Brazos abiertos para recibir el grito de gol y la ovación del público que celebró la victoria de Colombia gracias a los pies de James Rodríguez.
Foto: AFP - JOAQUIN SARMIENTO
La jugada del gol de Colombia lo dice todo. Tiro de esquina a favor del combinado nacional. James, que hasta ese minuto 25 había aparecido poco, caminó hacia el sector nororiental para hacer el cobro. Antes de agarrar la pelota, miró a la tribuna y como suele hacer cada vez que se acerca a alguna grada, levantó los brazos con firmeza y entonces, como si no solo le pidiéramos que lidere en la cancha, le toca también liderar a la hinchada, que hasta ese entonces daba también pocas muestras de hacer de Barranquilla un carnaval.