“Colombia debe evitar ahogarse en El Alto”: entrevista con Flavio Robatto

El folclor del fútbol sudamericano. El bilardismo, si se quiere. Hay detalles más allá de la táctica y la técnica. A Colombia le han pintado un ambiente hostil estos días. Los bolivianos creen que pueden volver a un mundial y en estas eliminatorias lanzaron la carta de jugar en El Alto, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar.

El folclor del fútbol sudamericano. El bilardismo, si se quiere. Hay detalles más allá de la táctica y la técnica. A Colombia le han pintado un ambiente hostil estos días. Los bolivianos creen que pueden volver a un mundial y en estas eliminatorias lanzaron la carta de jugar en El Alto, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Así como a la tricolor se le crítica por jugar en Barranquilla en horas de la tarde, quizá pensando en una ventaja por el clima, así mismo se cuestiona la decisión de los bolivianos de jugar en uno de los lugares con mayor altura del mundo. Sin embargo, que no se quede la discusión ahí. Además de la preparación para este tipo de circunstancias, invitamos al argentino Flavio Robatto, quien fue asistente técnico en Millonarios y técnico de Cúcuta hace unos años —y ahora es entrenador de Bolívar, equipo de La Paz—, para que nos contara sobre el presente del fútbol boliviano y las condiciones para el compromiso de hoy por la novena fecha de las eliminatorias rumbo al Mundial de Canadá, Estados Unidos y México 2026, en las que Colombia es segunda, con 16 puntos —única selección invicta—, y Bolivia ocupa la octava casilla, con nueve unidades.

En video: análisis y entrevista con Flavio Robatto

¿Qué impacto tiene la altura en jugadores que no están acostumbrados a estas condiciones?

Definitivamente existe una ventaja entre un jugador acostumbrado a jugar en estas alturas y uno que no. Si tuviera que comparar la altura de El Alto con alguna cancha en Colombia, no encontraría ninguna, pero te diría que lo más parecido es Tunja. De todas maneras, el estadio de El Alto tiene particularidades que lo hacen muy difícil, como que la pelota corre distinto que en el Hernando Siles, que está unos 400 metros más abajo. Hay una diferencia importante. No es definitivo. En Bolivia, también hay un grupo de jugadores de la selección local que tampoco han jugado mucho en El Alto, ni entrenan habitualmente allí. Aun así, muchos equipos han venido a jugar aquí en la Copa Sudamericana y, dependiendo de factores futbolísticos, han sufrido más o menos. A mí me ha tocado venir a jugar en El Alto, y lo que uno pueda hacer tácticamente, más allá de las condiciones de la cancha, es clave.

¿El césped también es difícil?

La cancha era sintética hasta hace unos meses, ahora tiene césped natural, pero debajo sigue el sintético, lo que le da características particulares y la hace bastante difícil.

¿Cómo se plantea un partido en estas condiciones?

Lo que Colombia debe evitar es ahogarse. Debe cuidarse de los ahogos constantes que se producen después de jugadas de ida y vuelta o de gran intensidad. Los tiempos de recuperación entre esfuerzos son mucho más largos. Entonces, uno debe estar muy cerca del compañero para no sufrirlo tanto. Atacar de forma rápida, con un ataque directo, puede funcionar si lo haces con uno o dos jugadores, pero con cuatro o cinco cuesta mucho más. Hay que buscar una recuperación más rápida y evitar los ahogos, que es lo más importante en estos escenarios, como El Alto, el Hernando Siles o cualquier lugar a más de 3.000 metros de altura.

Y el impacto físico más allá del partido, ¿cómo se resiente el cuerpo en los días posteriores?

Más allá del esfuerzo que demanda el partido, no hay muchas secuelas. Te afecta más antes, en los días previos, dependiendo de cómo llegue el equipo. Pero después de jugar, la vuelta no tiene tanto efecto como la llegada a la altura. Los desgastes de los jugadores son similares a los de otros partidos.

¿Cómo llega la selección de Bolivia?

Bolivia está pasando por una etapa de transición con un cambio generacional importante. Presentaron un equipo con muchos jugadores menores de 25 años, que están debutando en eliminatorias y en partidos muy duros. Bolivia busca ser más dinámica e intensa que en años anteriores. Hay jugadores jóvenes, algunos en el extranjero, que buscan marcar diferencia en lo físico, sobre todo en un escenario como El Alto. Quieren jugar de manera protagonista en lugar de asumir un papel secundario. Vienen de dos triunfos: uno en casa contra Venezuela y otro de visita a Chile. El escenario contra Colombia será diferente, porque es un equipo más trabajado, sólido y físicamente fuerte, con otra jerarquía. A pesar de lo que pueda ofrecer la localía de Bolivia, el partido dependerá de lo que proponga Colombia.

Hablando de Colombia, ¿cómo ve el trabajo de Néstor Lorenzo?

Ha sido excepcional, no solo reflejado en números, sino también en la solidez del equipo. Se nota la estructura táctica, algo que Colombia no tenía hace mucho tiempo. Hoy, Colombia es uno de los mejores equipos del mundo y, si el mundial fuera mañana, sería un candidato fuerte. Es un equipo que ha logrado aprovechar las virtudes de sus jugadores. Su solidez es envidiable.

No podemos no preguntarle: ¿cómo ve a la selección de Argentina?

Argentina y Colombia son las dos selecciones más fuertes del continente. Ambas tienen planteles sólidos y bien trabajados. Argentina, incluso sin Messi ni Di María, tiene jugadores que entienden perfectamente a qué juegan. Son dinámicos, juegan bien con la pelota, presionan muy bien, y han logrado una mística en los últimos años que no tenían. Son claros candidatos tanto para liderar la eliminatoria como para ser campeones si se jugara el mundial hoy.

¿Cómo le parecen las eliminatorias sudamericanas?

Siguen siendo las más difíciles. Algunas selecciones están pasando por momentos duros, como Chile, Perú y Paraguay, pero Venezuela y Ecuador han crecido. A pesar de las dificultades, las eliminatorias siguen siendo apasionantes.

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