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Este era el partido bisagra. Este era el partido decisivo. La cuarta final. Quedan tres. Pero para hacer historia había que ganar en octavos y lograr por primera vez quedar entre las ocho mejores del mundo. Y lo lograron porque el poder de la convicción es el primer requisito para quedar en la memoria colectiva y lograr hazañas.
De este lado del mundo había que poner la alarma y no dejarse vencer por el sueño. Muchos nos levantamos creyendo más que nunca que “al que madruga Dios le ayuda”, y entre más estuviéramos despiertos con el tinto en la mano más íbamos a atraer esa energía necesaria para que del otro lado del mundo todo se diera para hacer historia.
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Las notas del himno nacional siempre nos han puesto en sintonía con la esperanza y el pundonor para lograr las épicas que el fútbol permite. Todas unidas en un abrazo, con la mano en el pecho, el ceño fruncido y la mirada al horizonte. De nuevo Colombia parecía local a miles de kilómetros. El estadio AAMI Park, de Melbourne, se vestía de amarillo, azul y rojo para todos los testigos de La Historia. Y sí, de esa Historia en mayúsculas, la que construye un relato y una identidad.
🎥 ¡𝗢𝗛 𝗚𝗟𝗢𝗥𝗜𝗔 𝗜𝗡𝗠𝗔𝗥𝗖𝗘𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘! 🔊
— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) August 8, 2023
¡Nuestro himno en Australia! 🇦🇺#PersiguiendoUnSueño#TodosSomosColombia🇨🇴 pic.twitter.com/OiapjcbWcR
En frente tuvieron a un equipo que tampoco negoció su actitud y su entrega. Por momentos hubo más roce que fútbol. Fue un partido físico. Con dos equipos que no arriesgaban espacios, que apretaban el acelerador cuando las condiciones lo indicaban, ya fuera para presionar o para contraatacar.
A Colombia le costó acomodarse, pero sobre el primer cuarto de juego empezó a adueñarse de a poco de la pelota y de las opciones, que fueron escasas, pero ya vaticinaban lo que iba a ocurrir en la segunda mitad.
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Catalina Usme se veía en estado de gracia. Manejaba los hilos y los tiempos. Un guante de seda en su pierna izquierda. Pases precisos y pegada impecable. Por sus pies pasaba el juego de Colombia, que no encontraba a Linda Caicedo en las transiciones y apeló en más de una ocasión al físico y la potencia de Mayra Ramírez, que ha sido una de las figuras del mundial para el combinado nacional.
¿Y las llegadas qué? Jugadas de riesgo no hubo en la primera parte. El momento más destacado fue un centro de Catalina Usme sobre la media hora que por poco logra peinar Leicy Santos, pero no pudo cabecear y el balón quedó en las manos de la guardameta de Jamaica.
La segunda parte tuvo otro relato. El partido no perdió intensidad, y menos porque el marcador logró abrirse a favor de Colombia.
Fue al minuto 51. Y si alguien pedía una jugada que reflejara lo que es la selección de Colombia, en la del gol encontró la respuesta. La juventud y la experiencia. La esperanza del presente y la promesa del futuro. Un cambio de frente que Ana María Guzmán hizo “como con la mano”. Con precisión de billarista, la lateral de 18 años encontró en el sector derecho a Catalina Usme, que controló con estética, quedó mano a mano con la arquera rival y con un paso al arco marcó un gol que será inolvidable al minuto 51.
Cómo la bajó, la controló y definió. Divino, espectacular el gol de Cata Usme. Estamos soñando. Lo de la diez, la futbolista con mejor tecnica en la historia de Colombia. pic.twitter.com/mXlp3isTwF
— Goles en Directo (@golesendir_) August 8, 2023
Usme era la figura. Y gritó a rabiar su gol. Sabía que eso era lo que buscaba. Ha sido la líder. Es la que más sabe manejar los tiempos y las emociones. Y en su momento se permitió festejar con ahínco un tanto que le hace justicia poética a su rol y al legado que ha dejado en el fútbol femenino en Colombia. Un grito que parecía no acabar y un abrazo con Leicy Santos quedaron como postal.
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Jamaica quiso reaccionar. Y aunque apretó y se ubicó en el área de Colombia, nunca encontró una jugada clara para empatar el marcador. Las dirigidas por Nelson Abadía empezaron a jugar con la necesidad de sus rivales. E incluso en las transiciones y en la posesión del balón se vieron más precisas y con mejores posibilidades de llevarse el cupo a cuartos de final.
Jamaica subió sus líneas con el paso de los minutos. Colombia se vio exigida, pero quedó claro que en el sector defensivo ha habido trabajo y concentración, pero, sobre todo, compromiso para cuidar el arco y evitar a toda costa un escenario que ponga en riesgo el propósito principal de la selección, que no es otro distinto a demostrar que la historia está en sus manos.
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Estuvo cerca de aumentar el marcador Jorelyn Carabalí al minuto 85, pues tras rematar de cabeza un centro que llegó desde el sector derecho, el balón pegó en el palo y negó el tanto que hubiera podido sentenciar el partido.
¡𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐋𝐀 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀!
— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) August 8, 2023
¡ESTAMOS POR PRIMERA VEZ ENTRE LAS 8 MEJORES DEL MUNDO EN UNA COPA MUNDIAL FEMENINA DE LA FIFA DE MAYORES!
𝐆𝐈🇨🇴𝐆𝐀𝐍🇨🇴𝐓𝐄𝐒🇨🇴#PersiguiendoUnSueño#TodosSomosColombia🇨🇴 pic.twitter.com/HiNkcKFag3
Catalina Usme salió y empezó a animar a la tribuna. Motivadora profesional. Una líder. Compromiso y convicción para hacer historia. Con su gol fue suficiente. Y no podía ser de otra forma. Si alguien tenía el poder de darle a Colombia su primer tiquete en los cuartos de final, esa tenía que ser Usme.
Inglaterra será el rival en la siguiente fase. Cuatro de siete. Colombia no conoce de favoritas y tiene con qué jugarle de tú a tú a las inglesas. Y que la premisa continúe: la historia está en sus manos.
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