El invicto de la selección de Néstor Lorenzo se ahogó en El Alto
Colombia perdió en Bolivia su primer partido en la clasificación a la Copa del Mundo de Estados Unidos, México y Canadá. El próximo reto será Chile, el martes, en Barranquilla.
Fernando Camilo Garzón
El sol picante y el viento gélido, seco. En la altura faltó el aire y el invicto de Néstor Lorenzo, en las eliminatorias, se ahogó ante la falta de oxígeno. Los 4.150 metros sobre el nivel del mar, de los que tanto se habló antes del partido, tuvieron su peso en el partido que Colombia perdió en El Alto. Fue un 1-0 durísimo para la selección, que fue superada por una Bolivia que tuvo un jugador menos casi todo el encuentro, pero supo aprovechar su fortaleza enclavada en la montaña.
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El sol picante y el viento gélido, seco. En la altura faltó el aire y el invicto de Néstor Lorenzo, en las eliminatorias, se ahogó ante la falta de oxígeno. Los 4.150 metros sobre el nivel del mar, de los que tanto se habló antes del partido, tuvieron su peso en el partido que Colombia perdió en El Alto. Fue un 1-0 durísimo para la selección, que fue superada por una Bolivia que tuvo un jugador menos casi todo el encuentro, pero supo aprovechar su fortaleza enclavada en la montaña.
No se esperaba, claro, que fuera un partido fácil. Y Colombia empezó con desventaja. Se dejó comer la cabeza y no entró a demostrar su juego. En las horas previas, mucho se habló de espías, artimañas y conspiraciones. Impulsado por la dureza de las condiciones, Lorenzo movió buena parte de su base para cuidar al conjunto, que todavía tiene por delante su duelo contra Chile. Ese 11 se notó desubicado, más que por la escasez de aire, por la extrañeza de las piezas, que se vieron inconexas. En la defensa, sin ir más lejos, los cuatro del fondo jugaron, apenas, su primer partido juntos.
Y en un afán, en una jugada precipitada de Willer Ditta, se perdió la pelota en una salida de balón, que terminó con un golazo al minuto 58 de Miguel Terceros, la perla boliviana de solo 20 años, que amagó al borde el área colombiana, rebasó a tres defensores y le colgó el disparo a Camilo Vargas en todo el ángulo.
Video: el golazo de Bolivia en la derrota de Colombia
Bolivia, mejor desde el arranque
Desde el primer tiempo, Bolivia ya había atosigado a Colombia, que sintió la intensidad de los 4.000 metros de altura desde el segundo cero. En los primeros 20 minutos, los bolivianos remataron casi 10 veces al arco y Camilo Vargas fue el responsable de que el marcador no se abriera en la primera mitad. Sin embargo, en medio de la confusión, una roja a Héctor Cuéllar en el minuto 19, tras una brutal patada que lesionó a Roger Martínez que se escapaba solo al arco, parecía darle aire a la selección, que se encontró ante un panorama inmejorable; con un hombre más, durante más de una hora de partido, y la posibilidad de hacerse superior con el dominio de la pelota. Jamás sucedió. Por tramos, la tricolor agarró la redonda, pero fue insulso y se quedó merodeando los bordes del área.
James Rodríguez, una vez más, fue el que movió los hilos, pero la falta de costumbre ante la altura dejó como consecuencia un equipo estático y ahogado. Luis Díaz, por ejemplo, tuvo uno de sus peores partidos en la era de Néstor Lorenzo, superado por el ambiente y demasiado egoísta en el manejo del balón. Todas las que tuvo, aunque no tenía aire, las intentó resolver en soledad, y a la media hora de juego ya lucía sin pulmones. Tampoco fue un buen partido de Jhon Arias y Matheus Uribe, que salió en el entretiempo, ni de Kevin Castaño, los dos elegidos por el entrenador en la mitad de la cancha.
Párrafo aparte merece Jhon Córdoba, que entró por Roger Martínez cuando el jugador de Racing de Avellaneda se fue lesionado. Después de que Bolivia encontró la ventaja en la segunda mitad, el equipo, como era de esperarse, replegó sus líneas. Y Colombia, con el ingreso de Yaser Asprilla y Richard Ríos (muy participativo con remates de media distancia), empezó a encontrar los espacios que le urgían desde el inicio. Sin embargo, las que tuvo las falló el delantero del fútbol ruso, que no pudo vencer a Guillermo Viscarra en los cuatro mano a mano que le quedaron. En definitiva, no fue el día para el seleccionado nacional.
Colombia, “a pensar en Chile”
No es una debacle la caída, aunque es innegable que se esperaba mucho más del equipo, que venía de ganarle, con más jerarquía que fútbol, a Argentina y se ilusionaba con mantenerse entre los dos primeros lugares de la eliminatoria. No hay que hacer un drama, pues Colombia sigue muy bien ubicada de cara a la clasificación al mundial de 2026 y, por las condiciones del estadio en el que jugó, era apenas normal un resultado desfavorable. Aunque el seleccionado no perdía de visitante contra Bolivia desde 2003, jamás había jugado en El Alto.
Habrá que ver, al final de la competición, cuántos equipos sumarán arriba en la montaña, el arma con la que la selección auriverde empezó a soñar con llegar a la Copa del Mundo. Ganó sus últimos tres partidos: con Venezuela, Chile y Colombia. Las posibilidades están ahí. No obstante, también habrá que esperar si la Federación Colombiana no pelea los puntos en el escritorio, por el asunto del espionaje. En el mundo, hay jurisprudencia al respecto.
Más allá de todo eso, el partido deja mal sabor por el mal juego del equipo. Si el contexto se ignora, si es que se puede obviar eso, la presentación de Colombia en El Alto boliviano no fue nada buena.
El estratega Lorenzo lo vio distinto, pues dijo que Colombia dominó el partido. “Sabíamos que la precisión iba a ser determinante. En el segundo tiempo tuvimos muchas opciones y no pudimos concretarlas”.
Cuando le preguntaron por el error del gol, el argentino aprovechó para hablar de la altura: “Es un error normal en este tipo de canchas y condiciones de juego, por la pelota, por la pegada y por muchas cosas. No debería pasar, pero no es fácil. Incluso, quedando con uno más. Jugamos contra un equipo que está adaptado a la altura, que está acostumbrado, que corre, que son aviones, que gana la segunda pelota. Lo demostraron los chicos de Bolivia y no es tan fácil”.
Y a pesar de la derrota, el argentino se mostró tranquilo para lo que viene, que será Chile el martes en Barranquilla. “Hicimos un esfuerzo grande y lamentablemente no nos llevamos nada. Creo que merecíamos llevarnos algo. Pero bueno, ahora, a pensar en Chile”.
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