En medio del caos, la selección Colombia se juega buena parte del tiquete a Catar
Con muchas dudas en su nómina, por los conflictos entre Fifa y las principales ligas de Europa, el equipo nacional enfrentará desde el jueves a Bolivia, Paraguay y Chile en la triple fecha eliminatoria al Mundial 2022.
El 27 de mayo de 2015 cambió la historia del fútbol. Ese día, la todopoderosa FIFA, que durante algo más de un siglo manejó a su antojo el negocio del balompié, incluso despreciando las normas de muchos países, demostró que era vulnerable y no estaba por encima de las leyes internacionales.
Durante décadas, los dirigentes del deporte más popular del mundo se sintieron intocables y les hicieron creer a los gobernantes, a punta de amenazas de desafiliación en caso de alguna intervención estatal en los asuntos económicos o administrativos de sus federaciones, que la FIFA tenía más influencia que cualquier nación.
Mire: Todo lo que necesita saber de la selección de Colombia en El Espectador
Pero la justicia estadounidense actuó. Emitió órdenes de captura contra decenas de directivos y desmanteló una compleja red de sobornos y negocios fraudulentos alrededor del juego que apasiona a millones de personas en todos los rincones del planeta,
En un par de meses fueron capturadas importantes personalidades del fútbol, encabezadas nada menos que por el suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, uno de los cerebros de una organización mafiosa que cometía fraudes fiscales, lavaba dinero y amañaba la adjudicación de las sedes de los principales campeonatos, entre ellos los Mundiales de mayores de Rusia 2018 y Catar 2022.
Como castillo de naipes, esa estructura se vino al piso y unos ochenta dirigentes terminaron investigados, sancionados o en la cárcel, entre ellos Luis Bedoya, en ese entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, quien, casi seis años después y tras un largo juicio, está a la espera de condena.
Pero este proceso, conocido como Fifagate, no acabó con las polémicas ni la corrupción de buena parte de quienes manejan el balompié. Sin embargo, sí animó a los gobiernos de cada país a intervenir y fiscalizar más a las federaciones. En nuestro país, por ejemplo, varios miembros del comité ejecutivo de Colfútbol fueron investigados y sancionados recientemente por irregularidades en la adjudicación del contrato para el manejo de la boletería de la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018.
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También les dio alas a las organizaciones nacionales y continentales para rebelarse. En 2020, por ejemplo, los veinte clubes más poderosos de Europa, liderados por el Real Madrid, decidieron crear la Superliga, como protesta al manejo que le da la UEFA a la Champions League. Al final el proyecto se aplazó, pero los equipos lograron una indemnización por parte de la rectora del fútbol en el Viejo Continente.
Ahora, los mismos clubes, apoyados por las ligas profesionales más poderosas, se niegan a prestar a los jugadores para las eliminatorias suramericanas, argumentando que debido a los protocolos de bioseguridad y la programación de tres partidos, pues hay que reponer los aplazados de jornadas anteriores, no podrán contar con sus futbolistas por cerca de un mes, lo que les causaría un gran perjuicio deportivo y económico, ya que son ellos quienes pagan sus salarios.
Primero, la Premier League anunció que los equipos no prestarían a sus estrellas. Luego La Liga y después la Serie A de Italia. FIFA, a través de su presidente, Gianni Infantino, exhortó a las entidades a “mostrar solidaridad y hacer lo que es tanto correcto como justo para el fútbol mundial. Estas ligas también comparten la responsabilidad de preservar y proteger la integridad deportiva de las competiciones de todo el planeta. En el pasado, hemos hecho frente juntos a problemas globales y en el futuro lo seguiremos haciendo. La cesión de jugadores para los próximos períodos internacionales es un asunto de suma urgencia e importancia”.
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En medio de esa incertidumbre, pues no se sabe si los jugadores viajarán o no, desde el jueves 2 de septiembre se jugarán tres jornadas claves de la eliminatoria suramericana a Catar 2022. El técnico Reinaldo Rueda aspira a contar con Dávinson Sánchez, quien actúa en Inglaterra, así como David Ospina y Juan Guillermo Cuadrado, que están en equipos italianos. Yerry Mina y Luis Fernando Muriel fueron reportados como lesionados por su clubes, Everton y Atalanta, respectivamente. En España no juega ninguno de los convocados por el estratega vallecaucano, que viajó este sábado a Santa Cruz de la Sierra con su cuerpo técnico y los jugadores del medio local, en donde se reunirán con el resto del plantel para los duelos contra Bolivia y Paraguay, ambos como visitante, y contra Chile en Barranquilla.
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Después de seis fechas, la tricolor ocupa la quinta casilla de la tabla de posiciones, con ocho puntos y una diferencia de goles de -2. Arrancó con una convincente victoria 3-0 sobre Venezuela y empató 2-2 en su visita a Chile. Luego cayó en casa 3-0 contra Uruguay y 6-1 en Ecuador, lo que precipitó la salida del técnico portugués Carlos Queiroz. En junio pasado, ya con Reinaldo Rueda en el banquillo, superó a Perú en Lima e igualó ante Argentina en Barranquilla.
Brasil es líder, con seis triunfos en igual número de presentaciones. Argentina tiene doce unidades, Ecuador nueve y Uruguay ocho. Detrás de Colombia están Paraguay (siete puntos), Chile (seis), Bolivia (cinco), Venezuela y Perú (con cuatro cada uno).
Al menos seis puntos
Independientemente de la nómina y las posibles bajas que se puedan presentar si el fin de semana no viajan los “europeos”, Rueda y sus asesores saben que en estos tres partidos se define buena parte del tiquete a Catar 2022.
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Sumar seis puntos o más encaminaría la clasificación. Lograr menos unidades podría complicar el objetivo de ir al tercer Mundial de manera consecutiva, como ocurrió entre 1990 y 1998, con la generación liderada por Francisco Maturana, Hernán Darío “Bolillo” Gómez, Carlos “el Pibe” Valderrama y compañía.
“Estamos optimistas. El plantel tuvo un mes de trabajo en la Copa América y logró asimilar lo que queremos futbolísticamente para lograr la máxima meta, que es Catar”, aseguró Rueda al final del torneo continental. Con lo que no contaba era con las restricciones de la Premier League. En Brasil, si algo le quedó claro es que sus defensas centrales eran Yerry Mina y Dávinson Sánchez. Tiene como alternativas a Carlos Cuesta, del Genk de Bélgica; Óscar Murillo, del Pachuca mexicano, y William Tesillo y Stefan Medina, quienes ha jugado en esa posición, aunque en la selección han sido laterales. El viernes, también convocó a Andrés Llinás, de Millonarios.
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A David Ospina lo reemplazarían Camilo Vargas o Álvaro Montero. Para suplir a Cuadrado y Muriel hay varias opciones, más allá de que el volante de la Juventus marque diferencia con respecto a sus compañeros, por su desequilibrio en el uno a uno.
Todo parece indicar que el técnico Rueda tiene pensado un plantel para el juego en el estadio Hernando Siles, de La Paz, el jueves. Allí podría utilizar dos o tres jugadores de la liga colombiana, más acostumbrados a la altura. En Asunción, el domingo 5, y en Barranquilla, el 9 contra Chile, sí jugaría con todos lo de la base “extranjera”.
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En la Copa América, el equipo tuvo problemas para generar juego, pero la llegada de Juan Fernando Quintero parece ser la solución. El volante del Shenzhen, de China, terminó la temporada hace un mes, pero regresó al país y siguió entrenando con el Independiente Medellín, para no perder el ritmo. Intentará asumir el rol de James Rodríguez, otra vez fuera de la convocatoria, en la misma posición en la que no pudo consolidarse Edwin Cardona en Brasil.
En el grupo también está Radamel Falcao García, quien, a pesar de que no está jugando con el Galatasaray, es un líder positivo que tiene mucha ascendencia en el plantel. Seguro no será titular, y menos en La Paz, pero sí una alternativa y un nexo entre los jugadores y el entrenador.
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Los rivales de Colombia tienen menos incertidumbre para armar sus nóminas, pues tienen pocos jugadores en Inglaterra e Italia. Bolivianos no hay. Los paraguayos Miguel Almirón, del Newcastle; Omar Alderete, del Valencia; y Santiago Arzamendia, del Cádiz, confirmaron que viajarán a su país para la eliminatoria.
Chile, que sí tendrá al arquero Claudio Bravo, quien juega en España, está pendiente de sus “ingleses”, Ben Bereton (Blackburn) y Francisco Sierralta (Watford).
Los directivos de Brasil y Argentina, que serían las selecciones más perjudicadas si sus futbolistas no viajan desde Europa, aseguran que contarán con ellos en la fecha FIFA y no han implementado planes alternativos.
En octubre, Colombia jugará dos partidos más rumbo al Mundial. El 7 contra Uruguay en Montevideo y el 12 ante Ecuador en Barranquilla, antes de cerrar el año con la doble jornada de noviembre, cuando se las verá con Brasil, el 11, y Paraguay, el 16. Ya para entonces se sabrá si Catar 2022 es una misión imposible o no.
El 27 de mayo de 2015 cambió la historia del fútbol. Ese día, la todopoderosa FIFA, que durante algo más de un siglo manejó a su antojo el negocio del balompié, incluso despreciando las normas de muchos países, demostró que era vulnerable y no estaba por encima de las leyes internacionales.
Durante décadas, los dirigentes del deporte más popular del mundo se sintieron intocables y les hicieron creer a los gobernantes, a punta de amenazas de desafiliación en caso de alguna intervención estatal en los asuntos económicos o administrativos de sus federaciones, que la FIFA tenía más influencia que cualquier nación.
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Pero la justicia estadounidense actuó. Emitió órdenes de captura contra decenas de directivos y desmanteló una compleja red de sobornos y negocios fraudulentos alrededor del juego que apasiona a millones de personas en todos los rincones del planeta,
En un par de meses fueron capturadas importantes personalidades del fútbol, encabezadas nada menos que por el suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, uno de los cerebros de una organización mafiosa que cometía fraudes fiscales, lavaba dinero y amañaba la adjudicación de las sedes de los principales campeonatos, entre ellos los Mundiales de mayores de Rusia 2018 y Catar 2022.
Como castillo de naipes, esa estructura se vino al piso y unos ochenta dirigentes terminaron investigados, sancionados o en la cárcel, entre ellos Luis Bedoya, en ese entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, quien, casi seis años después y tras un largo juicio, está a la espera de condena.
Pero este proceso, conocido como Fifagate, no acabó con las polémicas ni la corrupción de buena parte de quienes manejan el balompié. Sin embargo, sí animó a los gobiernos de cada país a intervenir y fiscalizar más a las federaciones. En nuestro país, por ejemplo, varios miembros del comité ejecutivo de Colfútbol fueron investigados y sancionados recientemente por irregularidades en la adjudicación del contrato para el manejo de la boletería de la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018.
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También les dio alas a las organizaciones nacionales y continentales para rebelarse. En 2020, por ejemplo, los veinte clubes más poderosos de Europa, liderados por el Real Madrid, decidieron crear la Superliga, como protesta al manejo que le da la UEFA a la Champions League. Al final el proyecto se aplazó, pero los equipos lograron una indemnización por parte de la rectora del fútbol en el Viejo Continente.
Ahora, los mismos clubes, apoyados por las ligas profesionales más poderosas, se niegan a prestar a los jugadores para las eliminatorias suramericanas, argumentando que debido a los protocolos de bioseguridad y la programación de tres partidos, pues hay que reponer los aplazados de jornadas anteriores, no podrán contar con sus futbolistas por cerca de un mes, lo que les causaría un gran perjuicio deportivo y económico, ya que son ellos quienes pagan sus salarios.
Primero, la Premier League anunció que los equipos no prestarían a sus estrellas. Luego La Liga y después la Serie A de Italia. FIFA, a través de su presidente, Gianni Infantino, exhortó a las entidades a “mostrar solidaridad y hacer lo que es tanto correcto como justo para el fútbol mundial. Estas ligas también comparten la responsabilidad de preservar y proteger la integridad deportiva de las competiciones de todo el planeta. En el pasado, hemos hecho frente juntos a problemas globales y en el futuro lo seguiremos haciendo. La cesión de jugadores para los próximos períodos internacionales es un asunto de suma urgencia e importancia”.
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En medio de esa incertidumbre, pues no se sabe si los jugadores viajarán o no, desde el jueves 2 de septiembre se jugarán tres jornadas claves de la eliminatoria suramericana a Catar 2022. El técnico Reinaldo Rueda aspira a contar con Dávinson Sánchez, quien actúa en Inglaterra, así como David Ospina y Juan Guillermo Cuadrado, que están en equipos italianos. Yerry Mina y Luis Fernando Muriel fueron reportados como lesionados por su clubes, Everton y Atalanta, respectivamente. En España no juega ninguno de los convocados por el estratega vallecaucano, que viajó este sábado a Santa Cruz de la Sierra con su cuerpo técnico y los jugadores del medio local, en donde se reunirán con el resto del plantel para los duelos contra Bolivia y Paraguay, ambos como visitante, y contra Chile en Barranquilla.
Lea también: Yerry Mina y Luis Fernando Muriel, desconvocados para la triple fecha eliminatoria
Después de seis fechas, la tricolor ocupa la quinta casilla de la tabla de posiciones, con ocho puntos y una diferencia de goles de -2. Arrancó con una convincente victoria 3-0 sobre Venezuela y empató 2-2 en su visita a Chile. Luego cayó en casa 3-0 contra Uruguay y 6-1 en Ecuador, lo que precipitó la salida del técnico portugués Carlos Queiroz. En junio pasado, ya con Reinaldo Rueda en el banquillo, superó a Perú en Lima e igualó ante Argentina en Barranquilla.
Brasil es líder, con seis triunfos en igual número de presentaciones. Argentina tiene doce unidades, Ecuador nueve y Uruguay ocho. Detrás de Colombia están Paraguay (siete puntos), Chile (seis), Bolivia (cinco), Venezuela y Perú (con cuatro cada uno).
Al menos seis puntos
Independientemente de la nómina y las posibles bajas que se puedan presentar si el fin de semana no viajan los “europeos”, Rueda y sus asesores saben que en estos tres partidos se define buena parte del tiquete a Catar 2022.
Lea también: Así será la venta de boletería para el partido Colombia vs. Chile
Sumar seis puntos o más encaminaría la clasificación. Lograr menos unidades podría complicar el objetivo de ir al tercer Mundial de manera consecutiva, como ocurrió entre 1990 y 1998, con la generación liderada por Francisco Maturana, Hernán Darío “Bolillo” Gómez, Carlos “el Pibe” Valderrama y compañía.
“Estamos optimistas. El plantel tuvo un mes de trabajo en la Copa América y logró asimilar lo que queremos futbolísticamente para lograr la máxima meta, que es Catar”, aseguró Rueda al final del torneo continental. Con lo que no contaba era con las restricciones de la Premier League. En Brasil, si algo le quedó claro es que sus defensas centrales eran Yerry Mina y Dávinson Sánchez. Tiene como alternativas a Carlos Cuesta, del Genk de Bélgica; Óscar Murillo, del Pachuca mexicano, y William Tesillo y Stefan Medina, quienes ha jugado en esa posición, aunque en la selección han sido laterales. El viernes, también convocó a Andrés Llinás, de Millonarios.
Lea también: El regreso de Falcao a la selección
A David Ospina lo reemplazarían Camilo Vargas o Álvaro Montero. Para suplir a Cuadrado y Muriel hay varias opciones, más allá de que el volante de la Juventus marque diferencia con respecto a sus compañeros, por su desequilibrio en el uno a uno.
Todo parece indicar que el técnico Rueda tiene pensado un plantel para el juego en el estadio Hernando Siles, de La Paz, el jueves. Allí podría utilizar dos o tres jugadores de la liga colombiana, más acostumbrados a la altura. En Asunción, el domingo 5, y en Barranquilla, el 9 contra Chile, sí jugaría con todos lo de la base “extranjera”.
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En la Copa América, el equipo tuvo problemas para generar juego, pero la llegada de Juan Fernando Quintero parece ser la solución. El volante del Shenzhen, de China, terminó la temporada hace un mes, pero regresó al país y siguió entrenando con el Independiente Medellín, para no perder el ritmo. Intentará asumir el rol de James Rodríguez, otra vez fuera de la convocatoria, en la misma posición en la que no pudo consolidarse Edwin Cardona en Brasil.
En el grupo también está Radamel Falcao García, quien, a pesar de que no está jugando con el Galatasaray, es un líder positivo que tiene mucha ascendencia en el plantel. Seguro no será titular, y menos en La Paz, pero sí una alternativa y un nexo entre los jugadores y el entrenador.
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Los rivales de Colombia tienen menos incertidumbre para armar sus nóminas, pues tienen pocos jugadores en Inglaterra e Italia. Bolivianos no hay. Los paraguayos Miguel Almirón, del Newcastle; Omar Alderete, del Valencia; y Santiago Arzamendia, del Cádiz, confirmaron que viajarán a su país para la eliminatoria.
Chile, que sí tendrá al arquero Claudio Bravo, quien juega en España, está pendiente de sus “ingleses”, Ben Bereton (Blackburn) y Francisco Sierralta (Watford).
Los directivos de Brasil y Argentina, que serían las selecciones más perjudicadas si sus futbolistas no viajan desde Europa, aseguran que contarán con ellos en la fecha FIFA y no han implementado planes alternativos.
En octubre, Colombia jugará dos partidos más rumbo al Mundial. El 7 contra Uruguay en Montevideo y el 12 ante Ecuador en Barranquilla, antes de cerrar el año con la doble jornada de noviembre, cuando se las verá con Brasil, el 11, y Paraguay, el 16. Ya para entonces se sabrá si Catar 2022 es una misión imposible o no.