James Rodríguez controla el balón en un entrenamiento este lunes, en el estadio Metropolitano en Barranquilla (Colombia).
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
El paso del tiempo siempre termina por develar dudas. Después del amor a primera vista, la explosividad del enamoramiento y el idilio de los primeros meses, irremediablemente la realidad aterriza cualquier proceso. Esto le está sucediendo a la selección de Colombia, que tras un arranque fulgoroso en el proyecto de Néstor Lorenzo ya empezó a encontrarse con distintos baches, propios de un equipo que ya va para los tres años de rodaje.
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