El asombroso laboratorio de Lorenzo en Colombia y sus jugadas a balón parado
Las acciones a balón parado se convirtieron en un riesgo latente de la selección colombiana de Néstor Lorenzo. ¿Qué tanto influyen?
La selección de Colombia ha asombrado en la Copa América. El camino del equipo, hasta el momento, ha demostrado el buen proceso que adelanta Néstor Lorenzo. El combinado nacional ha consolidado una idea, ha construido una buena estructura y ha logrado la simbiosis del grupo, algunas de las claves del cuadro colombiano.
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La selección de Colombia ha asombrado en la Copa América. El camino del equipo, hasta el momento, ha demostrado el buen proceso que adelanta Néstor Lorenzo. El combinado nacional ha consolidado una idea, ha construido una buena estructura y ha logrado la simbiosis del grupo, algunas de las claves del cuadro colombiano.
Es indudable que desde que llegó el argentino como director técnico en 2022, la selección ha experimentado una notable evolución en su juego. Particularmente, en los tiempos recientes, ha llamado la atención la mejoría en un aspecto: las jugadas de balón parado. Estas acciones han sido una herramienta clave para el equipo, sobre todo en la Copa América, en la que Colombia aspira al título.
A horas del crucial duelo contra Uruguay en las semifinales, es importante analizar el impacto y la efectividad de estas jugadas bajo la dirección de Lorenzo.
Los goles de Colombia a balón parado
Desde que Lorenzo tomó las riendas del equipo, Colombia ha marcado un total de 49 goles. De estos, seis han sido resultado directo de jugadas de balón parado. Estos tantos representan aproximadamente el 12.2% del total de goles del equipo bajo la dirección de Lorenzo, lo que subraya la importancia de las jugadas de balón parado en la estrategia ofensiva del equipo.
Los goleadores, como es característico del equipo de Néstor Lorenzo, han sido variados. Desde Dávinson Sánchez hasta Jefferson Lerma han sido goleadores en este tipo de acciones. Además, destaca la contribución de ciertos jugadores clave en estas jugadas. James Rodríguez, con dos asistencias, ha sido fundamental, y su habilidad para colocar centros precisos ha sido una ventaja significativa para el equipo. Otros jugadores como Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero y Jhon Arias también han mostrado su capacidad para generar peligro en estas situaciones.
Es notable que casi todos estos goles de balón parado se hayan producido en 2024, coincidiendo con la concentración de preparación para la Copa América y los partidos del torneo. Esta concentración parece haber sido crucial para afinar y perfeccionar estas jugadas, lo que ha resultado en una mayor efectividad durante el torneo. La importancia de la preparación es algo que Lorenzo enfatizó en una rueda de prensa reciente: “Siempre se trabaja, entrenamos en los microciclos cortos, dedicamos parte de 12 sesiones de entrenamiento. A veces sale y a veces no, es muy importante el que patea y James es uno de los mejores centradores del mundo”. Este enfoque meticuloso y la atención al detalle en los entrenamientos han permitido a Colombia convertir estas jugadas en una verdadera arma ofensiva.
El éxito en las jugadas de balón parado también puede atribuirse a la cohesión y el entendimiento dentro del equipo. La capacidad de los jugadores para ejecutar pases precisos, combinada con la habilidad de rematadores como Sinisterra, Dávinson Sánchez, Santos Borré y Jhon Córdoba, ha sido un factor decisivo. La variedad en los jugadores que han contribuido tanto en asistencias como en goles muestra una versatilidad que hace difícil para los oponentes anticipar y defender estas jugadas.
Uruguay: otro rival fuerte en la vía aérea
El próximo enfrentamiento contra Uruguay en las semifinales será un verdadero test para Colombia. Uruguay es conocido por su solidez defensiva y su capacidad para neutralizar jugadas de balón parado. Sin embargo, la reciente historia sugiere que Colombia tiene las herramientas necesarias para superar este desafío. Cabe recordar que en los casi 30 partidos bajo la dirección de Lorenzo, Colombia solo ha recibido 16 goles, y solo uno de ellos ha sido a balón parado, precisamente contra Uruguay en un partido reciente de eliminatorias.
Esta estadística resalta no solo la mejora defensiva del equipo, sino también la capacidad de Lorenzo para aprender y ajustar estrategias basadas en experiencias pasadas. La sólida defensa y la habilidad para capitalizar en jugadas de balón parado serán cruciales para las aspiraciones de Colombia de llegar a la final y eventualmente ganar la Copa América. La confianza del equipo, cimentada en un proceso de preparación rigurosa y una ejecución consistente en el campo, será la base sobre la cual buscarán construir su éxito en este torneo. A medida que los colombianos se preparan para el duelo en Charlotte, el enfoque estará en maximizar estas oportunidades y utilizar las jugadas de balón parado como una herramienta decisiva en su búsqueda del título.
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