en Perú, fueron 414 medallas (166 de oro, 135 de plata y 113 de bronce); en 2017, en Santa Marta, se obtuvieron 460 preseas (213 doradas, 136 plateadas y 111 de bronce). El propósito es mantener la hegemonía y aprovechar también la vitrina del certamen para que el país siga siendo epicentro de competencias en la región. De igual manera, los Juegos servirán para seguir acompañando los procesos de los deportistas que siguen trabajando en su camino del sueño olímpico, que esta vez será más corto y tendrá como destino próximo París 2024.
“Son 1.500 jóvenes atletas de 171 países los que estarán en competencia en Cali. Y lo verán otros 5.000 o 10.000. Muchos dirán, ¿por qué no estoy en Cali? Entonces, el evento será una fuente de inspiración”, dijo Jacob Larsen, director de competición y eventos del World Athletics, cuando se oficializó, el año pasado, a la capital del Valle del Cauca como sede para el Mundial de Atletismo sub-20.
La Sultana del Valle ha venido siendo protagonista para acoger eventos deportivos en el país. Además de ser una de las sedes de la Copa América Femenina, se preparó también para recibir el Mundial de Atletismo sub-20 del 1° al 6 de agosto del presente año. El estadio olímpico Pascual Guerrero y el estadio Pedro Grajales serán escenarios fundamentales para la realización de un certamen que es crucial para fortalecer procesos deportivos y que impulsará también a Colombia para que surjan competidores que nos sigan dando alegrías, tal como lo hicieron el año pasado atletas como Anthony Zambrano y Sandra Lorena Arenas en Tokio 2020.